Mi Querido Hermanastro 2 (Luke Hemmings)

Capítulo 26.

Capítulo dedicado a Mapauli, mujer te amo, desde que apareciste aquí, ojalá y me sigas apoyando, gracias por todo <3.

Estábamos en la tienda, respecto a colores y diseños Luke y yo eramos distintos, Luke quería una cuna color azul pálido con detalles color blancos, yo quería una muy muy grande,  con detalles de todos los colores en tonos pálidos y unos que otros eran colores chillones.

-Pensándolo bien si me gusta esta. -Dijo Luke y y sonreí mirando la hora. 4:30 p.m. Llegaba tarde a la cita con el doctor.

-Luke, llego tarde a la cita, mi última cita, hay que irnos. -Dije y él asintió.

Salimos encontrando un taxi, pero esta vez di la dirección de el doctor.

-¿Como vas con Arzaylea?. -Pregunté y él me miró.

-Sabes que mal. -Miró mi estómago.

-¿Es muy grande no?. -Pregunté y él rió asintiendo.

-Pero es bello. -Dijo. -¿Puedo tocar?. -Pregunto y asentí.

Levanté un poco mi camisa y aparté mi chaqueta, la mano de Luke se acerco muy temerosamente, su mano fría se posó en mi gran estómago cálido, tocó mi estómago y sonrió, uno de los dos bebés se había movido.

-Oh cielos. -Quitó su mano rápido.

-No Luke, tu haces que se muevan. -Tomé su mano de nuevo. -Mira. -Dije y se veía como el pie de un bebé se formaba. Luke miraba con detenimiento y tocó la figura de este.

-Es precioso. -Dijo y aquel pie se escondió de nuevo, Luke no quitó su mano y lo miré encontrándome con su mirada azulada, bajé mi camisa y por el acto Luke quitó su mano de mi estómago.

Entramos al doctor y dijo que todo iba bien, ellos crecían fuertes y sanos, hizo todo lo que tenía que hacer y me dio un papel para que ingresara a la clínica un día antes ya que los míos eran dos bebés.

Salimos de allí y caminamos un poco llegando a una heladería, allí Luke pidió un helado doble de chocolate y vainilla, yo pedí un pote con cuatro bolas de helado de chocolate, vainilla, café y pistacho, arriba de estas cuatro bolas de sorbete llevaba chocolate derretido, galleta y chispas de chocolate con un barquillo, sonreí al tener mi helado entre mis manos, saqué un billete y se lo tendí a la chica, Luke le tendió uno igual.

-Cobra del mío por favor. -Dije acercando el billete más.

-No, sabes que los chicos pagamos. -Dijo Luke acercando más el billete.

-Tendrás propina. -Dije agitando el billete.

-Te quedarás con lo que sobre. -Dijo Luke agitando el billete.

-Los hombres tienen que invitar chica. -Dijo ella y yo sonreí. -Serás un gran papá. -Le dijo a Luke y yo abrí los ojos a tope.

-Gracias. -Luke sonrió muy amplio.

Caminamos fuera, sentía un poco de culpa al no decirle a Luke que él podría ser el padre de estos niños, nos sentamos en una gran banca de un parque en frente de esta heladería.

-_____, sobre lo que dijo la chica... -Alguien nos interrumpió.

-_______. -Habló Niall y mi cuerpo se tensó.

-Niall. -Me quedé estática.

-¿Puedo hablar un momento contigo?. -Preguntó y yo asentí.

-Dime. -Dije y él miró a Luke.

-A solas. -Dijo y yo negué.

-Él puede estar aquí. -Dije y él asintió.

-Solo quería pedirte que me digas que esos niños son míos, quiero que sean míos _____, les daré mi apellido, dinero, pero quiero que regreses a mi lado, ya no aguanto más. -Dijo y yo miré a Luke quien se dedicaba a mirar el piso.

-Niall... -Me interrumpió sin tan siquiera escuchar.

-Déjame hablarle. -Dijo y yo asentí nada segura.

Niall levantó mi camisa y deslizó su dedo indice sobre mi estómago, inmediatamente salió una manita del lado contrario donde había salido el pie de mi otro bebé con Luke.

-Hola mi amor. -Dijo y la manita se movió más, dolía pero era un dolor completamente soportable.

Niall bajó mi camisa y yo miraba atontada la escena, Niall besó mi mejilla y sin decir más se fue. ¿Qué fue eso? ¿Por qué se movió? ¿Por qué un bebé se movía con Niall y uno se movía con Luke? ¿Por que Niall me seguía importando? Quería correr a sus brazos y sentirme amada otra vez pero no puedo, estoy mejor sola, desperté de mi trance y me encontré con Luke de brazos cruzados, no decía nada.

-Luke... -Me miró y se levantó.

-Hay que irnos. -Dijo y caminé tras el dificultosamente alcanzándolo.