Me desperté por el sonido de mi celular, me limite a apagar la alarma y volví a dormirme.
-¡Kelsey!-escuche una voz chillona cerca de mi y abrí mis ojos- ¡Apúrate llegaras tarde!
Sólo obedecí a mi mamá y en menos de un minuto estaba abajo preparando mi desayuno.
Llevaba puesto una chaqueta de cuero negra, una remera blanca que en letras blancas decía algo referido con que la sociedad era una mierda, jeans negros ajustados algo rotos y mis vans negras. Últimamente me gustaban los colores oscuros y estaba a gusto con mi ropa de hoy, no me gustaba tanto el maquillaje, asíque solo obte por delinear mis ojos y ponerme rimel, un poco de rubor para no parecer un vampiro y estaba lista.
Entre en mi auto, prendí un cigarrillo, y lo puse en marcha.
-¡Kelsey! ¡Espera!- mire para mi derecha y ahí estaba, el inservible de Matt dirigiéndose a mi auto- ¿Me puedes llevar?- pregunto.
-¿Te crees que por que tengo auto tengo que llevarte?-el solo me miro con el ceño fruncido, puse primera y me aleje.
15 minutos mas tarde, estacione mi auto.
Acomode un poco el espejo retrovisor y me quede mirándolo por un rato.
-No debiste dejarlo solo- me dijo aquella voz. Cerré mis ojos con fuerza con la esperanza de que cuando los abriera ya no estuviera ahí, los abrí y el aun seguía sentado en los asientos de atrás como si nada, me repetí a mi misma que no era real, me saque el cinturón de seguridad y cuando abrí la puerta, su voz hizo que me desconcentrara una vez mas.
-Matt no tiene la culpa de nada, deberías dejar de ser tan fría Kelsey.
"Kelsey", escuchar mi nombre salir de sus labios, me habría la puerta al mismo infierno. Lo odiaba, lo odiaba con todas mis fuerzas, pero a la vez tanto amor le tenía, que era imposible odiarlo.
-¡Cállate! Tu no eres real-mire al espejo retrovisor y había desaparecido.
¡Dios! Parezco una loca hablándole a un fantasma, pero no podía, no podía no hablarle porque mi mente me repetía que era real, y que debía de responderle. Los recuerdos aun perduraban y yo ya no sabia que hacer. Durante los dos últimos años mi mente me castigaba reproduciendo recuerdos suyos, hasta haciéndome despertar mucho antes de que mi celular sonara, asustada por todas esas pesadillas que me consumían cada noche y no lo pude controlar, no podía vivir sin el, me había acostrumbado por casi 4 años y no lo podía negar, todavía seguía enamorada, tan asustada de mi misma y de todos, el era el que me hacia comportar de esta manera, al perderle a el, sentí que me perdía a mi misma, sentía que todo a mi alrededor se desvanecía. Sentía-y sigo sintiendo- un inmenso dolor en el pecho, que ya nadie puede ocupar, ni llenar.
Entre al salón y me senté atrás, sola, olvidándome de todos y perdiéndome en un mundo, llamado "Zack, por favor vuelve aun no te he superado".
El profesor aun no entraba a clases, me coloque mis auriculares, perdiéndome en la música y en lo que sucedió en el auto, aun no podía creerlo, pero parecía tan real, y todavía no lograba superar eso. Tal vez tenga razón, y debo dejar de ser tan fría, al menos con mi hermanastro. Sentí muchos murmullos y levante la vista, no veía al profesor. Me levante y me saque los audífonos.
-Marie, ¿Por qué salen todos del aula?-le pregunte a una chica que estaba cerca de mi aun recogiendo sus cosas. Ella levanto la vista un poco sorprendida de que le hablara, yo solo rodee los ojos exasperada, y ella se apresuro a responderme.
¡MALDITO ZACK Y MALDITA SUS APARICIONES!
-No vino el profesor, tenemos las horas libres- dijo casi en un susurro. Tome mi bolso y salí.
ESTÁS LEYENDO
Si decides quedarte.
Teen Fiction¿Que pasaria si tu mismo rompes tu propia promesa? Kelsey no esperaba enamorarse de nadie, ni siquiera del chico nuevo. Zack ya no estaba para ella.... pero en el transcurso de superarlo algo pasa. ¿Decidiran quedarse el uno con el otro a pesar de t...