CAPITULO 4

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Despierto a Nikki, como siempre. Le lanzo cojines al cuerpo, después la aporreo en la cara con uno y al final pongo la música muy alta y comienzo a saltar en su cara. 

- ¡Nikki, despierta!- grito mientras salto en su cama.- ¡Despierta, zorra!- me dejo caer encima suya. Sé que esto siempre la saca de sus casillas. 

- ¡Zorra, tú!- dice mientras lanzan un brazo al aire. Me caigo al suelo desde su cama, aunque gracias a Dios nuestra alfombra de pelo largo amortigua el golpe. 

- Venga, despierta que el desayuno ya está preparado- digo mientras me siento en su escritorio. 

Dado que Nikki siempre estudia en su cama su mesa de estudio ha pasado a ser nuestra mesa de comidas y esas cosas. Vaya, la nueva cocina. Como realmente no tenemos una cocina lo que he preparado de comer es cereales con leche más un plato con un aguacate para cada una. Ya sabéis esa fruta verde que ahora comen muchas famosas y no dejan de subir fotos de esa mierda a Instagram, como si nos importase la mierda de comida que comen... 

Nikki se levanta de la cama y sin querer tira todas las sabanas por el suelo. ¡Genial! Se deja caer en la silla y comienza a comer su desayuno con cara de pocos amigos. 

- ¿Qué hiciste anoche?- pregunto entrecerrando los ojos hacia ella. 

- Tuve sexo, mucho sexo. Dado que doña "empollona no soy virgen" me ha prohibido el sexo para está noche ayer salí al campus y busque un chico, que cumpliese mi frase, con el que acostarme. 

- ¿Cuando llegaste?- pregunto sin alterarme. 

- Hace dos horas- responde clavando el cuchillo con rabia en el aguacate. 

- Nikki, ¿sabes que eres una guarra?- digo riéndome. 

- Y tú, ¿sabes que eres una monja?- responde riéndose también. 

Al menos las dos podemos insultarnos libremente. 

- Tienes que ponerte esto- dice Nikki entregándome un montoncito de ropa. Me alejo de ella como si me estuviese amenazando con un cuchillo. 

- ¡Aleja eso, Satanás!- siseo. 

- Deja de montar una escenita.-Perfecto... Nikki está entrando en el modo madre.- Sé que vas a estar genial con esta ropa. Está hecha a tu medida. 

- ¡No!- digo negando lentamente. 

- ¡ Olivia Ann Wolf! ¡O te la pones tú o juro por mis ovarios que te desnudo yo misma y te pongo la ropa!- grita amenazante. 

Me detengo de inmediato y me quedo de piedra. ¡Ha dicho mi nombre completo! Toda la familia sabe que cuando decimos nuestros nombre completos es porque estamos extremadamente cabreados, a punto de cometer un asesinato y de deshacernos de las pruebas de manera profesional. 

Tomo la ropa de su mano rapidamente y me cuelo en el baño. Me ducho rapidamente y me coloco la ropa sin pensar. 

- ¡Estas hecha un desastre!- grita Nikki con horror. Ella en cambio esta... espectacular. Lleva unos pantalones de cuero muy ajustados, unos tacones también negro y una blusa azul eléctrico. 

Nikki se acerca a mi y me toma por la cinturilla de la falda. Le da la vuelta y me la sube hasta la cintura de forma que esta queda mucho más corta. Ahora mete la parte delantera de la camiseta de tirantes negra por la parte delantera de la falda. Coloco bien el collar de plata que me regaló mi madre. 

- ¿Donde están los zapatos que te regalé por tu cumpleaños?- pregunta Nikki mientras revisa todos los cajones de debajo de la cama. 

- Esos zapatos no, por favor- digo con fastidio. Los zapatos son una puta tortura de mujer. 

- Los zapatos son necesarios, Olivia. Esos zapatos realzan tus bonitas y largas piernas, ademas de mejorar en un cien por cien la forma de tu pequeño culo. Así que... porque me llamo Nikki Mary Wolf que te vas a poner esos putos zapatos. 

¡Otra vez el nombre completo! Problemas. Aunque como ya podréis comprobar. Sí, mi padre y su padre son hermanos. Mientras que mi madre y su madre son mejores amigas desde que se conocieron. 

- Esta bien. Esta bien...- digo mientras muevo los brazos lentamente para tratar de tranquilizarla. No quiero que se altere. 

Me acabo poniendo, como ella ordena, los zapatos negros de tacón que son iguales que los suyos. 

- ¡Bien! Estas para follarte- dice mirando mi cuerpo.- Aunque si te viese esa cara sin nada de maquillaje... pensaría que eres madre. 

- Así que todo el mundo de el campus cree que soy una madre...- sopeso. 

- No, ellos creen que eres una empollona no follable. 

- ¡Gracias, Nikki, eso sube mucho mi autoestima!- respondo sarcásticamente. 

- ¡Gracias!- responde ella mientras trae su super neceser de maquillaje. 

Cuando Nikki termina de aplicarme las capas y capas de potingues químicos en la cara comienza a estudiar mi rostro concienzudamente. 

- Creo que ahora también te pueden follar la cara- dice Nikki chasqueando la lengua con aprobación.- Vamos a levantar algunos penes a nuestro paso- dice antes de empujarnos fuera de la habitación listas para ir al sitio de la competición de boxeo. 


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¡GRACIAS! 



SOLO 1 RONDA (faltas de ortografía incluidas hasta corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora