Guerra De Capitanes #wattys 2019

Parte 7 Primer partido

La banda de música entra en el campo tocando el himno del colegio. Nosotros estamos reunidos en el vestuario mientras el entrenador nos da el discurso motivador.

- ...primer partido de la temporada. No os desaniméis si perdemos ¿de acuerdo? Pero hay que darlo todo en el campo. Los chicos del instituto Raef, son conocidos por su gran tamaño, pero gracias a nuestro nuevo fichaje tenemos ventaja.

- ¿Qué ventaja hay en que le tripliquen en altura y peso? - preguntó Caleb.

- En que ella es muy pequeña y rápida, si no la alcanzan, tendremos el partido hecho. Por eso quiero que juegues ambas bandas, ¿Entendido Caleb?

- Sí entrenador.

Todos salimos al campo y mi equipo de animadoras nos gritaban desde la banda. Saludé tímidamente,  y ellas se volvieron locas. Miré al frente para encontrarme con un chico realmente alto.

- Hola... - saludé, pero él solo me miró como si quisiera aplastar. - Vale, no eres muy hablador.

Me puse el casco y me agaché en mi posición esperando la jugada que tiene que gritar Caleb.

- Dos mano centro.

Todos se pusieron a moverse y yo corrí, pero el balón no llegó a mis manos, sino a las de Trent.

Esa fue solo una de las cincuenta jugadas en las que no toqué el balón, porque Caleb no me pasaba. Íbamos cuatro arriba en el marcador, pero nos acaban de meter tres puntos por el centro de las baras. Genial, a dos Touchdown de perder el primer partido.

 El entrenador pide tiempo muerto y todos nos reunimos alrededor de él.

- Caleb banquillo, Patrick sales a sustituirlo - todo el equipo se quedó en silencio - Quiero pases por banda en la izquierda, para Alex. Solo veinte minutos más. 

Todos volvimos al campo. Ahora estaba asustada, pues lo bueno de que me pasaran, es que tampoco me tacleaban, pero ahora...

- ¡Corte azul! - gritó nuestro quarterback.

Esa jugada consistía en intercambiar posiciones con el otro corredor, Matt.

Corrí en diagonal, pasé a Matt por delante y recibí un pase perfecto. Frente a mí se alzaban dos grandes defensores, pero el entrenador tenía razón eran muy lentos. Los pasé con un par de fintas y llegué a la línea.  Tiré el balón al suelo y di un mortal de animadora. 

- ¡Sí,sí,sí! - bailé.

Todo el equipo estaba emocionado. 

- ¡Bien hecho! - me felicitó Terry.

Miré hacia el banquillo donde tanto mi hermano como Caleb me miraban pero no podía ver sus expresiones porque estaba demasiado lejos. Volví a mi posición inicial y seguimos el partido.

 Diez minutos después ganábamos de seis. Matt había siso sustituido por mi hermano, y eso me ponía ligeramente nerviosa, pues ni me miraba a estas alturas del partido.

- ¡Triángulo amarillo!

Estuve tentada de gritar un ¡¿Quee?! Muy alto, ¿Cuál era esa jugada exactamente? Miré a mis compañeros, todos moviéndose, y yo parada en la línea. Miré a mi hermano y copié sus movimientos, subí a la línea de pase, pero allí ya lo había recibido él. Hice un acompañamiento por la banda, pero entonces él paró y se colocó en posición de Quarterback.

- ¡Alex! - miré hacia él y vi al balón venir.

Lo atrapé y me giré para correr, pero entonces unos cien kilos cayeron sobre mí. No sé cómo es posible, pero todo estaba bien, no me había roto nada.