Yo me iba acercando y a medida que me acercaba sentía más y más frío. Ese frío que te va matando poco a poco.
Seguí caminando, segura de mis impulsos. Mi piel se iba tornando más pálida. Y cuando quise alejarme, el dolor del frío intenso ya estaba en mi cuerpo, recorriendo mis venas. dificultandome los latidos de mi corazón.