Estaba recostado en en la paleta de mi pupitre, me sentí tan cómodo que no me di cuenta de que la estaba observando fijamente a su rostro encantador, no voltee a otro lado hasta que me devolviera la mirada, se que quería voltearme a ver, pero su orgullo y tristeza eran mas grandes que su amor por mi; no la culpo y se que tiene buenas razones para no hacerlo, nunca la eh acompañado a ninguno de sus eventos de espadachines y mucho menos cuando ah ganado medallas por ser la mejor usando un sable de corte fino, me dijo una vez que nunca me importaba, que nunca me preocupaba lo suficiente por élla, que quería que estuviera siempre ahí en todo momento pero no sabia como, soy muy cerrado, a veces el orgullo me vence, no hablo mucho y solo soy valiente cuando me necesitan en realidad, pero nunca fui así cuando me lo pedía élla, tal vez era porque pensaba que tampoco le importaba. Me sentí tan mal que me quise levantar de mi asiento, abrazarla por detrás y decirle "te amo y te juro por mi vida que nunca te dejare sola, pase lo que pase estaré contigo no importa lo que suceda", pero en ese momento me inundaron recuerdos de cuando la veía abrazada por alguien mas, que gastaba sus risas en otro, y ese otro resulta ser ...Mi mejor amigo *hank*. "¡Maldita sea!", dije en voz baja para que nadie me escuchara. Odio mi vida y siempre dejo que el mundo me pisotee, nunca hago nada al respecto, ¿porque soy así?, en eso la voz de la maestra empieza a introducirse levemente en mi mente hasta que logra sacarme de mis pensamientos "¡Erickson!", tarde unos segundos en entender la situación, hasta que veo a la profesora que estaba en frente de mi asiento extendiendo su gis blanco y las miradas de todo el salon estaban puestas en mi "¿podrías responder el ejercicio del pizarron?" dijo élla, no entendía nada ni sabia en que clase estaba pero de todas maneras por instinto me levante y fui directo al pizzarron, maldición no podía concentrarme, solo giraba un poco la mirada hacia donde estaba élla y notaba que sus ojos estaban puestos en mi, no sabia que hacer, el solo saber que me estaba observando me ponía cabreado pero a la vez contento, es una sensación que nadie mas me hacia sentir. En eso la profesora vuelve a interrumpir por ultima vez mis pensamientos "¿y bien? ¿vas a contestar el ejercicio o seguirás babeando por el cuerpo de tu compañera Mía?", no puedo creer que la maldita maestra habia dicho algo como eso, y en un segundo, ya todo mundo estaba riéndose de mi por lo que dijo, estaba muy enojado la sangre me hervía por todo el cuerpo y más porque él se estaba riendo, mi supuesto mejor amigo.
No lo dude ni un segundo, decidí salir del salón y dirigirme a las escaleras de caracol que están aun lado del edifico, ya que no podía aguantar la burla de todos. Caminaba por el pasillo hacia mi sitio con las manos guardadas en el pantalón, esta sensación de calor y de tela en mis palmas me hacia sentir muy fuerte y genial pero cuando lo piensas de esta forma: *me siento genial cuando tengo mis manos calentitas en mis pantalones* se pierde el encanto. Por andar de distraído en mi mente(de nuevo), habia chocado con una chica ¿que como lo se? pues cuando chocamos de frente a frente sentí como sus....pechos por a sí decirlo, se estampaban en mi, fue una sensación que todo hombre disfruta pero cada quien de una manera diferente, pero cuando la observe bien, la sensación de gusto habia desaparecido ya que era una chica que nunca me habia caído bien, siempre andaba detrás de mi, literalmente me acosaba, tanto físico como mentalmente pero también tiene sus ventajas, el tener a alguien que le intereses de esa manera porque una vez, que estaba jugando basket, me habia tropezado junto con otro jugador y al caer me herí, al sujeto no le habia pasado nada ya que habia caído encima mio, pero en ese momento mi pierna estaba sangrando y mágicamente Samanta mi linda acosadora, estaba ahí con su maletita para atenderme de inmediato ya que su especialidad es ser doctora o querer serlo, pero como siempre tiene que exagerar, me habia colocado unas vendas rosas y dándole detalles de stickers de corazones a mi vendaje, es guapa lo admito, pero no es el tipo de chica con la que me gustaría pasar el restomi vida "♥¡erick!♥", me observaba con una cara de enamorada nivel 10000, y supe en ese momento que seguía enamorada de mi porque podía ver como sus ojos brillaban mas que un par de perlas "ah hola sam ¿como estas?" dije por cortesía y no verme mala onda, en eso sin darme cuenta Samanta ya me estaba abrazando, me sentí muy incómodo y un tanto enojado(nose como no le dolió aplastar sus pechos en mi, ufff) lo suficiente para apartarla de mi sin ninguna amabilidad ya que tiempo atrás se me habia declarado, aun no recuerdo cuantas veces ya habia perdido la cuenta, la sujete de sus hombros y con un suspiro largo procedí a aclararle lo que pensaba de élla pero tenia que hacerlo de tal manera que no hiriera sus sentimientos porque no soy de ese tipo de “chicos" que dicen las cosas sin pensar, me gusta decir lo que no hace herir a una chica "Samanta perdona pero no me interesas de esa manera, eres una gran chica, cualquiera que sea tu novio tendrá la dicha de estar con alguien tan increíble pero no soy el hombre indicado para ti creeme que tu mereces a alguien mejor que a mi, te arrpentirias de saber como soy en realidad" su rostro empezó a derramar pequeñas lágrimas que resbalaban de sus mejillas redondas y rojizas, no lograba ver sus ojos porque tenia la cabeza inclinada hacia el suelo en eso empieza a tirar una risilla pero esta no parecía de tristeza, realmente se estaba riendo no podía creer que estuviera haciéndolo después de haberle dicho todo lo que pensaba de élla, en eso levantó su mirada y con su dedo índice empieza a picarme el pecho como si estuviera regañandome haciendome retroceder y al mismo tiempo empezaba a avanzar hacia mi "escuchame bien Erickson, yo te amo y te amara estando en el cielo o en el infierno, no me importa que me sigas rechazando yo te adoraré más que a mi propia vida y creeme que la daría por ti porque tu eres el hombre mas perfecto que pueda existir y me interesa un comino lo que digan de ti, nos vemos", se da media vuelta y dando brinquitos como una niña chiquita se va de el pasillo directo a su salón, enserio ¿pero chin***** habia sucedido?, no me cabía por la cabeza lo que sucedió pero en fin no podía seguir pensando en eso, quería llegar al balcón para poder relajarme un buen rato.
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Frente a la MUERTE
De TodoSoy Erick jhonson un joven de 3ro de secundaria que no siente la misma emoción que el resto de los jóvenes de mi edad en vivir en un mundo en donde los zombies existan, totalmente confundido y nunca al tanto ya que no soy un fan de este nuevo mundo...