Mi Querido Hermanastro 2 (Luke Hemmings)

Capítulo 9.

La verdad mi respuesta sería....

-¡______!. -Gritó Luke desde abajo. Enfurecida salí por que viene gritando de esa manera tan desquiciada.

Baje las escaleras corriendo y me le puse enfrente, me señaló y trató de emitir una palabra, se tambaleo un par de veces y respiro hondo, yo me crucé de brazos y espere.

-Tu...hip...tienes que tener sexo conmigo ya. -Ordenó de mala manera, era más que obvio que nadie tendría sexo con un borracho, a menos que yo este borracha también, pero no lo estoy.

-¡Claro que no Luke, mira como vienes!. -Reclamé ofendida.

-Solo tome una copa. -Levantó su dedo índice y se le quedó viendo. -Mi dedo se separa. -Trató de tocarlo. Bufé rendida y lo tomé del brazo.

-No, iremos a dormir, en cuartos separados. -Él bufó a lo último y se giró hacía mi y me besó.

 Él movía los labios pero yo no correspondí a ese beso, sus labios delgados y llenos de sabor a alcohol seguían en contacto con los míos totalmente sobrios, los labios de Luke se movían esperando mi respuesta, respuesta que no pensaba dar, lo separé de mí y él me miró fijo, su rostro lleno de furia, sus ojos llenos de deseo y su mente completamente descoordinada explotaron, sus brazos hicieron fuerza en los míos y mi cuerpo quedó tirado en el sofá, chillé del dolor y me intenté levantar, pero fue tarde, el pesado y  descoordinado cuerpo de Luke se abalanzó sobre mí, comenzó a besar mi cuello, lágrimas se escapaban de mis ojos mientras mis manos intentaban alejar aquel Luke que desconocía, pero era inútil, mientras más intentaba alejar al descontrolado Luke, más daño me hacía a mi.

-Luke suéltame. -Pedí sollozando.

-Te dije que quería que fueras mía. -Dijo con odio.

-Luke pero estas borracho. -Sollocé intentando apartar su cuerpo del mío.

No hubo respuesta, sus manos bajaron a mis pechos y los estrujo, chillé del dolor y de la ira hacía este Luke, ¿Que pasó con mi Lukey cariñoso? Murió, no lo veo desde hace mucho, ahora nació este Luke el cual desconocía, y no quería conocer, pero estaba por conocer su peor lado, lo presentía, presioné más mis manos en su pecho, pero este las apartó rápido y rompió mi camisa, sollocé fuerte,  miró mis pechos con deseo y miró mis lágrimas, frunció el ceño y destruyó mi brassiere, estrujó mis pechos y yo gemí de dolor, y supliqué en mi mente que Chris apareciera al fin, era mi única salvación, Luke besó desde mis pechos a mi estómago, algo asqueada lloré más, él como pudo quitó mi short y lo bajó de un tirón, mis bragas fueron rotas como mis otras prendas, intenté decir algo, pero me había quedado sin palabras de la furia, tristeza, dolor, y asco que sentía hacía este Luke, abrió mis piernas e intenté detenerlo, pero fue muy tarde, entró en mi con fuerza bruta que me hizo estremecer y enfriarme de dolor, me retorcí mientras, el dolor se hacía más inmenso por las embestidas que Luke daba, cerré mis ojos y puño con fuerza para intentar aliviar el dolor, fue inútil, Luke aumentó las embestidas y terminaba más lastimada, lloraba en silencio.

-Luke... me lastimas... -Sollocé un par de veces.

-Calla Arzaylea, déjame hacerte mía. -Dijo haciendo un chupeton en mi cuello.

¿Arzaylea? Acaba de llamarme Arzaylea ¿Quien es la puta Arzaylea? Lloré aún más al extremo de sentir que mi cabeza explotaría en cualquier momento, mi vientre dolía y Luke seguía embistiendo con fuerza, me sentía sucia, mi propio prometido había abusado de mí por Dios quería que esto acabara ya, Luke estaba aún arriba de mí, de su frente salían gotas de sudor, y de mis ojos salían lágrimas, él se corrió en mi interior  suspiraba agitado, se lanzó a un lado del sofá y cayó profundamente dormido, tomé mis senos lastimados entre mis brazos e intenté levantarme de aquel sofá, pero me dolía mi intimidad, dolía mucho, había llegado la brusquedad de Luke al grado de no poder levantarme del sofá, como pude llegué al marco de la salida y subí despacio los escalones, llegué a mi habitación, cerré la puerta con seguro y caminé despacio a la lluvia artificial, osea la ducha, encendí la ducha y me tiré al piso a llorar mientras trataba que el agua quitara toda la suciedad y dolor que sentía, pero no funciono, solo servía para que los recuerdos revivieran una y otra vez en mi mente, haciendo mi herida mucho más grande, "Arzaylea" así me dijo Luke, él me engaña, era cierto, lo hace, no lo niego, me duele todo, tanto físicamente como emocionalmente, él que quería que fuera el padre de mis hijos no lo será, él se busco a otra, es el típico dicho "No te enamoras de la segunda persona si amas a la primera" exacto, él se enamoró de esa perra por que ya no me ama a mi, tenía que aceptarlo en algún momento. Salí de la ducha y me pare enfrente de mi espejo, vi una gran marca del chupete que me había marcado Luke, uno que otro rasguño, y sus dedos en mis pechos, mordí mi labio para silenciar mis sollozos, entonces recibí una llamada, no la atendí, pero sabía que quien buscaría y que haría con él en este momento aunque me arrepienta el resto de mi vida, pero esta vez pensaré en mi, me vestí, ni siquiera tomé el tiempo de revisar que ropa me había puesto, solo sabía que era una sudadera, una camisa cualquiera y un jeans, mis zapatillas, metí ropa en una pequeña mochila y escondí mi cabeza en el gorro de la sudadera, y tomé la mochila, con cuidado baje y vi a Luke durmiendo aún, me acerqué abrí su mano y en su dedo meñique puse mi anillo de compromiso, era lo único que me unía a él, ahora es mi hermanastro, y espero que solo eso llegue a hacer, tomé un papel y escribí, "No soy Arzaylea pero así me llamaste, vete con ella que no te reclamaré nada, esto se acabo, Mi Querido Hermanastro". Salí de casa y tomé un taxi, di la dirección y empezó a conducir, el conductor me veía como mafiosa de la manera en que iba vestida, creo que yo también lo creería. Los recuerdos de Luke invadieron mi mente de nuevo, mordí mi labio y deje que las lágrimas cayeran en silencio, el taxista aviso que habíamos llegado, pagué y me baje con cuidado, y toqué la puerta. Solo dije lo que quería hacer.

-Ámame, necesito que me ames, que me hagas tuya... -Dije sin pensar ganándome su cara de sorpresa.