CAP3. Lo pasado se vuelve presente

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El desconcierto se apoderó de mi mente. Era simplemente inconcebible. ¿Había regresado después de más de dos años? ¿Era posible algo así? Podría haberme ocurrido algo bueno después de la triste soledad que aquel día empezó a oscurecer mi vida, pero mi pesimismo estaba demasiado incrustado a fuego en mis pensamientos. Cosa que hacía que en ese momento mi cerebro no reaccionara con una respuesta coherente. Pero no la necesité.

Cuando me había dado cuenta, ella ya había arrancado un beso de mis labios. Si antes tenía problemas para reaccionar, ahora me había quedado absolutamente de piedra. Joder, mi amiga, con una ropa casual (la pronunciación mola un huevo, probad a decirlo con el acento medio inglés) estaba intentando decirme que ella me seguía queriendo... ¿O quizás no?

Estaba a escasos centímetros de ella, después de haberme besado. Tenía una duda muy grave: ¿la invitaba a pasar o la regalaba otro beso? Tenía escasos segundos para plantearme todo esto, y la verdad, se me hacía cuesta arriba. Sólo esperaba una respuesta, algo que me hiciera decidir entre seguir mi relación con Andrea o saludarla con hospitalidad, como un simple amigo.

Cerré los ojos y dejé que un impulso hiciera el resto de trabajo que mi cerebro había dudado.

Abrí los ojos. Tenía su cara muy cerca y estaba con los ojos cerrados, cosa que se veía muy linda (soy español y digo lindo, porque queda super kawaii). Solo un estúpido no se habría dado cuenta de que la estaba besando, y yo el primero. Me dí cuenta cuando empezó a besarme violentamente, como si se hubiera contenido las ganas de besar durante mucho tiempo. Un largo beso (en el que seguía el ritmo de ella, debido a mi falta de memoria a la hora de besar) se hizo eterno para mi, recordando esos viejos momentos en los que nos dábamos los besos de buenos días y esas cosas que hacen los novios que viven a dos pasos uno de otro.

Recordé todos los momentos felices que pasé junto a ella, que no eran pocos, y en lo bien que nos lo pasábamos pipa y nos divertíamos.

Separó sus labios repentinamente.

-Oye, Alex... -Respondió ella sonrojada

-Dime... La contesté mientras sonreí -Oh! Mierda, espera

Fui rápidamente al armario empotrado de mi habitación y saqué una toalla. La invité a pasar y la entregué la toalla.

