En la mitad del sueño

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Cassandra 

Sentía un dolor impresionante en todo mi cuerpo. Tenía dos costillas rotas y una contusión, no suena grave pero dolía demasiado. Pero el dolor que sentía no me hacia olvidar los ojos que vi antes de perder la conciencia. 

Fui al deshuesadero con el objetivo de encontrar unas llantas para la motocicleta que le estaba construyendo a mi hermano. Encontré varias pero ninguna me convencía. Hasta que ví un hermoso par de llantas en la cima de una "montaña" de chatarra. Eran perfectas. Así que hice lo que estoy acostumbrada hacer. Ponerme en peligro. 

Las llantas se encontraban encima de un carro que daba lástima de solo verlo. En realidad eras seis carros amontonados. Me provocaba tristeza ver una máquina abandonada. Sentía una necesidad de reparar las cosas rotas que no podía explicar. Tenía la esperanza de que si las reparaba volverían a funcionar y así no perderían su objetivo.

Empecé a subir poco a poco, carro tras carro. Siempre fui buena escalando y aquella altura era insignificante. Claro, si no hubiera pisado el parabrisas del carro y mi pie no se hubiera atorado , yo estaría en mi taller armando la moto de mi hermano. Las cosas simplemente no pasan como las planeas. 

- Maldición.- grité. Sabía que nadie iba a ayudarme. Yo era la única clienta de este lugar abandonado. Intenté liberar mi pie de los vidrios rotos pero lo único que logré fue provocar rasguños que corrían el riesgo de infectarse. 

- Cassandra no te muevas. Te vas a caer si te sigues moviendo. - escuché una voz que por más que intentaba recordar donde la escuché, no podía. Era una voz amable y dulce. Una voz en la que podías confiar. - Voy a subir. 

De repente el carro se empezó a mover y me resbalé. Mi cabeza se dio un golpe bastante fuerte con una especie de freno de mano que  estaba atorado. Quedé colgando de cabeza. Lo único que evitaba que me colapsara totalmente era mi pie atorado en el parabrisas. Un liquido caliente me cubrió mi rostro. Supe que la sangre de mi pie o de alguna otra parte. 

Una mano fuerte sujetaba mi pierna y poco a poco empecé a subir. En algún punto del trayecto perdí el conocimiento porque cuando abrí los ojos me encontraba tendida en el suelo del deshuesadero. Lo primero que vi fueron unos hermosos ojos café claro y un rostro con pecas.

- Ya llamé a tu hermano. Te vas  a poner bien. Lo prometo. - dijo mientras me besaba la mano. Sentí como cubría mi tembloroso cuerpo con una manta. Después perdí el conocimiento. 

Me encontraba en el orfanato de la ciudad. Alguien me estaba cargando. Era un hombre con un hermoso cabello rojo y unos cálidos ojos grises. En fondo de mi ser yo sabía que amaba a esa persona pero no sabía quien era. 

- Te amamos Cassandra. Mi bebé llorona y mordelona. Recuerda que todo lo hago, lo hago por ti.  Tú eres la luz que ilumina mi oscuridad.- me susurró ese hombre y me dio un beso en la mejilla. Tenía lágrimas en sus ojos. - Santiago cuida y ama a tu hermana. Serás un gran hombre hijo. Mejor del que yo fui o llegaré a ser.  

Sentí como unos pequeños brazo me rodeaban. Sabía que eran los brazos de Santiago. Empecé a llorar porque esa persona que me estaba cargando hace un minuto era mi padre y la mujer que lloraba en su hombro era mi madre. Estaba soñando el momento exacto en que nos dejaron a Santi y a mi en el orfanato. 

Un hombre vestido de negro jaló el brazo de mi padre y lo arrastró a un callejón que estaba cerca del orfanato. Escuché el ruido de un balazo. Me estremecí. 

-Llévate a tu hermana Santiago. Lo siento, lo siento mucho. - escuché gritar a mi mamá mientras mi hermano corría en dirección al orfanato. El mismo hombre de negro que se llevó a mi papá tomó a mi mamá por el cuello mientras la metía a un carro. Lo último que recuerdo de ella fue la sonrisa que tenía cuando desapareció en la oscuridad. 

Desperté de un sobresalto y con una capa de sudor cubriendo mi cuerpo. Mi hermano dormía en una silla y Andrea en un sillón que lucía bastante incómodo. Esa imagen me producía cierta satisfacción. Por primera vez mi hermano había encontrado a alguien y no estaba solo. Sonreí. 

- ¿Por qué sonríes?- me preguntó Santiago mientras se estiraba y bostezaba. 

- Ella me agrada.- dije. Observé que una diminuta sonrisa se asomaba entre sus labios. 

- Luces fatal. 

- Gracias. Tengo la mitad de mi cuerpo rota. Mi cerebro casi explota y tengo un millar de moretones. Si, debo verme fatal. Aún así tengo más estilo que tú. Oye ¿Puedo preguntarte algo?

- No.- contestó bruscamente. 

- ¿ Te acuerdas de nuestros padres?- solté la pregunta sin pensar en las consecuencias. 

Santi se quedó pensativo y se quedó mirando al techo durante unos minutos que me parecieron eternos. Cuando pensé que no iba a contestar, al fin habló. 

- Tenía diez años cuando nos dejaron en el orfanato. Claro que los recuerdo. Mamá tenía ojos grandes y negros. Su cabello siempre olía a limpio. Papá era pelirrojo con ojos grises como los nuestros. Recuerdo que dibujaba muy bien. Él me enseñó a dibujar ¿Porque la pregunta Cassie? 

- Tuve un sueño. Bastante extraño. Estábamos en frente del orfanato y veía como un hombre de negro le disparaba a papá y se llevaba a mamá en un carro negro. De seguro fue solamente un sueño. Los bebés no recuerdan. 

Santiago palideció cuando terminé de hablar. Supe inmediatamente que no era un sueño. Era un recuerdo escondido desde hace diecisiete años que esperaba un momento de crisis para salir a la luz. 

- Ellos asesinaron a nuestro padre. A Nicolás Petrov. Tenía la esperanza de que nunca lo recordarás. 

- ¿ Y nuestra madre? ¿Sigue viva?

- No lo sé hermana. He estado investigando pero no hay pistas. Solo sé que ellos estaban metidos en un lío con un grupo que se llamaba La Mamba Negra. Ya no existen miembros de ese grupo. Desaparecieron hace diez años. Encontré un expediente de un cuerpo que encontraron hace quince años en el bosque. Tenía todas las características de mamá. Alta, cabello negro, piel blanca. Hay muchas probabilidades de que haya sido ella Cassie. Nuestra madre murió al igual que nuestro padre. 

- No lo creo Santiago. Ella sigue viva. Yo lo sé. 





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⏰ Última actualización: Oct 24, 2015 ⏰

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