Capítulo 11

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Me despegue de él, ya estaba más tranquila, y me dijo
-¿Estás mejor?.-
- Creo. ¿Qué le hice?.- Le pregunté a Alejandro.
- Pero, dime que dijo Daniel.
- Me terminó, dijo que olvidara "Todo lo nuestro".-
Me miro con rostro preocupado.
- No puedo creer eso, debe estar loco, no sé que decir Sofía, el no me comentó nada.-
- No digas nada, no importa, ni siquiera yo se que decir. También creí que él sentía lo mismo por mí, pero ya veo que no.-
Arranco el carro.
-¿A dónde vamos?.- Le pregunté.
- Te llevaré con él, tienen que hablar, su amor no puede terminar así.-
- No, él ya me dijo todo lo que tenía decir, no creo que pueda evitar más dolor.- Le respondí.
-Si lo quieres, no lo dejes ir Sofía, lucha por lo que quieres.-
Lo miré, y le dije.
- Tienes razón, llévame.-
Condujo hasta su casa, bajamos del auto y entramos, no había nadie, el grito.
-¡DANIEEL!.-
Pero nadie respondía, y después de 5 minutos bajo él.
-¿Qué quieres? ¿Por qué gritas?.- Contesto Daniel.
- Alguien te está buscando, y tienen que hablar bien.- Me asomé y lo miré.
- No tengo nada que hablar con ella.- Respondió Daniel.
- Yo creo que sí, ella necesita una explicación.-
-¿Quieres una explicación?.- Me dijo Daniel.
- Si.- Le respondí.
- Me voy a casar ¿Contenta?.-
Mi mundo se vino abajo, mas destrozada no podía estar, lo mire con lágrimas en los ojos.
-¿Por qué me haces esto? ¿Qué te hice?.-
- No eres tu Sofía, eres lo mejor que me ha pasado, pero tengo que hacerme responsable de mis actos.-
-¿Actos de qué? No te entiendo, dime toda la verdad ¿No crees que me lo merezco? Al menos se honesto y juro olvidarme de ti como quieres.-
- Pronto lo sabrás será más que obvio, ahora solo queda pedir perdón, por no ser la persona que esperabas, te quiero y no lo olvides.- Dijo Daniel.
-¿Estas contento Alejandro? ¿Estás contento de traerla aquí?.
- No puedo creer que seas tan estúpido, de dejar ir a alguien como Sofía.-
Me tomó de la mano y me saco de la casa.
- Perdóname.- Me dijo Alejandro. - Tenias razón, el es una persona diferente, nosé por que te dijo todas esas cosas, perdóname.-
- Tú no tienes la culpa-. Le dije -¿Me puedes llevar a tu lugar preferido? No quiero estar sola en mi casa.-
- Claro.- Respondió Alejandro. Me llevó a ese lugar donde me había llevado la primera vez, no quería estar en casa, tenía miedo de ahogarme en mi tristeza.

***

Al fin llegamos pero esta vez no bajamos de auto, el lugar estaba encharcado, nos quedamos ahí sentados, mirando el panorama, yo lloraba pero Alejandro siempre me dio mi espacio, me dejo desahogarme no se entrometía. ¿Por qué mi vida volvía a hacer una mierda? Si no fuera por la amistad de Alejandro en esos momentos estaría muerta de dolor. Alejandro se quedó dormido, y yo seguía llorando, no podía dejar ir a Daniel ¿Se iba a casar? ¿Con quién? ¿Y si solo lo dijo para que me alejara de él? No entendía nada, cuando se fue estaba bien, y de repente regresa, y me dice "Aléjate de mí, me voy a casar". Esa noche fue muy larga, escuchando los ronquidos de Alejandro, mis suspiros, y el miedo de imaginar mi vida sin Daniel.
Al fin me había quedado dormida, y cuando desperté estaba llegando a mi casa, limpié mis ojos y Alejandro me dijo.
- Tienes que ir a descansar, al rato hay clases.-
- Esta bien.- Le respondí, lo miré, y le di las gracias.
- No agradezcas, para eso están los amigos.-
Bajé del auto y abrí la puerta ahí estaba mi mamá en el sillón acostada.
-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?.-
-¿Dónde estabas? Te llamé ayer para decirte que vendría, y no respondías.-
- Me quedé con Alejandro.-
-¿Quién es Alejandro?.- Preguntó mi madre.
-Es... Hermano de Daniel.-
-¿Qué hacías con su hermano? ¿Y Daniel?.-
- Terminamos...-
-¿Por qué? ¿Es por eso que traes los ojos tan hinchados?.-
- SI, es por eso, y mamá, no quiero hablar al respecto, cuando este de mejor ánimo hablamos.-
- Esta bien, pero tienes mucho que explicar. Ve a ducharte que casi son las 7 y te llevaré a la escuela.-
- Mamá jamás me has llevado a la escuela, estaré bien, yo puedo irme sola.-
- Hija, me dieron 1 mes de vacaciones, quiero aprovecharlo contigo ¿Ok? Déjame estar cerca de ti.-
-Esta bien namá.- Subí a mi habitación , me miré al espejo, mis ojos estaban hinchados y me sentía muy mal, tomé una navaja y me fuí a duchar, sabía que no podía cortar mis manos porque mi mamá se daría cuenta, así que corte mis piernas. De verdad dolía mucho, y la sangre se iba a la coladera, terminé de ducharme y me seque las heridas, me vestí y me puse unas gafas, para que no se vieran mis ojos hinchados de tanto llorar. Mi mamá me preparó el almuerzo, pero yo no comí , le dije me lo llevaría para comerlo en la escuela, mi mamá me dejo puntual en la puerta, y entre rápido, a mi salón. Me senté hasta tras como siempre, y después de un rato entró Daniel, ni siquiera me volteo a ver, como podía olvidar a Daniel, si el estaba en mi mismo salón.