-Gracias, Alex -Contestó sonrojada
-No hay de que
-¿Quieres saber el porqué del beso?
-Andrea, te conozco, y se que ese tipo de cosas no lo haces con cualquier persona que te abre una puerta.
-¿QUIERES SABERLO?
-No hace falta que me lo digas
Su cara fue de absoluta duda.
-Vaya chica más tonta... -Sonreí mientras la abrazé -Nos conocemos desde hace mucho, pero MUCHO; ya sé como eres
-Entonces...
-Si... -La contesté con una sonrisa -me parece bien si quieres que salgamos juntos
-¿J-JUNTOS? -contestó ella absolutamente sonrojada
Me despegué de ella rápidamente al saber que la había cagado hasta el fondo con esa estúpida afirmación. Soy subnormal...
-Te iba a decir si me dejabas vivir contigo... -Contestó ella intentando evitar el contacto visual.
-Ah! ¿Era eso?
-Pero... No puedo negarlo...
-¿Eh? No entiendo...
-Me gustas... Alex... ME GUSTAS!!!
Mi cara que reflejaba una preocupación existencial importante, ahora reflejaba seguridad y confianza.
La sonreí, intentándola dar a ver que me parecía correcta su declaración, y que la aceptaba sin dudar.
-¿Sabes? -Comenté con una sonrisa de oreja a oreja -Tú fuiste la persona con la que me dí mi primer beso.
Ella sonrió.
-Eso fué hace ya mucho tiempo. ¿No? -Insistí.
-Si, fué hace mucho... -Contestó mientras miraba la ventana -También fué mi primer beso.
-Creo que es una de las pocas cosas que recuerdo con claridad de pequeño.
-¿Recuerdas pocas cosas de pequeño?
-Si -Dije con una cara más seria, mirando al suelo -Desde ese accidente, en el instituto, ya sabes que no volví a ser el mismo.
-Ya... Como he estado contigo tanto tiempo, supongo -Empezó a sonreír mientras comentaba -supongo que sé toda esa historia tuya.
Sonreí mientras observaba las vistas del campo que tenía observando por la ventana.
-Pero, al menos, mientras tú estás aquí, me olvido de todos mis problemas... Todo lo malo desaparece y lo...
(Rugido de estómago)
Andrea empezó a sonrojarse.
Sin decir palabra alguna, me levanté, apagué la sandwichera y agarré un plato con intención de colocar encima los dos sandwiches hechos (que no sé porqué no se habían quemado, porque llevaban allí más tiempo de lo normal)
Saqué los sandwiches y los coloqué tal y como lo tenía pensado. Aproveché mi cordialidad para ofrecérselos a ella, acompañados de una sonrisa mía, intentando ser amable.
-¿Son para mí? -Contestó tímidamente
-Si, ya que veo que no has comido, me parece bien que estos dos (olisqueé el plato con intención de dar envidia) pueden ser tuyos -sonreí irónicamente -Que bien huelen...
-Está bien -dijo ella sonriendo -Un trato
-¿Trato?
-Tu me das de comer, y yo te enseño todo lo que he crecido en estos 3 años
-¿Todo lo que...? -Contesté sin conocimiento alguno -No será lo que estoy pensando...
-Puede
Un cúmulo de pensamientos estallaron en mi cabeza. ¿Qué queria? ¿Querría hacer eso? Es cierto que estaba a un mes de cumplir la mayoría de edad (y ella, según recuerdo ya la tenía)
Le entregué los sandwiches con una sonrisa
-No necesitas hacer eso, creo que es mas importante...
-Alex, quiero perder mi virginidad contigo, ¿no es suficiente?
¿Suficiente? Eres la chica que más me ha gustado desde que tengo memoria, fuiste hasta mi primer amor... Pero de eso a... Darle al tema... Hay un trecho muy largo
-No es eso -contesté nervioso -supongo que no estoy preparado.
-¿Me quieres?
-Si, te lo aseguro -comenté sin pensar
Ella sonrió mientras roía lentamente los sandwiches. Hizo un extraño gesto que no comprendía y me observó con mala cara.
Aparté la vista de ella para dirigirla al móvil: las 23:05
A estas alturas, era hora de ducharse, pero con ella aquí...
-Que corteeeee
-Alex... -me observaba con una cara extrañada mientras seguía con un sándwich en la boca -¿pasa algo?
-¿Pasar? Que va! Tan solo es que... Me voy a duchar
-¿Te vas a duchar? Me parece bien
Como que bien no era muy correcto... Esta es mi casa...
No le tomé importancia y me dirigí a mi habitación, buscando ropa entre los cajones. Encontré toda ella a la primera y me dispuse a ir al baño. Me asomé un segundo y observé a Andrea. Estaba sentada mientras veía... ¿Qué estaba viendo?
-Andrea, ¿Qué es lo que estás viendo?
-Fairy Tail, un anime
Sonreí al saber que estábamos detrás de la misma serie.
-¿Por qué capítulo vas?
-12, acabo de empezarla
-Cuando llegues al 20, la vemos juntos los dos
