Que redundante, nuevamente escuché el eco de algo roto ¿qué habrá sido?
Mis ojos no estaban cristalinos, pero sabia que algo no estaba bien.
Algo no estaba bien entre nosotros, mi señor amor no es perfecto.
Mi señor amor es cruel.
Soy, somos como los cristales, eso ya lo tengo seguro.
Dejalo caer.
Mi respiración se encontraba entrecortada, me pesaba.
Rocas.
Rocas sentía.
Lo que aveces causas, lo que aveces causo.
Pero te aprecio demasiado.
Y así seguiré por que el amor duele, y si no duele no es amor, es fantasía.
Y fantasías tuve muchas, demasiadas.
Te quiero.
