Me dí cuenta. Me había desmayado. Estaba junto a las dos chicas mientras entreabría lo ojos lentamente.
-Joder... otra vez... eh...
Me miraron como si hubiera muerto
-Eh... ¿me he perdido algo...?
La gente empezó a abrazarme como loca, parecía que les había preocupado bastante... Pero ya estaba todo solucionado. Me senté cómodamente en la arena y hablé al profesor.
-Oye, ¿mi tiempo?
-Justo, ¡pero llegaste!
-¡SI! -Salté de la alegría incorporándome de golpe, aun con marcas de sangre en la camiseta
Los compañeros a mi alrededor empezaron a vitorearme como si hubiera conseguido algo imposible para un humano normal.
-¡Pues a clase! -Respondí sonriente llevando la mano al cuello de Andrea
Se ve muy bien esto. Es una buena vida. Espero que dure aún mas. Soy de los mejores de la clase, con grandes amigos y una novia... No puedo pedir mas!
Una vez concluidas las clases, me dirigí a casa, Andrea tuvo que desviarse para coger algunas cosas que tenía donde vivía antes. La besé con gusto y me retiré a casa despacio, para disfrutar de una relajada tarde en casa.
Llegué tranquilamente, entrando sin problemas. La casa estaba desordenada, así que me tocaba recoger de nuevo. Supongo que es algo a lo que hay que enfrentarse. Encendí el ordenador para disfrutar de algunos juegos y matar el tiempo, además de poner algo de música mientras recogía sin ganas.
Era aburridísimo, y encima estaba solo. Andrea no estaba aún, tras horas después.
Salí a la calle a comprar algo de comida, o cualquier cosa para comer rápido. Ya eran las 8, así que tenía que darme prisa para comprar algo. Pero por suerte, en el supermercado había gran calidad de productos en los que podría elegir. Escogí un par de pizzas (porque con una no bastaba) y fui a casa feliz de tener la cena para los dos, teniendo la esperanza de que ya estuviera Andrea en casa.
Llegué a casa. Hacía frío, tanto que sentía como mi nariz empezara a congelarse. Abrí lentamente mi puerta, como siempre había hecho. Pero esta vez no era como siempre. Un hombre encapuchado y con un cuchillo en mano estaba dentro ojeando todo lo que tenía, buscando algún objeto específico.
Al verle, me abalancé sobre él, pero me clavó el cuchillo que tenía en su mano en el abdomen, siendo sorprendentemente lento en mi reacción, y tras sacar el cuchillo, veo como se aleja lentamente, dando pasos pequeños... tranquilos... pero todo se vuelve mas negro... Mi consciencia se va... Y de repente... Andrea... estaba hablando con ese hombre. ¿Andrea...? ¿Qué pasa? Ayudame... No cierres la puerta... No...
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A normal day
Teen FictionComo un grupo de chicos, cada uno con un problema de cualquier tipo, pasan los días divirtiéndose y creciendo juntos. Pero la realidad es muy fuerte y les obliga a sacar recuerdos dolorosos que no quieren que salga a la luz. Buscando formas de alivi...