Ella no respondió, pero una sonrisa de oreja a oreja y la forma tan rápida de asentir me dió la sensación de que estaba de acuerdo.
Abrí la puerta del baño y entré.
Observé el pequeño baño, con espacio justo (y... Ni eso...) para dos personas, con una ducha que no se caracterizaba por ser excesivamente grande. El espejo que había reflejaba la figura de un chico con unas ligeras ojeras que no se había cuidado demasiado, y no mentía. Encerrado en mi casa (saliendo para comprar comida y poco más) uno no se cuida demasiado. Supongo que tampoco pensaba mucho en ello... Pero ahora que tenía pareja...
Me quité la ropa y la introduje en el cesto de la ropa sucia, que estaba en una esquina que no molestaba.
Abrí las puertas de la ducha (que eran de cristal opaco) y me introduje dentro.
Ajusté el nivel de agua mientras recordaba a la familia del creador de ese grifo, que no escupía agua a la temperatura óptima, y me resigné a tomarme un baño caliente.
Llegaba el momento de toda persona: el momento de pensar en la ducha/bañera. Ese típico momento que todo humano (y en muchas series también) reflexionaba sobre su vida, sobre sus últimos actos y sobre el futuro que le esperará mañana.
Ahora era momento de pensar en el futuro: tenía novia, pero en una casa tan pequeña (pensada para una o dos personas) no íba a estar bien. Soy alguien muy tímido para esto...
Se escucha la puerta abrirse y sólo me puedo decir una cosa... ¿Qué mierdas hace aquí mientras estoy en la ducha?
-¿Andrea? -pregunté esperando una respuesta a la sombra que se acercaba a mi
-Alex...
-Si, soy el mismo... -Suspiré
-¿Necesitas ayuda para frotarte la espalda?
¿Frotarme la espalda? Esta chica lo que quería es estar conmigo estando mutuamente sin ropa
-Me tomaré el silencio como un sí -Dijo mientras ella hacía posturas raras, mientras se oía la ropa deslizarse por el suelo. -¿Tu alguna vez te has duchado con alguien?
-Yo... Etto... Ejem... Bueno...
-Ya veo que es nuestra primera vez... Esforzémonos!!
Será cabrona... Poniéndome en esta situación para luego sacarse la típica frase japonesa... Será...
-Vale... Alex... Ya estoy... -Oigo mientras ella se acercaba a la ducha
Mi instinto me guía a tapar mis partes íntimas, a pegarme a la pared mientras me tapo los ojos, evitando cualquier contacto visual o físico, para evitar esas situaciones incómodas que no podía reflejar en mi cabeza.
Empieza a sonar una canción: es de un anime que me he visto, no recuerdo su nombre pero recuerdo la canción... ¿Happy girl? ¿esta también es fan de ese tipo de animes?
La canción adorable aumenta su volumen por unos segundos, para luego volver a su nivel normal. Había entrado.
-Alex... ¿Dónde estás?
Mi ducha tiene una particularidad... Y es que la cantidad de agua salpicada es tal, que no se puede ver dentro de ella. Como siempre he vivido solo, esto nunca ha sido un problema... Pero ahora...
Noto una mano tocando mi pecho
-Alex!!
-Si... -Hablé mientras evitaba tragar el agua que caía. -Soy... Yo...
-Bieeeen
-Esto es un poco... Incómodo...
-¿Si? Entonces lo soluciono rápido
En cuestión de medio segundo, tengo a una chica de algo menos de mi altura abrazada a mi, cuyas partes del cuerpo eran perfectamente notables por mí, cosa que me hacía sentirme muy mal...
-Alex, si vamos a vivir juntos, tendrás que acostumbrarte. Tu lo quisiste, ¿verdad?
¿¡Por qué mierdas tuve que decir eso?! Joder, hoy hacía una cagada tras otra, hoy no daba una.
-Bueno, hora del baño -contestó ella buscando la esponja
-La tengo...
-Ya sé! Ya que somos pareja, usaré mi cuerpo para ello!!
-Tu... Tu cuerpo!!!!
No... No... No podía... No estaba... No... Me esforzé en salir, pero ella tapó la salida, obligándome a palpar para encontrar la puerta corredera.
Noto algo, pero... No es duro... Es más bien blando... Y... Espera... No puede ser...
-Alex... Si que eres un diablillo...
Rápidamente usé mi otra mano,abrí la corredera, corrí hacia la puerta y huí del baño, con toalla y ropa incluida.
-Lo sientooooo
Me vestí con prisas una vez seco y escribí una nota mientras ella se secaba: mañana madrugo a las 7:00, me voy a richcoal a empezar segundo de bachiller. No te diré donde está nada... Tu te lo buscas :p
Satisfecho, me metí en la cama y me dormí rápido... Mañana sería otro día

A normal dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora