Capitulo 4

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PDV~

Lucia

Me quede mirando el techo de mi habitación, por alguna razón no podía conciliar el sueño, en eso escucho un grito ahogado en la habitación de al lado, que tendrá Max. Me levanto y me dispongo a tocar su puerta, nadie abre solo se escuchan sollozos y lamentaciones del otro lado así que me dispongo a abrir la puerta, me encontré con unos ojos azules celestes muy rojos e hinchados, muchas lágrimas en el rostro de Max, y mucha frustración, tristeza y confusión en su mirada, ¿qué le pasaba?

Me dispuse a abrazarlo y quedarme con él, luego de un par de horas se durmió, aun desconocía porque estaba así. Me fui a mi habitación con la mente preocupada. Quería ayudar a Max, aunque no lo soportaba a veces muy en el fondo lo quería.

Cuando entre en mi habitación ya era las 5:20am, me dispuse a observar por la ventana pensando en lo que acababa de suceder, él tiene algo raro, en serio, siempre fue raro.

***

PDV~

Maximiliano

Cuando abrí los ojos mire hacia la mesita de noche que estaba al lado de mi cama, marcaba las 6:30am, dormí luego de esa horrible pesadilla. Solo recuerdo que cuando estaba tan vulnerable lucia llego acá a consolarme y luego no recuerdo más, ¿quién le habrá dicho que venga?

Me levante de la cama y me di una larga ducha, salí y me dirigí a la cocina, cuando llegue estaban los chicos comiendo unas tortitas con miel y mermelada de frambuesa, se veía delicioso, desayune con ellos en silencio, Alan salió y nos quedamos solo lucia y yo en la cocina.

-lu, lamento que me hallas visto así, pero, ¿cómo logre dormir?- lu me vio detenidamente desde los pies hasta la punta de la cabeza.

-solo te abrace, luego de eso dormiste murmurando cosas que ni se.

Me quedé atónito solo me abrazo, ¿eso era lo que necesitaba?, como va ser, yo no necesito a nadie. Asentí dos veces con lentitud y me dispuse a salir con mi moto por la ciudad, en momentos así agradezco a alán ayudarme a reunir para mi moto.

Me detuve en un parque donde venía de chico con mi mamá, me senté en uno de los banquitos y vi como el parque estaba solo, no me di cuenta cuando se empezó a llenar, no sabía cuánto tiempo había estado allí sentado pero sé que fue mucho, porque cuando vi el reloj era las 12:30md.

Habían muchos niños, con sus madres muy felices, ojala y cuando vallan creciendo la sepan valorar y que no sean como yo, me llamo la atención un niño de ojos grises muy claros con una muy bonita melena rubia lisa, él estaba llorando solo en la arena, me le acerque.

-hey niño, ¿qué te pasa?- no me respondía solo lloraba.

-niño, ¿y tú mama?- me vio a los ojos, su mirada triste penetro en lo más profundo de mi.

-mama no me quiere-dijo con tristeza- ¿cómo así pequeño?

-ella no me quiere porque le dije que me acompañara al parque y me dijo que no, luego le volví a preguntar y me dijo que hiciera lo que yo quisiera- se quedó unos segundos con la mirada perdida- ella me grito.

Lo mire atónito por la tristeza que reflejaba el pequeñín

- ella si te quiere, ninguna mama odia a su hijo, solo que tienen problemas a veces y no encuentran con quien desquitarse y lo más próximo somos los hijos,

>>ve con tu mama y dile todo lo que la amas, porque yo sé que si la amas, no esperes que ella ya no este contigo para arrepentirte todo el tiempo. Corre a que tú mama.

Lo mire corre por el césped y cruzar en la esquina, luego me volví y me dirigí a la casa. Ese niño no sabe los que tiene.

Cuando llegue me encontré solo, me dirigí a la cocina y estaba lucia haciendo de almorzar. La mire por unos segundos, ella me había visto mal, vulnerable, me había visto como no quería que nadie me viera y aun así solo se quedó a abrázame. Ella es una gran chica.

- ¿qué haces allí parado?- me saco la voz de lucia de mis pensamientos.

- Mmm...eh...nada...eh...ya me iba- y así salí de la cocina, sin más me fui a mi cuarto y dormí como nadie.

Al despertar ya era de noche, no sabía por qué me desperté hasta que sentí una manito en mi cadera cuando me gire me encontré con el cuerpo de lucia muy pegado a mí, me sobre salte y como pude me zafe de su agarre y salí de la cama, ella abrió los ojos y me miro con esos ojazos azules.

-¿qué demonios haces aquí?- le gruñí bruscamente, ella solo me miro y puso una sonrisa triste de lado, levante una ceja y le hice un gesto para que respondiera, ella solo me miraba.

-¿me vas a decir?

-solo te vine a acompañar, lo siento.

Salió de la habitación, ella se veía triste. Salí a buscarla, la encontré llorando en su habitación, pero solo me miro mal y me cerró la puerta en la cara.

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