CAPÍTULO 11. NO TE VAYAS.

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Mi corazón comenzó a latir fuertemente

Abrí la puerta de la habitación y ahí estaba Dylan

Me senté en la pequeña silla que se encontraba a su lado, lágrimas empezaron a bajar por mi rostro al ver el montón de cables conectados alrededor de sus manos y todo su cuerpo

Agarre sus manos entre las mías

- Dylan – susurre – Dylan, tienes que despertar, por favor

Mis ojos comenzaron a cerrarse, hasta que me quede dormida al lado de Dylan, son sus manos entre las mías.

Al fondo se escuchaban voces y un sonido exasperante de una máquina

- Despierte – logré escuchar – señorita despierte – el ruido empezó a escucharse cada vez más fuerte - necesitamos que salga de la habitación

- Porque? ¿Qué pasa? – pregunte somnolienta

- Señorita tiene que salir – se escuchó el pito de las máquinas, era Dylan, el cuarto comenzó a llenarse de enfermeras

- Que es lo que pasa? Que es ese ruido? e

- Por favor salga – dijo la enfermera – él no está respondiendo

Salimos de la habitación y me encontré con mis padres

- ¿Qué pasa Alli? – preguntaron

- El no responde – dije – no sé qué pueda pasar con el

Me envolvieron en sus brazos, no pude contener las lágrimas y comencé a llorar

- Tranquila, mi amor – decía mamá – todo pasara

...

Estaba esperando la respuesta de un doctor, pero aún no decían nada sobre Dylan

Por favor Dylan, despierta, por favor

Paso una hora cuando un doctor salió de la sala de emergencias

Y en ese momento no sabía que podía esperar

- Dylan, no te vayas , por favor – susurre


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