El día de ayer acababa de llegar a mi nuevo hogar, una nueva ciudad, nuevos encuentros, nuevos descubrimientos.
En este momento estaba en mi nuevo instituto, yendo hacia mi salón en compañia del profesor, caminando por el pasillo viendo de un lado al otro haber si había algo interesante.
Cuando entre al salón todos me miraron, soy el nuevo es normal que me vean así , mire hacia las personas que estaban en el salón, nuevas caras a conocer, entonces la vi.
Ella era bonita, no era una supermodelo ni nada exagerado pero llamaba la atención. Al menos para mi así era.
La estuve viendo durante la clase lo menos posible, no quería incomodarla, sin embargo cuando intentaba concentrarme en otra cosa mis ojos volvían a ella, siento que la conozco de algún lugar. Tenía el cabello largo y muy oscuro, era alta comparada con las otras, sus ojos son lo que me intrigaron, eran de un negro brillante, muy bonito. Me pregunto porque me resulta tan familiar.
Pensé en hablar con ella después de haberme presentado pero no me salían las palabras, no sabía que decir y sin darme cuenta las clases terminaron. Antes de irme tenía que hablarle.
-tal parece que esta ciudad tiene algo que me interesante después de todo- dije al momento de levantarme para después retirarme.
En mi habitación, yacía acostado en la cama pensando en esos ojos que me enloquecieron en más de una manera.
-¿quién es esa chica? Se que la he visto o tal vez no, ya no se-solté un fuerte suspiro al recordarla otra vez.
Entonces escuche mi celular, me acerque a ver quien hablaba ... era mi ex-novia. Nunca se cansa de insistir con lo de volver, ya no la quiero ni volver a ver,después de lo que hizo. Apague el celular y salí a pasear. Vamos a conocer la ciudad.
Iba caminando por un parque cercano a mi departamento, cuando la vi.
Leila estaba sentada debajo de un árbol leyendo un libro sin prestar atención a nada ni nadie, no sé que me paso, solo sé que quería hablar con ella y me fui acercando a ella.
Cuando estuve a unos pasos de ella la llame antes de poder acercarme más.
-Liah, que sorpresa- note que se sobresalto al escuchar su nombre de repente de la boca de un casi extraño, cuando me vio se formo una O en su boca. Me dio risa su expresión.
-Nathan...- escuche que decía algo nerviosa, viendo hacia los lados como buscando algo o a alguien. Que raro...
Le sonreí y me senté a su lado, ella no dijo nada solo aparto la mirada, y se alejo un poco de mi pero no se levanto, algo es algo.
-Liah me estaba preguntando... - no pude terminar de hablar porque ella me interrumpió diciendo que se tenía que ir, hable muy pronto antes.
Le tome la mano en cuanto se levanto, fue tan repentino que ni cuenta me di hasta que ella volteo a verme y luego mi mano. Que estoy haciendo apenas y se su nombre.
-Lo siento- dije soltando su mano - Es que quería preguntarte si me podrías mostrar la ciudad porque no sé donde esta nada- dije intentando hacerla que se quedara más tiempo.
-De acuerdo- dijo ella algo tímida, se veía tan... No se como explicarlo, era una especie de mirada reservada pero curiosaa la vez.
Los dos nos dirigimos hacia el centro de la ciudad donde estaban las tiendas, restaurantes, etc. Liah casi no hablaba y no conseguí sacarle ni una sonrisa , es tan diferente, tan misteriosa... quiero conocerla mejor, siento que nos llevaríamos bien.
Estuvimos horas caminando hasta que vi una cafetería algo escondida entre arboles, voltea a ver a Liah y ella estaba viendo la cafetería también, así que la invite a ir ahí. Al principio se negó pero después de unos intentos accedió.
Al entrar vi que era muy acogedora con sus paredes de madera y diversas decoraciones rusticas, pinturas de paisajes y flores de diversos tipos. Fuimos a la terraza del lugar y nos sentamos al final de esta.
-Este lugar me agrada- dije mientras la miraba y luego al escenario que nos rodea- me hace sentir relajado-
A Liah se le escapa una risilla, al final se rio de algo.
-¿Qué pasa?-pregunte con una sonrisa de oreja a oreja- te estás riendo de mi Liah-
-Para nada- dijo mientras desviaba la mirada - es solo que no pensé que pensarías como yo- eso me sorprendió, al parecer tenemos algo en común.
-Hm... tal parece que si lo hago- que tanto misterio tendrá ella que la haga tan interesante- Liah... que tal si jugamos un juego para conocernos mejor- quiero saber quién es en realidad.
- la verdad no se...- parecía preocupada por algo pero no le pregunte porque, apenas y la conocí hace unas horas.
- vamos solo es hacerse preguntas el uno al otro- de repente ella se tenso, fue algo que dije- si no quieres contestar algo no importa... okay?-dije en un intento de calmarla y al parecer si funciono, ya que al momento de decirlo se relajo.
- Esta bien Nathan- dijo mientras se ponía seria - pero yo empiezo-
-como gustes Liah-
Pasó el tiempo y ya estaba anocheciendo, ya era hora de despedirnos pero no quería dejarla ir aun, por eso le propuse acompañarla a su casa, al que se negó rotundamente sin dejarme otra opción que dejarla ir.
Al llegar a mi departamento me cambie de ropa por un pantalón que uso de pijama, sin camisa y me tire en la cama. Liah fue lo primero que me vino a la cabeza. Ella es muy interesante, según lo que dijo vive sola, sabe tocar el piano, le encanta leer, no es ni buena ni mala en los deportes y es inteligente pero al parecer no es muy popular.
Hace mucho tiempo que no pienso tanto en una persona en especifico, que curioso...-¿Qué me has hecho Liah?- fue lo último que dije antes de dormirme profundamente.
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Mi pasado, Yo y Él...
RomancePuede el pasado afectar tanto el presente. Puede una persona dañada volver a confiar. Pueden evitar cometer los mismos errores.