Parte 1:
—Ah, Potter. ¡Potter!
—¿Eh?
—¡Por el amor de Merlín! —gritó Draco mientras se detenía—. ¿Se puede saber en qué demonios estás pensando esta noche?
—Lo siento... estaba en otra cosa... yo...
—¿En otra cosa?
—Sí, es... trabajo, pero ya estoy, sigue.
—Se supone que esto es para divertirnos, Potter. Si te supone un problema...
—No... no es... ya estoy, lo juro.
Draco lo miró con una ceja levantada. Realmente Potter debía tener problemas en su trabajo, llevaba varias noches en que se quedaba en blanco o mirando a la nada mientras lo hacían y no es que esperase una mirada inundada de amor o algo así, pero sí que al menos lo hiciese a los ojos. De esa forma sentía que lo estaba haciendo sin ganas, o por compromiso. Y he ahí el quid de la cuestión. Por eso no quería parejas. Por eso se follaba a Potter algunos días a la semana sin nada más, porque no quería convertir el sexo en una rutina.
Volvió a fijar su vista en el moreno y lo vio algo apurado. ¿Podría ser que ya se hubiese cansado de aquel acuerdo? Era probable, aunque habían quedado en que en cuanto alguno se aburriera o encontrase a otra persona (una fija al menos) simplemente lo dirían. ¿No se supone que así son las relaciones sin compromisos? Pero claro, estaba hablando de Harry Potter. Lo que quería decir que había unas altas probabilidades de que realmente no quisiese seguir follando con él y no se lo dijera por "no hacerle daño" o alguna chorrada heroica parecida.
—Creo que será mejor que lo dejemos por hoy —dijo levantándose de la cama.
—¿Qué? Pero si aún no...
—Precisamente, Potter, aún no hemos hecho nada. No estás en lo que estás. Está bien si tienes algún problema, o lo que sea. Pero hicimos este trato para divertirnos, si no estás en condiciones ya lo haremos otro día.
Harry vio como Draco cogía su americana y salía por la red Flu pocos minutos después.
Todavía tumbado en la cama y desnudo, se tapó la cara con ambas manos y se tiró hacía atrás.
Esto no podía estar sucediéndole a él. Él. Que después de la guerra estuvo acostándose con unos y con otros. Que fue dejando a gente en sus casas por las mañanas. Él. Que fue llamado e insultado innumerables veces por irse sin siquiera despedirse.
Tenia que ser otra cosa. Porque por fin había encontrado la "no relación" que quería. Algo sin compromisos. Sin "te llamo después", sin ningún tipo de atadura y con los dos sabiendo muy bien y desde el principio que el único motivo de que ambos estuviesen solos en la misma habitación era para follar.
Se levantó de la cama y se metió en la ducha, quizás una le viniese bien para pensar todo lo que tenía volándole por la cabeza. Porque no entendía realmente cómo había llegado a aquel punto.
Había coincidido con Draco varias veces en un pub muggle antes de acercarse a él por primera vez. Si había terminado yendo a bares muggles era por la discreción, ya le habían aparecido alguna vez amantes en las portadas de corazón de bruja y no tenía intención de que volviese a ocurrir.
Sus miradas se encontraron en más de una ocasión en aquel lugar. Sus ojos coincidían una y otra vez, se sorprendían cuando se daban cuenta que el otro también lo miraba, pero no se dirigieron la palabra hasta que una noche ambos chocaron en el cuarto oscuro.
Harry siempre piensa que fue culpa de la situación en la que ambos estaban, cada uno estaba recibiendo algo en ese momento, los dos tenían a un muggle haciéndole un favor y sus ojos se encontraron en medio de la habitación. Esta vez no pudieron apartar sus miradas y cuando culminaron fue que se dieron cuenta de lo que había pasado.