Capítulo 8

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  _ Con Johnny? Nada Katy, y de todas maneras tampoco tengo ganas de hablar de eso - dije cabizbaja.
_ Entonces sí ha pasado algo! - dijo con sus ojos de preocupación - Ya te conozco bien Celeste, y sabes que, aunque te hagas la que no quieres hablar, terminarás diciéndomelo, porque sé que no puedes sola con ello.
_ Por qué me conoces tanto? - dije clavando mi mirada en ella con ojos llorosos. - Simplemente no estoy bien.
_ Porque eres demasiado transparente niña, y sé que quieres a Johnny más de lo que dices. Es por eso que no entiendo como pudo volver con Kate, y no está aquí contigo.
_ Es mi amigo! - dije en manera de defensa.
_ Es más que un simple amigo Celeste, es un hombre, y lo quieres como lo que él es. Y no dudo ni un segundo en cuanto digo que el te quiere de la misma manera que tú a él.
_ Ésto es algo que nunca pasará, Katy. Él eligió estar con Kate, y yo decidí comenzar a salir con Jake. Mañana tendremos una cena de 4 - dije lo más rápido posible.
_ Pues yo creo que aún así, no van a poder ocultarlo por mucho tiempo más - dijo Katy, levantándose del sillón y bostezando - Me iré a dormir, creo que quedé exausta. Sabes que puedes quedarte en la habitación de huéspedes - dijo dirigiéndose hacia las escaleras.
_ Descansa amiga - dije mostrandole una pequeña sonrisa.
_ Tú también.
No pude evitar quedarme postrada ahí, ahogándome en mis sentimientos que sentía que poco a poco me iban consumiendo. Hasta que algo me sacó de mi transe, era el timbre. Seguro que alguien se había olvidado de algo. Así que antes de que vuelvan a tocar, salí corriendo hacia la puerta para que Katy no se despertara.
_ Ya va! - dije en un pequeño susurro audible. Abrí, sin siquiera preguntar quien era antes, y vaya que me arrepentí de eso.
_ Johnny, qué haces aquí? - dije intentando esquivar su mirada lo más posible.
_ La pregunta es qué haces tú aquí? O me equivoqué de casa - dijo pasando y tomando él la puerta para así cerrarla.
_ Yo me quedaré a dormir aquí, siempre lo hago - dije como defensa.
_ Bueno, tendré que quedarme yo también, porque creo que he perdido las llaves de mi casa - dijo mirándome fijamente.
_ Ok, no te preocupes yo ya me iba a dormir, puedes quedarte en el sillón - dije comenzando a caminar hacia el pasillo de huéspedes.
_ Acaso me estás esquivando? - dijo tomando una de mis manos. Nuevamente el mismo cosquilleo de siempre comenzó a subir por todo mi cuerpo.
_ No, para nada - dije secamente.
_ Entonces quédate conmigo, necesito hablarte.
Vi sus ojos tristes clavados en mí, nunca había podido decirle que no a esa mirada. Nunca hubiera podido escaparme de ella. Sus ojos se tornaron oscuros, eso le sucedía cuando había algo que le dolía realmente. Y un pequeño "sí" incoherente salió de mis labios.
_ Solo déjame ir a la cocina a buscar algo de tomar - dije casi instantáneamente. Me sentía mareada, sentía que no iba a poder aguantar por mucho más tiempo. Sus ojos siguieron mis pasos mientras yo me adentraba a buscar un poco de aire a la cocina.  


UN  AMOR IMPOSIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora