#6 Capitulo

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Y al día siguiente, Jack regresó a la preparatoria, y por si fuera poco, la ignoró olímpicamente. "No me importa, no me importa no me importa".
Llevaba toda la mañana repitiéndose mentalmente lo mismo, pero por dios, ¿a quien quería engañar? ¡Claro que le importaba! Aunque le costara admitirlo, ese muchacho de ojos cafés le hacía dar vueltas a la cabeza. A este punto ya no sabía si era mejor alejarse y dejar de hablarle, o seguir insistiendo, aunque para ser sinceras... la primera opción sonaba mucho más llamativa.

-¿Sabes quién cumple años hoy?- preguntó Giselle a su amiga con una mueca que pretendía no convertirse en una sonrisa.
-De Jack- respondió Karla girando los ojos. La verdad es que ese lo que ese chico le hacía a su amiga, a ella no le hacía ninguna gracia. No sabía cómo Giselle lo aguantaba si ella ya estaba más que harta.
-Sí... ojalá venga hoy también- dijo la castaña, ilusionada.

Pero Jack no fue, ni ese día ni al siguiente. Giselle estaba segura de que no había querido verla más.
Más de una semana tuvo que pasar para que el pelinegro pudiera volver a aparecerse por ahí.

Y Giselle sabía que Zaira, una chica de su clase, tenía algo que ver.

Ella y Jack se gustaban, de eso estaba segura. Pero no podía decírselo a Karla, porque le diría que no era así. Mucho menos pensaba preguntarle a ninguno de los dos.

-¡GISELLE!- se giró y vió a su mejor amiga correr hacia ella.
-¿Qué pasó, porque vienes así?
-Primero promete que no te alterarás.- dijo la rubia tratando de regularizar su respiración.
-No lo haré.
-Pero en serio... es que... ¡rayos! Juralo, te conozco.
-¡Lo juro, pero ya dime que me estas volviendo loca, joder!
-Bien aquí va... Zaira y Jack fueron novios.

¡¿QUÉ?! ¿Había escuchado bien?

-¡LO SABÍA! ¡MALDITA SEA, YO SABÍA QUE ESOS DOS SE TRAÍAN ALGO! - Gritó molesta... y lo peor es que no sabía porqué estaba tan molesta.
-¡Prometiste que no te alterarías!
-¡Karla por dios! ¿No te das cuenta? Significa que fueron novios desde hace tiempo. A saber si cuando me declaré ya lo eran y no me lo dijo.
-Zaira tampoco te lo dijo...- susurró la ojiverde, deseando que la castaña no la hubiera escuchado.
-¡Zaira tampoco me lo dijo! Maldito par de...
-¡Giselle!- la interrumpió antes de que soltara maldiciones contra Jack y Zaira.
-Lo siento... ¿me dejas sola un poco? Necesito pensar.

Karla le sonrió en respuesta, alejándose por el pasillo.

Maldito, maldito seas mil veces Jack Demons. No se que estabas pensando cuando decidiste no decirme. No se si lo que querías era burlarte de mi pero si es eso, debes saber que no lo voy a permitir. No soy una chica fácil y si lo que quieres es jugar, juguemos.

-Hola.- una voz masculina la distrajo de sus pensamientos justo en el momento en el que una gota salada se deslizaba por su mejilla. Levantó la cabeza para ver al dueño de la voz. Un chico mas o menos de su edad, con un look bastante casual; pantalones negros y sudadera gris.
-Hola- trató de sonreírle en respuesta.
-Te he visto antes pero siempre estabas con tu amiga y no quería molestar. Pero pensaba hablarte antes pero...¿llegué en mal momento?- habló nervioso, notando, creyó ella, la diminuta lágrima.
-No, claro que no. Al contrario.
-Oh bueno, y... ¿cómo te llamas?
-Giselle.
-Andrew- respondió él, sentándose al lado de ella y comenzando una plática.

Giselle se sintió increíblemente bien hablando con Andrew. Le hizo olvidar a Jack al menos unos momentos. La hizo reir más en esos pocos minutos de lo que Jack había hecho en meses.

Tal vez, sólo tal vez... Andrew no había llegado ahí por simple casualidad... tal vez él pueda ser quien le ayude a sacarse a Jack del corazón de una buena vez por todas.
Pero ya no quería ilusionarse, no de nuevo.

Destructive loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora