Lazos perversos.

Capitulo 3

Mientras tocaba el piano, mi madre se despedía de mi en el umbral de la puerta del gran salón.
Cuando estuvo lo bastante alejada, camine.

Observaba desde la ventana como  Charlie sonreía con suficiencia, esperando que mi madre subiera al auto, a su lado en el asiento co piloto.

Por supuesto decliné la estúpida oferta de "salir a tomar aire". No comprendía como era que ella pudiera estar tan tranquila y con ganas de salir después de la trágica muerte de mi padre, como si lo hiciera sin siquiera inmutarse.

En su lugar, decidió irse a pasear con el hombre que apenas conocíamos pero que decía ser mi tío.

Ahora que estaba sola y por fin se habían ido, tenía tiempo.
Yo no tenía confianza en ese hombre.

¿Por qué debería?

No sabíamos si de verdad era un familiar nuestro, no sabíamos prácticamente nada sobre el.

Comencé  a caminar a la habitación de  el supuesto tío Charlie.
Subí las escaleras, abrí la puerta y entre lentamente a esa habitación.

Justo sobre la cama, estaba una maleta. Me debatía entre abrirla o no abrirla mientras la miraba detenidamente.

No se como pero de repente ya tenía mis manos puestas en ella abriéndola con rapidez.
Moví poco a poco cada cosa dentro de esta maleta, con cuidado de no desordenarlo de tal manera que pudieran darse cuenta de que yo había estado haciendo tal cosa.

Estaba sorprendida.
Bastante.

Me encontré con una caja blanca, tenía un lazo amarillo alrededor. Tal y como cada caja de zapatos que recibía en mis cumpleaños.

En la maleta de el tío Charlie.

No sabía que pensar, miles de ideas pasaron por mi cabeza cuando de pronto.

- ¿India? Hemos llegado.- decía mi madre desde la primera planta.

Guardé todo dejándolo tal y como estaba. Con una rapidez que sin duda hasta a mi me sorprendió.

Necesitaba respuestas.

Cientos de dudas asaltaron mi mente, tenía que saber lo mayor posible sobre el hombre que se quedaría en mi casa.

No podía y no debía estar tranquila, no mientras el estuviera aquí.