Inesperado

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Me levante, me duche y me vestí no me sentía cómoda, bueno lo ocurrido esta mañana a nadie la dejaría cómoda, pensando tantas locuras no me di ni cuenta y ya estaba en el comedor.

-Buenos días-dije feliz

-¿que tiene de bueno?-respondió Cris

-¿ocurre algo?-

-no nada-bueno le tome poca importancia a su gran respuesta

-Cris puedes confiar en mi-dije dando un sorbo a mi jugo

-Emi, bueno es por lo que ocurrió anoche-suspiro- no quiero que vuelvas a ver o estar cerca de ese imbécil no quiero que salgas lastimada ¿ok?-

-Cris, tu...no tienes derecho a darme órdenes además Clark es buen chico solo que no lo conoces bien- objete

-Emi tu cono sabes como es realmente Clark- el tono de Cris era serio

-bien, pero eso si no me pienso alejar de el- dije enojada dirigiendo me a la entrada de la casa

Me sentía extraña, aun no sabia que existía entre Clark y yo, bueno aunque se que es mas que amistad bueno aunque los amigos no se dan besos en la boca.

Me senté en un banco en la plaza y a los minutos me sentía tan aburrida y sola que no se me ocurrió la mejor idea que llamar a Clark, tome mi teléfono y marque su numero.

-hola?-respondió

-hola soy Emili-dije un tanto nerviosa- ¿estas ocupado?-

-no, ocurre algo preciosa- su tono sonó algo preocupado

-no para nada, es que solo quería saber si podías venir a la plaza quiero hablar contigo- solté

-ok, estoy allí en no se un par de minutos-

-ok te esperó-dije y colgó

Me quede esperando unos minutos en la banca y luego decidí dar un par de vueltas por la plaza, ya habían pasado una...quince a media hora y no se veía a Clark por ningún lado, el timbre de mi teléfono me hizo salir de mi pequeño transe

- ¿donde estas?-fue lo primero que escuche

-¿tu donde estas?- respondí

- cerca de la pileta y ¿tu?- escuche de la otra linea y colge

Camine rápido ya que estaba en un extremo de la plaza y la pileta estaba casi en el centro de esta, mire por toda la pileta y no había rastro alguno de Clark hasta que una mirada divertida se encontró con la mía y estaba del otro lado de la pileta.

Lo abrase, le di una pequeña sonrisa a la cual el me devolvió, nos sentamos al borde de la pileta.

- hola-le salude

El amor en mi contraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora