¿Qué le hiciste?

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Los últimos días han sido un poco extraños. Desde ese día no he vuelto a hablar con Liah, intente hablarle pero ella hizo como que no me escucho, volví a intentarlo y volvió a ignorarme, y así fue cada vez que intentaba acercarme a ella.
Estaba siendo evitado por Liah y no sabía exactamente porque razón. Qué había pasado para que las cosas terminaran así, de un día al otro ya no quiso saber nada de mi.

Mientras me debatía entre que causo esa reacción en Liah, las otras chicas comenzaron a hablar más conmigo, me saludaban cuando me veían ,e reían de la cosas que decía aún si no daban risa, y me invitaban a salir, a veces les decía que si y otras que no, esto dependía de como se comportaban, si veía que solo querían alguien con quien jugar entonces decía que no, por el contrario si buscaban un amigo o algo similar no había razón para rechazarlas. Pero, ni aún así, podía olvidar a Liah por raro que pareciera, no quería dejar ese cabo suelto, quería hacer algo por ella pero no sabía que exactamente. Aún recuerdo el último momento en que hablamos, su mirada no decía lo mismo que sus palabras. Sus ojos pedían ayuda, pero no se porqué.

Pasaron semanas y seguimos igual, sin contacto excepto cuando era requerido para cosas del instituto, pero si no nada, ni siquiera un hola.

Durante el tiempo en que no hablamos, mantuve un cierto interes en saber más de Liah, ahí fue cuando comprendí que a pesar de ser una persona agradable solo tiene una amiga, una chica popular,guapa y amistosa según veía... sin embargo parece ser que no le importa eso, es amiga de quien quiere sin importarla apariencia del otro o sus gustos.
Entiendo porque Liah puede hablar y reír como si fuera algo normal con esa chica, ella es una persona que sabe diferenciar entre lo que vale la pena y lo que no. Me gustaría poder entender a Liah como ella y poder ser su amigo... ayudarla a no tener esa mirada tan triste al ver al horizonte.

-¡Nathan!, ¿me estas escuchando? - algo me saco de mis pensamientos, o mejor dicho alguien.

-Lo siento Mel, estaba algo distraído, ¿Qué decías? - respondí a la pelirroja que me había llamado antes, evitando que reflexionará más sobre la vida de una chica con la que ni hablo.

-Eres un caso perdido...-dijo mientras colocaba su mano sobre su frente en una especie de gesto dramático, antes de continuar con lo que me estuviera diciendo - Te estaba contando sobre la chica que se siente a un lado tuyo-

-¿Qué paso con Liah?-la pregunta se me escapo en un tono más brusco de lo que pretendía y Mel me vio raro un segundo y luego siguió hablando como si nada.

-Si ella..., lo que sucede es que escuche que se metían con ella antes, jugándole bromas pesadas, haciendole su vida difícil y eso como que la cambió, nadie sabe como exactamente pero ella es especial, no se sabe de que es capaz...-eso me tomo por sorpresa, ella no parecía mala no nada, y eso de que la lastimaran antes podría ser una razón causante de esa mirada... - No creas en todos los rumores que escuchas Mel. -
- ¡¡No son solo rumores, hay muchas pruebas de ello!!- su tono subío demasiado de golpe.
- Tranquila Mel, que todos nos ven raro por tus gritos - y efectivamente nos miraban debido a su grito repentino, que raro. - ¿qué pruebas hay? - pregunte en un tono más calmado pero lleno de curiosidad por saber más de una chica tan misteriosa como Leila.
- Nathan no puedo decirlo, no me dejan... sin embargo puedo decirte que te mantengas alejado de ella, es lo mejor creeme- ella solo dijo esto y no me dio tiempo de responderle al irse apenas terminó de advertirme.

Al escuche eso, me levante y salí del aula, busqué a Mel en el pasillo pero ya no estaba cerca.
Vino aquí para advertirme y me dejo pensando en tantas cosas, ahora estaba enfadado y desesperado, pero más que nada triste... Por ella, por Liah. No entiendo que me pasa, si casi ni la conozco, pero sigo teniendo este sentimiento de que la he visto antes en algún lugar.

Mi pasado, Yo y Él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora