Papá.. Suicida. Dominik Santorski fanfic. [HOT]

23: "Voces. "

Linaev.

Decidí tocar la puerta, era extraño que me encontrara frente al hogar de una chica que conocía apenas unos días atrás, pero su historia y la discusión que habían tenido -nuevamente- en mi casa me daba una sensación de querer ayudarlos. Me daban algo de lastima ambos, y por eso mismo, al ver a Dominik derrumbado en el sofá en el que ambos habían pasado la noche gratamente follando, me rompió el corazón.

Había visto a muchos amigos sufrir por amor, pero nadie tan destrozado como el, con el dolor tan a flor de piel y las palabras tan sinceras, que tome la decisión de intervenir.
La conozco a ella, no completamente pero se que le quiere, y que solo necesita una salvación para aceptar que lo ama, quizá llegar al hoyo para después ver la luz, no lo sé totalmente.

-Hola. -salude sonriendo levemente a la chica que esperaba encontrar.

Me miro fijamente sin expresión y se hizo a un lado invitandome a entrar.

-No recuerdo darte mi dirección, pero da igual sientate. -contesto encendiendo un porro y absorbiendo un poco.

La mire fijamente, sus ojos brillantes, el abdomen.

-No deberías fumar ni meterte mas cosas dañinas. -
-¿Quieres? - pareció ignorar mi comentario y negué con la cabeza- Cuando enciendo esto, yo también me enciendo y no me pidas que lo deje, no controlo mi comportamiento......De todos modos la vida no dura, dejame disfrutarlo.

-No lo digo por el daño hacia ti. -mire su cara con detalle y atención que pareció incomodarla- Puedes estar dañando a otro ser.

Mire su abdomen. Bajo la mirada en busca de lo que yo si notaba pero no ella.

-No mas cosas que no entiendo, o insinuaciones. -mis palabras la dejaron con la duda por lo que vi como apago el porro- Tu visita es?

-Dominik.
-¿El que?
-No soy nadie para meterme, pero se necesitan mujer, y lo vas a descubrir pronto....-relami mis labios pensando en las palabras correctas- Escuche toda la discusión, ambos se hicieron un daño terrible con sus palabras..

Ella estaba a puntó de hablar pero la interrumpí.

-No te atrevas a negar que no te importo lo que dijo, no conmigo. -volvi a callarse y agradecí mentalmente - No lo dejes, si le quieres hazlo feliz así como el trata de hacerlo contigo, no seas egoísta contigo misma y con el. -suspire- No estoy segura de lograr que cambies de opinión pero ojala algo de mis palabras queden en ti. Es amor de verdad, amor tan puro que dudo vuelvas a encontrar en otra persona, o en las drogas.

-Gracias por tratar de ayudar a Dominik.

-No solo a el, principalmente a ti Aily. -confese frotando las palmas de mis manos- Perdón por llegar así a tu casa, soy Linaev por si lo olvidaste. Y es mejor que me valla. -me levante mientras ella seguía mirando a la nada- Se fuerte ahora mas que nunca, por ustedes tres.

Sonreí con cariño y me di la vuelta.

-¿Tres? -murmuro a mis espaldas pero la ignore.

Vi como me siguió a su puerta despidiéndose con la mano y dándome una leve sonrisa verdadera.
Quizá si logre algo, no lo sabré hasta después, con ella es imposible conocer que es lo que tiene dentro.

Pero también temía la reacción de ambos, ninguno estaba consiente, yo lo pude notar por esos ojos brillosos y con mas luz de lo normal y la vibra distinta en ella, estaba esperando un bebé.

Aily.

-¿Alo? -recargue el teléfono en mi oreja esperando escuchar a la persona que interrumpía mi sesión siesta tirada en mi cama con la mayor pereza del mundo.

-¿Hija? Soy yo, papá. -

Suspire con cierta sorpresa de escucharlo, hacían tantos días que se había ido y no sabia nada el.

- Ah, hola.
-¿Como estas pequeña?....-hablo vacilante con duda en la voz, pero no me interesaba solo quería colgar ya y subir a hundirme en mi desgracia nuevamente.

-Bien. ¿Algo importante que decir padre? -conteste directa y fastidiada.

-Solo quería asegurarme de que estés bien, no cuide mucho de ti cuando estabas en la clínica, y ahora que no estoy ahí es peor, pero sabes que te amo no dudes en contactarme si tienes algún problema, eres mi niña mi bebé y eso no va a cambiar, lo que pase con tu madre y yo no es culpa tuya, bien? Te dejó mi numero apunta es..............-

Colgué sin dejarlo terminar, rodé los ojos y subí de nuevo a encerrarme en mi habitación.

¿Acaso el piensa que me culpo de lo que paso entre ellos?, que idiotas son a veces los padres, en lugar de hacerte sentir mejor la cagan mas.

Me tumbe boca arriba en la alfombra del piso dejando salir espesas bocanadas de humo grisáceo por la boca, no había fumado en muchas horas, me deje llevar por las palabras de la chica que había llegado a mi casa, creo que se llama Linaev, su mirada tan particular y sus palabras me había dejado algo consternada, da igual, decidí dejar de pensar en Santorski y no me había parado a analizar la situación no le veía chiste. A mi mente llegaron preguntas tontas por aburrimiento.

Yo como madre, definitivamente no me veía con ese futuro, pobre de mi y pobres niños.
Pero escarbando profundamente en mi interior y lo que odio aceptar me asustaba muchísimo la idea.

Me asustaba tener hijos y que cayeran en lo mismo que yo, que no supiera protegerlos o escucharlos, que se avergonzaran de mi por no ser buena mamá. Joder, el repetir los errores de mis propios padres conmigo me ponía los pelos de punta.

Tantas y tantas cosas salieron de mi cabeza, y si, me dolía la separación de mis padre, mamà ya no estaba en casa casi nunca....... No entiendo el porque de todo, de su relación, no puedo, y siento una presión en el pecho.

La ansiedad regresa nuevamente, y las lágrimas ya están empapando todo mi rostro, mis uñas rascan la piel de mis brazos con desespero.

¿Por que ahora?

-N-no mas......-me levantó con pasos temblorosos respirando frenéticamente en busca de oxigeno.

Me siento atrapada y atormentada de nuevo.

No puedo mas y tiro todo lo que se atraviese en mi camino sollozando sin parar con la sensación de terror en mi.

-¡¿Oh dios que sigues haciendo aquí?! -las voces me gritaban, voces de las que desconocía el paradero- Eres una basura, no te das pena? Huye de aquí que no te quieren!

-¡Vete, vallanse! ¡Los voy a matar! -grite con desespero acurrucandome en la esquina de la habitación.

-Iremos por ti, ten miedo, mucho miedo.......-canturreaban con burla.- No vale la pena que sigas viviendo, mirate sigue drogandote, sigue destruyendo, que asco causas.

-¡Dejenme!

Solloze tapando mis oídos en busca de callarlos, ellos venían por mi aunque me escondiera me encontrarían. Cerré los ojos fuertemente, ¿Para callarlos tendría que matarme?

Abrí los párpados y vi una enorme silueta aprisionandome.

-¡Sueltame, ellos vienen por mi otra vez! -grite con euforia queriendo salir de la prisión de aquellos brazos.

Sentí un piquete en el brazo y me desvanecí.

Al fin se callaban.

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