Me encontré con Alejandro en la hora del almuerzo, y le regalé lo que mi mamá me había preparado, le dije que yo ya había desayunado y que estaba muy llena, se lo creyó todo, así que no insistió a que comiera. Le dije que pasaría tiempo con mi madre, y que no nos podríamos ver, me llevó a casa, y me la pase toda la tarde con mi mamá, no hicimos nada fuera de lo común.

Así fue durante la primer semana con mi mamá, ella me llevaba al colegió y Alejandro me traía, la segunda semana fue más difícil la escuela, Daniel pidió su cambió de salón, a la vez fue triste, pero comprendí que solo así podía alejarme de él. Pasó la tercer semana y Elena regreso a la escuela, vaya fue mi sorpresa.. Daniel y Elena habían regresado, era muy difícil para mí, verlos pasear, por los pasillos de la escuela, agarrados de la mano. Y entonces comprendí que el amor no era como lo pintaban en las películas, también tenía sus partes de dolor, un dolor que nadie podía describir ni siquiera las heridas en mis piernas, que cada vez eran más, me di cuenta que estaba regresando a los mismos hábitos que antes; ya no comía, y me cortaba, pero todo se olvidaba cuando estaba con Alejandro, el me hacía olvidar todo lo malo, y siempre me ponía feliz con sus tonterías. Me di cuenta que si mi mamá no hubiera estado, hubiera hecho cosas peores.
Un día me sentía tan mal, que Alejandro fue a verme a casa, estaba tan deprimida que no tenía ni fuerzas para pararme.
- Se lo que haces Sofía, sé que no comes y que te cortas.- Me dijo Alejandro.
-¿Cómo lo sabes? Estoy bien Alejandro, solo estoy cansada.-
- Cansada de vivir, lo noto en tu cara, en tu cuerpo, tienes que aprender a quererte, si no lo haces tú, nadie más lo hará. Tienes que respetar tu cuerpo, para que los demás lo hagan, animo la vida sigue, hay mas amores que te esperan, muchos.-
Me dejo sin palabras, Daniel siempre me abrazaba y me besaba cuando me cortaba, pero Alejandro había sido diferente, el me habló duro, ese día me había demostrado que también podía ser una persona madura. Me levante a comer un poco, Alejandro compró muchos juegos de mesa, y jugamos con mi mamá, cuando llego la noche el se fue.
Mi mamá y yo estábamos limpiando todo el desorden que habíamos dejado y ella me dijo.
-.El te quiere.-
- Lo sé mamá, somos tan buenos amigos.-
- No me refiero a ese tipo de amor.- La miré con cara de sorpresa.
-¿A qué te refieres?.-
- Él se está enamorando de ti.-
- Mamá te equivocas, no puede ser eso, el y yo somos buenos amigos, aparte yo fui la novia de su hermano, jamás pasaría algo.-
- Yo sé lo que te digo, se la forma en que te mira.-
- Te equivocas.- Le cambie la conversación.
-Mamá casi es el mes y ya estás por irte.-
- Hija exactamente de eso, te tengo que hablar.-
-¿Aja?.-
- Me harán un traspaso.-
-¿Cómo?.-
- Si, ya no tendré que trabajar tan lejos, ahora podre vivir aquí.-
-¿De verdad? ¡Mamá no puedo creerlo! Qué alegría.-
- Si después de tanto tiempo, de trabajar y ser tan eficaz, el jefe me hizo un traspaso, ahora mi nuevo trabajo quedara a una hora de aquí.-
- Mamá, felicidades, ya te tocaba, estoy muy feliz por ti, podremos estar juntas más tiempo.-
-.Lo sé hija, bueno me da gusto que la noticia te haya alegrado, ahora ve a dormir, mañana tienes que ir a la escuela, estas por graduarte y faltas mucho, no quiero que tus notas bajen.-
- Ok mamá, prometo ponerme al corriente.-

Estaba feliz, que mi mamá después de tantos años trabajaría cerca, se lo merecía. Subí y me acosté, toda la noche pensé en lo que mi mamá había insinuado.
¿Alejandro estaba enamorado de mi? No, eso es imposible, él solo me ve como una amiga, jamás me ha insinuado nada.
Al fin me quede dormida, y al otro día me desperté con mejor ánimo para ir a la escuela.
Llegue a la escuela y estaba en la primer clase cuando Elena, presumió su anillo de compromiso con Daniel, me di cuenta que cada día me resignaba un poco más, aun que seguía ese hueco en el corazón que no podía llenar con nada...

Historia de SofíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora