Papá.. Suicida. Dominik Santorski fanfic. [HOT]

Intro.✨

Mi cita con el psicólogo habia terminado al fin. Con ello traía un enorme aburrimiento y ganas de encerrarme, rogaba en mi interior que el patético chofer estuviera ya afuera listo para sacarme de este lugar. Revisé mis muñecas mientras seguia caminando. Las cicatrices eran visibles, el jodido psicólogo no era tan idiota como se ve, mas bien soy yo. Queria golpearme mentalmente, ahora estaba en problemas, la terapia volveria a ser por mas tiempo.

Yo aún no podia dejar de cortar mi piel.

Seguro ya esta llamando a alguno de mis padres, para decirles todo.

Salí de mis pensamientos al chocar con alguien, levante la mirada a punto de mirar mal a quien fuera que estuviera frente a mi... Mi sorpresa fue grande.

La chica se tambaleo, con el ceño fruncido levanto la mirada y pude apreciar sus preciosos ojos.
Eran algo intensos, De un verde Azulado magnífico con largas pestañas rizadas, además de sombra negra a su alrededor lucían mucho mas.

Tenía rasgos finos de muñeca, la recorrí rápidamente tratando de no parecer morboso , su ropa era un estilo Grunge y dark, pero sexy.

- Disculpa- musite mirandola con gesto serio.

Solo recibí un leve asentimiento con su cabeza, continuando su caminó sin volver a mirarme. Mientras yo gire mi cabeza para verla una vez mas, que buena figura.

Que linda chica.

Prosegui mi camino, olvidando a la chica, quizá podria encontrarla o verla otro dia.

Divise el auto, camine con prisa hacia el saludando a Bob. Conecte los audífonos al movil guardado en mi bolsillo, reproduciendo la musica mientras avanzaba.

Llegué a casa, era temprano tan sólo las 12:35 de la tarde, cuando tuve un pequeño ataque de ansiedad que casi me conducía al suicidio, mis padres las personas mas ocupadas del mundo, se dieron cuenta de mi estado. Creo que me eh controlado ahora, prácticamente ya no asisto al colegio decidieron darme una pausa y por ahora pagar a alguien para aliviar mis lagunas mentales. Algo imposible.

Pero por lo menos estaba alejado de toda la mierda que es el Instituto. Y si quería seguir lejos debia asistir a las inservibles terapias psicológicas.

Subí a mi habitación, lentamente caminé a mi cama, cuidando de no hacer ruido levante el colchon sacando esa maravilla.

Por lo menos me aliviaria un rato, prepare mi hierba y estaba lista para fumar.

Abrí la ventana, para no apestar mi habitación, y di una profunda calada, dos, tres y asi hasta sentirme mas relajado. Funcionó.

Es una lástima que solo dure un rato, y que no existan drogas para el alma y la mente.

*****

Ha pasado otra semana y es momento de volver a la clínica a recibir otra consulta.
Quería darle una paliza al estupido psicólogo, recuerdo que dos dias después mi padres me dieron el sermón mas largo y aburrido, diciendo siempre lo mismo.

Bien, tenía que controlarme. Me inspiraria si por lo menos me hubieran asignado una chica psicóloga, linda y que me dejara seguir lastimandome hasta donde yo quisiera y deseara.
Para mi mala suerte en un viejo, algo loco, que ironía. Es psicólogo y tiene una pinta de lunatico que no puede con ella.
Ya estaban llamandome a pasar a su consultoria. Caminé preparándome para 2 o 3 horas de aburrimiento, repitiedome que tengo tendencias suicidas y bla bla bla.

Saludé y estaba listo para empezar.

Para mi mala suerte la terapia habia durado 3 hrs. Y media. Que mierda, estaba fastidiado, como siempre queria salir huyendo de ahi pero debia quedarme por lo menos otra hora, pues parecia que necesitaba resultados de mis pulsaciones y ondas cerebrales. Que estupido.

Caminaba para llegar a la maquina de comida y snacks, tenia antojo hacia 2 dias que no probaba nada y ya estaba molestando mi estomago. Saque las monedas de mi bolsillo contando si tenia las necesarias. Iba tan distraído que volvi a chocar con alguien, estaba molesto por su culpa varias de mis monedas habian caído.

- ¿Podrias fijarte? -Habló con un tono molesto, era la misma chica de la vez pasada.
- Tu deberías prestar mas atención, no te encierres en tu mundo! -respondí bruscamente.

Su semblante cambió a uno lastimado. ¿Ahora que hice?.

- Oye, oye... No sé que dije pero... disculpame. -dije sin dejar de mirarla, ella retrocedió recogiendo las monedas del piso, no sabia que hacer, es decir nisiquiera sabia en que la habia cagado.

Rápidamente me las entregó, girandose para irse, sin dudarlo y sin saberlo la tomé del brazo.

- Tienes cita? O algo por el estilo? -pregunté- Es la segunda vez que te veo por aqui.

Ella asintió atenuando su gesto, ahora era mas relajado, pero sus ojos mostraban secretos y profundidad.

- Parece que no hablas mucho. -Ella sonrio de lado, era una sonrisa hermosa y muy peculiar pues estaba llena de sensualidad y misterio.- ¿Quieres venir fuera conmigo?, yo también tengo terapia pero ya no aguanto estar mas aqui.

Ella relamio sus labios y creí que me negaría la "salida". Sorprendentemente jaló mi brazo y salimos corriendo, huyendo como si un demonio nos persiguiera.

Tal vez era verdad, mil demonios nos perseguían.

Tenía una sensación, mirarla me daba algo. Huyendo con nuestras manos entrelazadas me decía que tendría un lugar en mi futuro.
Era el principio de algo nuevo en mi vida, de eso estaba seguro.

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Gracias por leer. X.