Capítulo 1

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Estoy recorriendo el enorme jardín de mi casa, estoy buscando algo.

Corro de un lado a otro, busco entre las enormes piedras, no, nada, corro hacia los árboles en busca de aquella caja.

Es mi cumpleaños, y papa siempre deja una caja para mi, que debo buscar y encontrar por mi misma.
Incluso trepo a los árboles, por que papa es realmente ingenioso cuando esconde mis regalos.
El siempre suele obsequiarme un lindo par de zapatos, del mismo tipo, cada año. Me parece algo sumamente lindo.

Y es ya una especie de tradición.

Trepo otro árbol, y ahí esta, me cerco a la caja, la tomo entre mis manos lastimadas por haber subido el árbol de aquella manera, la sacudo y escucho un extraño ruido.
Frunzo el ceño.
La muevo un poco más, suena como algo ligero, al igual que el peso de la caja, que extraño.
La abro, y no creo lo que encuentro, continúa siendo sumamente raro. Lo tomo, y lo guardo en el pequeño bolsillo de mi vestido.

Entonces, escucho un grito desgarrador, proveniente de la casa, bajo rápidamente del árbol, y corro hacia ella.
Entro y no estoy preparada para lo que mi madre me dice.

- Es tu padre India, ha muerto en un accidente - dice llorando levemente.

Mi cara de confusión, se transforma en una de tristeza, pero sobre todo, amargura.
Mi padre, mi confidente, mi mejor y único amigo, murió.
Lo he perdido, para siempre.
El dolor que surge dentro de mi es abrasador y me consume por completo, dolor mezclado con desesperación.
Siento que el corazón no cabe en mi pecho, crecía y crecía, era algo totalmente insoportable.

Corrí hacia mi habitación y camine hacia mi armario, mire cada uno de los zapatos que mi padre me obsequio, cada año, me recosté en la cama y los puse alrededor mío, 16 pares a mi alrededor, 17 con los que llevaba puestos.
Miles de recuerdos pasaron por mi mente, cuando íbamos de caza. Era lo que amábamos hacer.

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Estaban enterrando a mi padre, yo sólo miraba como lo metían entre la tierra. Mientras el sacerdote decía unas palabras de aliento.
Mi madre, a mi lado miraba la escena llorando levemente.
Mire al horizonte, hacia los árboles, y note a un hombre de pie con las manos en sus bolsillos que miraba en nuestra dirección.

¿Quien era?

Me dedique a mirarlo, hasta que se dio media vuelta y se fue.
El entierro terminó, y fuimos a mi casa. Mi madre estaba hablando con algunos de los invitados del funeral.
Entonces me vio, parada entre las personas en la sala de estar.

- India, ven aquí, ven a saludar a tu tío Charlie.

El hombre se dio vuelta, y lo reconocí de inmediato, era el hombre que vi en el cementerio.

- Hola India .- dijo mientras sonreía divertido.

Mi madre caminó hacia mi, y me impulsó ligeramente hacia adelante.

Hice una mueca.

Odiaba que me tocarán.

Mi madre sonrió forzadamente para después decir.

- Odia que la toquen - dijo mientras me miraba - y soy su madre, que maldición.

Esquive a aquel hombre y camine hacia afuera, sentí que alguien me seguía, era el.
Salí y camine por las afueras de la casa hacia la entrada.

Mi madre lo había distraído y llevado consigo, aunque no logre observar a dónde.
Llegue hasta la puerta principal y la abrí, camine a la escalera y me senté.

Hasta qué una voz me sobresalta.

- Hola, otra vez.- dijo Charlie sonriendo.

No lo toleraba en absoluto.

Lazos perversos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora