Enero

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Enero 1
Anoche estuve en la fiesta de fin de año en casa de Scott. Los chicos perdieron los estribos. Algunos bebieron en exceso. Yo me vine temprano, excusándome con que no me encontraba bien; pero la verdad es que tengo tal ansiedad porque nos mudamos dentro de dos días, y esto hace que yo no sea yo. Estoy segura de que no pegaré ojo durante las dos noches que faltan. Piensa, Diario, que nos trasladamos a un nuevo hogar, una nueva ciudad, un nuevo distrito y un nuevo estado, todo a la vez. Mamá y papá conocen unas cuantas personas de la Facultad y, al menos, han tenido ocasión de conocer la nueva casa. Yo he visto fotos, pero sigue pareciéndome extraña, grande, fría y de mal agüero. Deseo que me guste y se adapte a nosotros.
Francamente, no me atrevería a decírselo a nadie mas que a ti, Diario, pero no estoy muy segura de abrirme paso en una nueva ciudad. Apenas lo he conseguido aquí, donde conozco a todos y todos me conocen. Ni siquiera me he permitido pensar en ello, pero realmente, la nueva situación no me ofrece gran cosa. Oh, Dios, ayúdame a adaptarme, ayúdame a ser aceptada, ayúdame a ser parte; no permitas que me excluyan de la sociedad, que sea un lastre para mi familia. Ya estoy otra vez lloriqueando. ¡Otra vez! ¡Qué lata!, pero no puedo remediarlo. Es todo lo que puedo hacer ante la idea del traslado. Ya estas mojado otra vez. Menos mal que los Diarios no se resfrían.

Enero 4
Ya hemos llegado. No son mas que la una y diez del 4 de enero, y Tim y Alex ya se han peleado, y mama o tiene el estomago revuelto o esta transtornada por tanto jaleo; sea lo que sea, papa tuvo que parar dos veces el coche para que ella pudiera vomitar. Algo va mal y las luces no funcionan; creo que incluso papa estuvo tentado de dar media vuelta y regresar a casa. Mama había hecho un croquis indicando donde quería que los empleados de la empresa de mudanzas colocaran las cosas, pero ellos lo han enredado todo. De modo que nos disponemos a desenrollar las mantas y dormir en la cama que este mas a mano. Me alegra haber traído mi pequeña linterna de bolsillo, al menos veo para escribir. Confidencialmente: la casa tiene un aspecto muy raro y fantasmal, pero tal vez es porque no tiene cortinas ni nada. Quizá mañana se vea todo mas alegre. Verdaderamente, no podía tener peor aspecto.

Enero 6 noche
¡Oh, Diario, ha sido algo horroroso! Es el sitio mas solitario y más frío del mundo. Durante el interminable día no me ha dirigido la palabra ni una sola persona. A la hora de almuerzo me fui corriendo a la enfermería y dije que me dolía la cabeza, luego falté a mi última clase, me fui al drugstore y pedí un chocolate, dos raciones de patatas fritas y una Coca-Cola gigante. La vida debe tener algo digno de ser vivido. Mientras comía me odiaba por ser tan infantil. Estoy tan lastimada porque pienso que, probablemente, yo hice lo mismo a todos los anteriores alumnos que llegaron a mis anteriores escuelas: ignorarlos totalmente o mirarlos como a bichos raros. De modo que ahora soy yo la que recibe desaires, y supongo que lo tengo merecido, pero, ¡como me duele! Me duelen hasta las uñas de las manos y de los pies, incluso las raíces de mi pelo.

Enero 7
La cena de anoche fue algo atroz. Alex adora su nueva escuela y a su amiguita Tricia. Tim se vino en el autobús con el chico del vecino y es el tercero en su clase; dice que las muchachas son mas monas que las de la antigua escuela y que todas se pirran por el, pero siempre es así cuando un chico nuevo entra en una escuela. Mama asistió a un té y encontró que todo el mundo es <<encantador, hermoso y agradable>> (¡qué bien!). Bueno, pues yo como aceite sobre el agua: no consigo adaptarme ni encajar del todo. Observando a mi familia, a menudo me parece que yo debo ser una intrusa. ¿Como puedo ser tan birria si pertenezco a un barrio social tan elástico, amistoso y sociable? El abuelo anduvo metido en política y siempre fue el candidato favorito, con la abuela viajando a su lado. ¿Qué me pasa a mí? ¿Seré un atavismo? ¿Una inadaptada? ¡Un error!

Enero 14
Ha transcurrido una semana entera y nadie ha ido mas allá de lanzarme una mirada curiosa, hostil. <<¿Qué haces aquí?>>, o algo por el estilo. He tratado de enterrarme en mis libros, en mis estudios y en mi música, fingiendo que lo demás me importa un pito. Supongo que, realmente, no me importa mucho y, además, que mas da que me importe o no. He engordado dos kilos y medio y también me tiene sin cuidado. Mi madre está preocupada por mi, ya lo se, porque me he vuelto tan callada, pero ¿de qué hablar? Si aplicara su lema y regla: <<si no puedes decir algo agradable es mejor que no digas nada>>, yo no abriría la boca más que para comer. Y así ha sido con frecuencia.

PREGÚNTALE A ALICIA  diario íntimo de una joven drogadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora