(10:5). ¡Cuán digno es esto! Un obrero es uno que impartepaz a otros. Debe honrar su posición delante del Señor.Puede ser pobre, pero nunca debe perder la dignidad.Ningún obrero debe estar tan mal como para perder sudignidad. Si vamos a cierto lugar y la gente allí no nosrecibe, ¿qué debemos hacer? El Señor dijo: "Y cuando noos reciban, al salir de su ciudad, sacudid el polvo devuestros pies en testimonio contra ellos" (9:5). ¿Puedenver la dignidad de los siervos de Dios? Cuando ellos sonrechazados, no se sienten avergonzados ni se quejan,diciendo: "Qué mala suerte. Vinimos a la casaequivocada". En lugar de ello, sacuden el polvo de suspies; no toman ni un ápice de polvo de esa ciudad. Lossiervos de Dios deben mantener su dignidad. Pueden serpobres, pero no pueden perder su dignidad. Si nuestramente no está completamente convencida de esto, nopodemos tener parte en la obra de Dios. Como obreros,tenemos que tratar con el Señor apropiadamente conrespecto al dinero. De otra forma, no debemos tocar laobra de Dios, porque Mammon es un asunto muy serio.Podemos ver más de cómo el Señor entrenó a Susdiscípulos en los pasajes de la alimentación de los cincomil y más tarde de los cuatro mil. En una de estasocasiones, Él tomó a Sus discípulos consigo y predicó auna gran muchedumbre de cinco mil, sin contar a lasmujeres y a los niños. Al caer la tarde, se acercaron a Éllos discípulos, diciendo: "El lugar es desierto y la hora yaavanzada; despide a las multitudes, para que vayan a las 216aldeas y compren para sí alimentos. Mas Jesús les dijo: Notienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer" (Mt.14:15-16). Los discípulos esperaban que el Señor enviaraa la muchedumbre a conseguir su propio alimento. Pero elSeñor dijo: "Dadles vosotros de comer". Cuando uno delos discípulos oyó esto, fue sorprendido y dijo:"Doscientos denarios de pan no bastarían para que cadauno de ellos tomara un poco" (Jn. 6:7). Mientras elloscontaban los doscientos denarios, el Señor dijo: "¿Cuántospanes tenéis? Id y vedlo" (Mr. 6:38). Cuando ellos letrajeron cinco panes y dos peces, el Señor realizó unmilagro y los alimentó a todos. Hermanos y hermanas,todos aquellos que se ponen a contar sus doscientosdenarios no son aptos para la obra del Señor. Si el dinerosignifica tanto para nosotros, no debemos tocar la obra deDios. En estos versículos el Señor nos muestra que todoobrero debe estar dispuesto a dar todo lo que tiene. Si ledamos mucha importancia al dinero, siempre estaremoscalculando el monto de nuestras ganancias. El obrerodebe ser librado del poder de Mammon. El dinero no debeejercer ningún poder ni influencia sobre el obrero delSeñor. Durante los tres años y medio que el Señorpermaneció con los doce discípulos, se dedicó a ellos porcompleto. Ésta fue la manera que Él entrenó a los docediscípulos. Él les mostró que había que gastar lo que fueranecesario. La obra de Dios no tiene nada que ver con sacarprovecho. Es un error el ver la obra de Dios desde unaperspectiva comercial. Aquellos que siempre estáncontando el dinero no son esclavos de Dios; son esclavos 217de Mammon. Tenemos que ser rescatados del poder delas riquezas.Los discípulos no aprendieron esta leccióninmediatamente. En Mateo 15 vemos otra ocasión dondehabía cuatro mil personas, sin contar mujeres ni niños.Esta vez la situación era aún más precaria. Lamuchedumbre había estado allí por tres días. ¿Qué podíanhacer los discípulos bajo tales circunstancias? El Señor lesdijo: "Tengo compasión de la multitud, porque ya hacetres días que están conmigo, y no tienen qué comer; ydespedirlos en ayunas no quiero, no sea que desfallezcanen el camino" (v. 32). La palabra "y" significa que el Señormismo también había estado sin alimento por esos tresdías. Él continuó diciendo: "y despedirlos en ayunas noquiero, no sea que desfallezcan en el camino". Pero losdiscípulos aún no habían aprendido la lección. Ellos lepreguntaron cómo podrían conseguir suficiente comidapara alimentar a la gente. La preocupación del hombresiempre es de dónde vendrá el alimento. Entonces elSeñor les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis? Y ellosdijeron: Siete, y unos pocos pececillos" (v. 34). Entoncesellos le trajeron los siete panes y los pocos pececillos, y elSeñor realizó otro milagro y alimentó a los cuatro mil.El Señor repitió este milagro porque los doce discípulosnecesitaban ser entrenados dos veces. Si el Señor nohubiera alimentado a los cinco mil y a los cuatro mil, losdiscípulos probablemente no habrían podido manejar la 218situación en Pentecostés. Si nunca hubieran tenido laexperiencia de alimentar a los cinco mil y a los cuatro milmencionados en los Evangelios, no habrían sabido cómocuidar de los tres mil y los cinco mil en el libro de Hechos.Aquellos que huyen ante los osos y leones, ciertamentetambién huirán ante Goliat. Los que no pueden pastorearovejas ciertamente no podrán pastorear a Israel. Aquívemos a un grupo de discípulos que aprendió la lección dealimentar a cinco mil y a cuatro mil. Por consiguiente, notuvieron ningún problema en Pentecostés cuando fuenecesario que tomaran cuidado de los necesitados.Hermanos y hermanas, nosotros tenemos que pasar por elmismo entrenamiento; nuestros corazones tienen que serensanchados. Podemos restringir nuestros gastos, peroDios no desea que restrinjamos Sus milagros. Muchosestán muy preocupados por el dinero. No le dan a otros laimpresión de que son siervos de Dios; no se asemejan aalguien que ha sido entrenado por Dios. Una persona queha sido entrenada no le dará tanta importancia al dinero;no estará tan preocupada por el dinero que tiene en subolsillo. Hermanos y hermanas, cuanto más calculamos,más nos desviaremos de la meta de Dios y más pobres nosvolveremos. Éste no es el principio que Dios tiene conrespecto al dinero. Necesitamos el mismo entrenamientoque recibieron los doce y los setenta discípulos. Con todo,uno de los doce finalmente llegó a ser un ladrón quehurtaba dinero. Él no aprendió su lección y el dineroseguía siendo muy importante para él. Cuando él vio queMaría derramó el frasco de alabastro de nardo puro sobre 219el Señor, él lo consideró como un desperdicio, y dijo, "¿Porqué no fue este ungüento vendido por trescientosdenarios, y dado a los pobres?" (Jn. 12:5) Para unapersona calculadora, un frasco de ungüento puede servendido por trescientos denarios para ayudar a lospobres. Pero el Señor no estuvo de acuerdo con esamanera de calcular. En lugar de eso dijo: "De cierto osdigo: Dondequiera que se proclame este evangelio, entodo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho,para memoria de ella" (Mt. 26:13). El resultado máximo yfinal del evangelio es quebrar nuestro frasco de alabastroy ungir al Señor Jesús con el ungüento que cuestatrescientos denarios. Es decir, cuando alguien recibe elevangelio, por causa de Cristo no escatima el costo yderrama sobre el Señor todo lo que tiene; esto es grato alos ojos del Señor. Es correcto incluso "desperdiciar" todonuestro ser sobre el Señor. Aquellos que no entienden elevangelio están siempre contando su dinero, peroaquellos que lo entienden, saben que es bueno yapropiado "desperdiciarse" a sí mismos sobre el Señor. Esbueno que el Señor reciba nuestra ofrenda"derrochadora". ¿Quién fue el que consideró aquello comoun desperdicio? Judas. Él fue uno que nunca aprendió sulección. Sus palabras parecían muy razonables. Para elhombre, no era de ningún beneficio gastar trescientosdenarios de esta manera. Para Judas, trescientos denarioseran suficientes como para traicionar a un hombre; élvendió al Señor Jesús por treinta monedas de plata. Sinembargo, para él, verter aquel ungüento era un 220desperdicio, y él estaba afligido por ello. Él quería sacarprovecho de eso; era muy calculador. Pero aquellos quehan recibido genuinamente el evangelio y que se entreganincondicionalmente al Señor, lo sacrificarán todo. Inclusosi el sacrificio les parece demasiado a otros, ellos haceneste sacrificio por causa del evangelio del Señor. Donde seproclama el evangelio, nadie debe regatear con el Señor.Él dijo: "Porque a los pobres siempre los tenéis convosotros, pero a Mí no siempre me tendréis" (v. 11). ElSeñor estaba dando a entender que no había nada malocon atender a los pobres, pero en lo que se refiere asacrificio por el Señor, nosotros, no debemos escatimarnada por Él. Incluso si exageramos y vamos hasta elextremo, nunca será un desperdicio para el Señor. Unhermano dijo en una ocasión: "Si un creyente toma elcamino de moderación cuando recién cree en el Señor, notendrá futuro espiritual". Hermanos y hermanas,podemos tener pensamientos de moderación a los diez oveinte años de creer en el Señor, pero un nuevo creyentedebe desperdiciarse absolutamente en el Señor. Si ustedes un nuevo creyente, debe ofrecerle al Señor todo lo quetiene. Debe derramar sobre el Señor todo el frasco dealabastro de nardo puro. Tiene que sacrificarlo todo deesta manera para que pueda avanzar. Éste fue elentrenamiento que los discípulos recibieron. Tenemosque aprender a sufrir un poco más y a desperdiciarnos unpoco más en el Señor y en otros. Como siervos de Dios,debemos ser muy generosos en cuanto al dinero.Debemos seguir adelante con dinero o sin dinero. 221Aquellos que siempre están contando el dinero no sonpersonas adecuadas para la obra.En Hechos 3:6 Pedro le dijo al hombre lisiado: "No poseoplata ni oro". El Señor trajo a Pedro y a Juan a un puntodonde podían afirmar: "No poseo plata ni oro". Aunque enel capítulo 2 vemos que se manejaba mucho dinero,encontramos un testimonio en el capítulo 3: "No poseoplata ni oro". ¿Qué siguió diciendo Pedro al hombrelisiado? Le dijo "pero lo que tengo, esto te doy; en elnombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda". Ellosestaban tan entrenados que, aunque por sus manospasaba mucho dinero, aún así podían decir: "No poseoplata ni oro". Hermanos y hermanas, si nos entregamos ala obra del Señor, tenemos que ser íntegros con respectoal dinero. Si somos débiles en este asunto, tambiénseremos débiles en otros asuntos. Un factor subyacenteque tienen los obreros que son fuertes y estables es queson confiables ante Dios en lo concerniente al dinero. Diospuede confiarles Su obra a tales personas.TRESVeamos el tercer asunto: la actitud de Pablo hacia eldinero. La palabra de Pablo en cuanto a este tema es muyclara. En Hechos 20 le dijo a los efesios: "Ni plata ni oro nivestido de nadie he codiciado" (v. 33). Esto se refiere almotivo. Él no codiciaba nada. Al trabajar para el Señor, élpodía jactarse de que nunca había codiciado ningunaposesión de ninguna persona. Él no albergaba la más 222mínima codicia por tener oro, plata o vestido de nadie.Ésta fue su primera declaración. Luego añadió: "Vosotrosmismos sabéis que para lo que me ha sido necesario a míy a los que están conmigo, estas manos me han servido"(v. 34). Ésta debe ser la actitud de todo siervo de Dios. Nodebemos codiciar la plata, el oro, ni la ropa de nadie. Lasposesiones de otros son suyas, y no codiciamos nada deellos. Ellos deben quedarse con lo que tienen. A la vez,trabajamos para suplir nuestras propias necesidades y lasde nuestros colaboradores. Esto no significa que unobrero del Señor no pueda ejercer su derecho que tieneen el evangelio (1 Co. 9:18), pero sí quiere decir que unobrero del Señor debe ver el evangelio como unaresponsabilidad tan seria e inmensa que prefiere ofrecersus manos y su dinero a la obra. Éste debe ser nuestrodeseo delante del Señor. Hasta donde nos sea posible,debemos trabajar con nuestras manos. Por supuestoPablo aceptaba donativos de otros, pero eso tiene que vercon otro tema, a saber, con la responsabilidad de aquelque ofrenda. Veremos ese asunto un poco después.La palabra de Pablo a los corintios fue muy dulce. En 2Corintios 11:7 él dijo: "¿Pequé yo humillándome a mímismo, para que vosotros fueseis enaltecidos, por cuantoos he anunciado gratis el evangelio de Dios?". Y élcontinuó en los versículos 9 al 12: "Y cuando estaba entrevosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues loque me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron deMacedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros 223gravoso. Por la veracidad de Cristo que está en mí, que nose me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya.¿Por qué? ¿Porque no os amo? Dios lo sabe. Mas lo quehago, lo haré aún, para quitar la ocasión a aquellos que ladesean, a fin de que en aquello en que se glorían, seanhallados semejantes a nosotros". Pablo no se negaba enforma categórica a recibir donativos, pero en aquellaregión, en Acaya, era un asunto del testimonio. Algunoscriticaban y buscaban la oportunidad de criticar; sejactaban como si fueran diferentes a otros, y Pablo noquería darles esa ocasión para criticar. Él declaró que leshabía anunciado el evangelio de Dios gratuitamente, y queno había sido una carga para ellos, ni siquiera cuandoestuvo en escasez. Él se cuidó de no ser una carga ydeterminó mantener dicha actitud. No se permitiría a símismo convertirse en una carga para ellos. Esto nosignifica que no los amara; más bien, actuaba de esamanera y continuaría haciéndolo para no darles ocasión aaquellos que la buscaban y para cerrar sus bocas. Ésta esla actitud de un obrero hacia el dinero. A dondequiera quevamos, tan pronto como detectemos cualquier renuencia,debemos cortar toda oportunidad de que se suscitencríticas. Los hijos de Dios deben mantener su dignidad enla obra de Dios. Cuanto más una persona ame el dinero,más debemos anunciarle el evangelio gratuitamente, ycuanto más se aferre a su dinero, menos debemos recibirdonativos de él. Debemos entender cuál es nuestraposición como siervos de Dios. Si encontramos cualquierpersona como los de Acaya, que eran renuentes y que 224buscaban la oportunidad para criticar, debemos decirleslo que Pablo parecía decirles: "no seré carga a ninguno devosotros. Pero si desean enviar algo a los pobres deJerusalén, puedo llevárselo. Si viene Timoteo, puedenenviarlo en paz. Pero yo mismo, debo mantener midignidad como obrero del Señor". Pues si nos critican porrecibir alguna dádiva de alguien, habremos perdido porcompleto nuestra dignidad como siervos del Señor, ynosotros debemos mantener nuestra dignidad comosiervos de Dios. En nuestro servicio al Señor, no podemosser descuidados con el dinero. Tenemos que ser muyestrictos en este respecto; de otro modo, no podremoshacer mucho para Dios.Pablo no sólo nos dijo cómo mantuvo su integridad, sinotambién cómo trabajó con sus manos para suplir lasnecesidades de sus colaboradores. Esto nos muestra elprincipio de dar. Pablo declaró: "Para lo que me ha sidonecesario a mí y a los que están conmigo, estas manos mehan servido" (Hch. 20:34). Ningún obrero empobrecerápor el hecho de dar. Si retenemos todo lo que recibimos ysólo hacemos provisión para nosotros mismos, noconoceremos el significado de lo que es la obra de unministro. Si los colaboradores sólo ofrendan poco de supropia bolsa, algo está mal. Si un obrero sólo sabe recibir,es decir, si ejercita su fe solamente para recibir, pero no laejercita para dar, su función será limitada. Hermanos yhermanas, nuestro futuro espiritual tiene mucho que vercon nuestra actitud hacia el dinero. La peor actitud que 225podemos tomar es acumular sólo para nosotros mismos yhacer todo sólo para nosotros mismos. Tal vez parezcauna tarea dura pedirles a los levitas que ofrenden. Sinembargo, ellos tienen la misma responsabilidad dediezmar como todos los demás. Es verdad que los levitasno tenían ninguna herencia en ninguna de las ciudades;sino que eran peregrinos entre las doce tribus y vivían delaltar. Algunos levitas podían haber sido tentados a decir:"Yo vivo del altar. ¿Qué pues tengo yo para dar?". PeroDios dispuso que todos los levitas debían recibir eldiezmo y que también debían diezmar. Esto impedirá quelos siervos de Dios puedan decir: "Yo lo he dejado todo.¿Tengo además que ofrendar de mis reducidos ingresos?".Si nuestros ojos están siempre puestos en nuestraspropias necesidades, terminaremos en problemaseconómicos y no seremos capaces de suplir lasnecesidades de nuestros colaboradores. Tenemos queaprender a dar. Tenemos que ser capaces de proveer paratodos nuestros hermanos y hermanas. Si retenemos eldinero en nuestras manos, no importa cuán poco sea, y sial mismo tiempo esperamos que Dios trabajeconstantemente en los hermanos y hermanas para quenos suplan, encontraremos que Dios hará lo contrario, yya no confiará más Su dinero a nuestras manos.Las palabras de Pablo en 2 Corintios 6:10 sonmaravillosas: "Como pobres pero enriqueciendo amuchos". Aquí vemos a un hermano que realmenteconocía a Dios. Aparentemente él era pobre, pero 226asombrosamente enriquecía a muchos. Hermanos yhermanas, éste es nuestro camino. Cuando laboramos enun lugar y los hermanos y hermanas hablannegativamente de nosotros o si tienen una actitudincorrecta hacia nosotros, debemos mantener nuestradignidad como obreros del Señor. Por ningún motivodebemos aceptar sus dádivas. Al contrario, debemosdecirles abiertamente: "No puedo tomar su dinero ya quesoy un siervo de Dios. Ustedes han murmurado contra mí,así que no puedo aceptar su dinero. Como siervo delSeñor, tengo que mantener la gloria de Dios. Es por elloque no puedo recibir vuestro dinero". Incluso cuandoestemos pasando por una pobreza extrema, tenemos queaprender a dar. Si deseamos recibir más, tenemos que darmás. Cuanto más podamos dar, más podremos recibir.Éste es un principio espiritual. A menudo cuando estamosen carencia, debemos dar más, porque tan pronto como eldinero que tenemos se va, el suplir del Señor viene.Algunos hermanos y hermanas tienen muchas de estasexperiencias. Pueden testificar que cuanto más dan, másreciben. Nosotros no debemos contar con cuanto dineronos quedamos, porque el Señor dice: "Dad, y se os dará"(Lc. 6:38). Ésta es una ley de Dios. No podemos anular lasleyes de Dios. La mayordomía cristiana es diferente de ladel mundo. En el mundo se gana mediante el ahorro; peronosotros ganamos al dar. Podremos ser pobres, peropodemos enriquecer a otros.227En 2 Corintios 12:14 Pablo dijo: "He aquí, por tercera vezestoy preparado para ir a vosotros; y no seré gravoso".Ésta era la actitud de Pablo. ¡Cuán estricto era consigomismo! Algunos habían hablado contra Pablo y tenían unproblema con él. Por lo tanto, cuando Pablo estaba listopara ir a ellos por tercera ocasión, él no fue una cargapara ellos. En el versículo 14 él continuó diciendo:"Porque no busco lo vuestro, sino a vosotros". ¿Tenía éluna mala actitud y era estrecho? No. Él añade en el mismoversículo: "Pues no deben atesorar los hijos para lospadres, sino los padres para los hijos". Hermanos yhermanas, ¿pueden ver cuán tierna era la actitud de Pablodelante de Dios? Los corintios oyeron muchos rumores yhablaron muchas cosas sobre Pablo. Por lo tanto, Pablo sevio obligado a rechazar sus dádivas, pero aun así, él nopuso a un lado su responsabilidad de enseñarles acercadel dinero. Segunda de Corintios puede ser la epístola queaborda más detalladamente el asunto del dinero. Si Pablose hubiera refrenado de hablar algo sobre el tema deldinero, algunos habrían interpretado que él estabaofendido al respecto, pero él no estaba ofendido en lo masmínimo, porque el dinero tenía muy poca influencia sobreél. Por eso podía instruir a los corintios acerca el dinero.Les dijo que debían enviar el dinero a Jerusalén. No lesaconsejo lo contrario. Él se encontraba por encima deldinero; por eso él podía trascender sobre la actitud quelos corintios tenían hacia su persona. Él rechazó susdádivas porque quería mantener su dignidad. No obstantese jactó ante los macedonios de que los corintios estaban 228bien preparados. Y al mismo tiempo, alentó a loshermanos corintios a tener lista de antemano subendición antes prometida, a fin de que no fueranavergonzados por hallarse desprevenidos cuando losmacedonios vinieran a ellos (9:2, 4-5). Su sentir personalfue completamente puesto a un lado. Los siervos de Diosdeben ser librados de la influencia del dinero. Si Pablo nohubiera sido una persona libre de la influencia del dinero,los corintios nunca habrían oído su mensaje. Pablotodavía les habría dicho tales cosas a los efesios o a losfilipenses, pero no a los corintios. Sin embargo, él todavíaprocuró ver a los corintios; no los abandonó, sino quecontinuó hablándoles acerca del dinero. Él les mostró queDios aún podía utilizar su dinero, pero Pablo mismo no loharía; él no buscaba ninguna cosa de ellos. En esterespecto, él no llegó a serles gravoso a ellos. Sin embargo,aún abrigaba esperanzas de que ellos pudiesen avanzaren cuanto al asunto del dinero.Hermanos y hermanas, cuando se relacionan con otros enla iglesia, ¿pueden distinguir entre ellos y lo que es deellos? Cuándo vemos a los hermanos, ¿vamos en pos deellos o en pos de sus bienes materiales? Si ellos tienenalgún problema con nosotros y no podemos ganar suscorazones, ¿aun así los apoyamos, los edificamos yoramos por su crecimiento espiritual? Pablo teníademasiadas razones para abandonar a los corintios, peroél vino a ellos vez tras vez, e incluso en una terceraocasión. Con todo, él no buscó sus posesiones. Hacer esto 229es una gran tentación para los siervos de Dios. Tenemosque aprender a hacer lo que hizo nuestro hermano Pablo.En 2 Corintios 12:15-18 él continuó diciendo: "Y yo con elmayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastarédel todo por amor de vuestras almas. Amándoos más,¿seré yo amado menos? Pero admitiendo esto, que yo noos he sido carga, sino que, según algunos de vosotrosdicen, como soy astuto, os prendí por engaño, ¿acaso hetomado ventaja de vosotros por alguno de los que os heenviado? Rogué a Tito, y envié con él al hermano. ¿Acasose aprovechó de vosotros Tito? ¿No hemos procedido conel mismo espíritu y en las mismas pisadas?". Hermanos yhermanas, piensen en la actitud de Pablo: Él con el mayorplacer gastaba lo suyo y él mismo se gastaba en beneficiode ellos. Al predicar el evangelio, no es suficiente quenosotros mismos nos gastemos, sino también debemosgastar lo nuestro. Tenemos que dar todo lo que tenemos.Nunca es correcto recibir dinero a cambio de nuestrapredicación del evangelio. Más bien, tenemos que estarpreparados y dispuestos a gastar con gusto nuestrodinero por causa del evangelio. Si no invertimos nuestrodinero en la predicación, algo está mal. Pero si nuestrodinero va con nuestra predicación, estamos haciendo locorrecto y estamos invirtiendo nuestro dinero en unacausa digna. Esto es lo que hizo Pablo. Él estaba dispuestoa desgastarse y también a gastar lo suyo. Estaba dispuestoa gastar y a gastarse por amor a las almas de los corintios.Cuando estuvo entre ellos, no fue una carga para ninguno. 230Tampoco Tito ni el otro hermano fueron gravosos enabsoluto. Pablo no tomaba ventaja de nadie. El evangelioes la verdad: es por esta razón que podemos invertirnuestro dinero en él. Hermanos y hermanas, tenemos queser como nuestro hermano Pablo; no debemos ser unacarga para nadie. Por el contrario, debemos gastarnos porcompleto por amor al evangelio. Ya que el evangelio es laverdad, es correcto gastarlo todo y gastarnoscompletamente en él. Nuestro evangelio es uno que selleva nuestro dinero con él. Este es el camino apropiadopor el que debemos andar.A pesar de lo que hemos dicho hasta ahora, Pablo aceptódonativos de los macedonios y de los filipenses. Bajocircunstancias normales, es correcto que un predicadordel evangelio reciba ofrendas. Pablo aceptó donativos dealgunos lugares y los rechazó de otros lugares. Él noestaba limitado en cuanto a recibir donativos. Aceptó ladádiva de los macedonios. Pero cuando algunos en Acayay Corinto lo criticaban y buscaban oportunidad paradesacreditarlo, él rehusó aceptar sus donativos. Esta erala actitud de Pablo. Debemos ser iguales a él hoy en día.Podemos aceptar donativos de algunos lugares comoMacedonia y debemos rechazar el dinero de otros lugaresdonde murmuran contra nosotros. Hermanos y hermanas,debemos mantener esta posición delante del Señor. Nodebemos pensar que podemos aceptar dinero sin ningunarestricción. Si alguien está hablando mal a nuestrasespaldas o si está buscando la oportunidad para 231criticarnos, simplemente no podemos aceptar susdádivas; de otros lugares podemos aceptar algunaofrenda, pero no de ese lugar.Ahora veamos la Epístola de Pablo a los Filipenses paraver su actitud al recibir ofrendas de los santos allí.Filipenses 4:15-17 dice: "Y sabéis también vosotros, ohfilipenses, que al comienzo del evangelio, cuando partí deMacedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón dedar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónicame enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No esque busque dádivas, sino que busco fruto que aumente envuestra cuenta". Ésta era la actitud de Pablo. Tal parecieraque los filipenses eran los únicos que le proveyeron.Cuando él estuvo en Corinto y Tesalónica, fueron losfilipenses los que le suplieron. Él les dijo a los filipenses:"no es que busque dádivas, sino que busco fruto queaumente en vuestra cuenta". Él sabía que Dios haríadepósitos en la cuenta de los filipenses por el dinero queellos habían invertido en él. Dios tomaría nota del dineroque aportaban los filipenses. Esta es la razón por la cual élno pedía dinero de ellos. Aquí encontramos a un hombreque tenía una actitud especial para con los únicos que leproveían. Él no buscaba dádivas, sino fruto queaumentara en su cuenta. Los macedonios le habían dadoofrendas repetidas veces, pero los ojos de Pablo noestaban puestos en el dinero. En ocasiones podemosrechazar algunas dádivas, pero cuando las aceptemos,debemos hablar como Pablo lo hizo a los filipenses. 232Debemos orar para que haya fruto que aumente a sucuenta. Es totalmente incorrecto que los siervos de Diosestén atados al dinero. Debemos ser librados del dinero.Sigamos para ver lo que Pablo dijo en el versículo 18:"Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoylleno". Éste no era un informe financiero ordinario. Uninforme común generalmente destaca cierta carencia,buscando que otros sean motivados a dar. Pero a la únicaiglesia que lo apoyaba, nuestro hermano Pablo le dijo:"Todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno". Laspalabras de Pablo raras veces eran repetitivas, pero aquí,él dijo: "todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoylleno". Hermanos y hermanas, por favor presten atencióna la actitud de nuestro hermano. Él le dijo a la únicaiglesia que lo apoyaba que él estaba lleno, que teníaabundancia y que lo había recibido todo. Él tenía losuficiente; su único anhelo era que aquellas dádivas seconvirtieran en "un olor fragante, un sacrificio acepto,agradable a Dios" (v. 18). Aquí vemos a una persona conun espíritu hermoso. Él no estaba consciente del dinero,éste no lo afectaba de ninguna forma.Avancemos al versículo 19, el cual es muy precioso: "MiDios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a Susriquezas en gloria en Cristo Jesús". Él estaba agradecidopor su apoyo, pero no perdió su dignidad. Ellos habíanofrecido su dinero como sacrificio a Dios; este dinero noera para Pablo personalmente y él no tenía nada que ver 233con ello. Al mismo tiempo, él los bendijo, diciendo: "MiDios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a Susriquezas en gloria en Cristo Jesús". No podemos hacerotra cosa sino decir: "Al Dios y Padre nuestro sea gloriapor los siglos de los siglos. Amen".CUATROFinalmente, consideremos la actitud de Pabloconcerniente a los fondos que la iglesia puso en susmanos para que los administrara. En 2 Corintios 8:1-4 élescribió: "Asimismo, hermanos, os hacemos saber lagracia de Dios que se ha dado en las iglesias deMacedonia; que en grande prueba de tribulación, laabundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaronen riquezas de su liberalidad. Pues doy testimonio de que,conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, porsu propia voluntad, con muchos ruegos nos pidieron lagracia y la participación en la ministración a los santos".Los hijos de Dios deben ser estrictos en cuanto al asuntodel dinero. Cuando un obrero va a cierto lugar a laborarpara el Señor, ésta debe ser su actitud siempre que toquedinero. Los hermanos de Macedonia ofrecieron ayudafinanciera para los hermanos que estaban padeciendohambruna en Jerusalén. Primero, Pablo les informó lacalamidad. Después de que lo oyeron, fueron más allá desu capacidad, pues a pesar de su profunda pobreza yaflicción cuidaron de los hermanos en Jerusalén. ¿Quéhicieron? Pablo dijo que con muchos ruegos le pidieron la 234gracia y la participación en la ministración a los santos.Ésta fue la actitud de los macedonios al ofrecer ayudafinanciera para cubrir las necesidades de los santos. Ellosdeseaban tener parte en esta gracia. No les importaba siellos mismos estaban en pobreza y aflicción; aun asídeseaban tener parte en esta obra. Fue por eso que lerogaron a Pablo una y otra vez que recibiera su ayuda. Esdecir, Pablo no les permitió dar la primera vez. Estomuestra una actitud apropiada. Un obrero del Señor debeno aceptar a la ligera cualquier ofrenda que se le ofrezca,incluso cuando no está destinada para su propio uso. Esverdad que los hermanos en Jerusalén estaban pasandonecesidad, pero esa no era simplemente una cuestión deconseguir el dinero y pasarlo a los santos. Los hermanosmacedónicos también estaban en gran necesidad, y Pabloles dijo que tomaran de nuevo sus ofrendas. No obstante,ellos insistieron una y otra vez, le suplicaron repetidasveces rogándole mucho que les permitieran participar deesta gracia de ministrarles a los santos. Ambas partesactuaron maravillosamente bien. Esta es la manera deproceder que debe tener un cristiano. Por una parte, eloferente dice: "Aunque sea pobre y esté en necesidad, aunasí daré. Aunque esté más allá de mi capacidad de dar,aun así quiero dar". Por otra parte, el obrero dice: "Ustedno debe dar". ¡Esto es hermoso! Finalmente el obrerodice: "Si usted realmente desea dar, no puedo detenerlomás". Ésta es la actitud apropiada de un obrero del Señor.Pablo cuidaba así de los asuntos de la iglesia. Aunque élvio la necesidad que había en Jerusalén y deseaba ayudar 235a los hermanos, su actitud era diferente a la de muchosobreros hoy en día. Él permitió que las iglesias deMacedonia participaran en la gracia de ministrar para lossantos solamente después que le habían suplicado una yotra vez.En 2 Corintios 8:16-22 Pablo añadió: "Pero gracias a Diosque pone en el corazón de Tito la misma solicitud que yotengo por vosotros. Pues no sólo aceptó el ruego, sino quetambién, estando muy solícito, por su propia voluntadpartió para ir a vosotros. Y enviamos juntamente con él alhermano cuya alabanza en el evangelio se ha difundidopor todas las iglesias; y no sólo esto, sino que también fueelegido por las iglesias como nuestro compañero de viajeen esta gracia, que nosotros ministramos para gloria delSeñor mismo, y para demostrar nuestra prontitud deánimo; evitando que nadie halle falta en nosotros encuanto a la abundancia que ministramos; pues pensamosde antemano en lo que es honroso, no sólo delante delSeñor sino también delante de los hombres. Enviamostambién con ellos a nuestro hermano...". Aquí vemos elarreglo hecho por Pablo al enviar el dinero a Jerusalén. Élfue muy recto en su procedimiento. Ningún siervo de Diosdebe ser descuidado en cuanto al dinero. ¿Qué dijo Pablo?Él dijo: "evitando que nadie halle falta en nosotros encuanto a la abundancia que ministramos". Pablo le pidió auno, dos, tres hermanos que manejaran el dinero; élmismo no lo manejó. ¿Qué hicieron los tres hermanos? Éldijo: "pues pensamos de antemano en lo que es honroso, 236no sólo delante del Señor sino también delante de loshombres". En la administración de fondos, la únicamanera de evitar problemas es permitir que dos o trespersonas se encarguen de la administración.Debido a que el dinero es una cuestión tan seria, Pablo,escribiendo a ambos, a Timoteo y a Tito, les mandó que nopermitieran que ninguna persona codiciosa desempeñarala posición de anciano (1 Ti. 3:3; Tit. 1:7). En 1 Timoteo3:8 se estipula lo mismo con respecto al oficio de diácono.Ninguna persona que no haya vencido el dinero es aptapara ser un anciano o un diácono. Un requisito básicopara ser un anciano o un diácono es no codiciar dinero.Debemos tratar con el dinero de una manera muy sobria.Pedro escribió dando el mismo énfasis que Pablo cuandodijo: "Pastoread el rebaño de Dios que está entre vosotros... no por viles ganancias, sino con toda solicitud" (1 P.5:2). Ninguna persona codiciosa puede pastorear elrebaño de Dios.Que el Señor nos conceda Su gracia para trataríntegramente con el asunto del dinero. A menos queresolvamos definitivamente el asunto relacionado a lacodicia, tarde o temprano nos encontraremos endificultades. Si no resolvemos este asunto de una vez portodas, no podremos ser útiles al Señor, y no podremosresolver otros asuntos, y ciertamente nos enfrentaremoscon problemas en el camino. De ninguna manera debemosser influenciados por el dinero. Siempre que alguna 237persona nos critique, tenemos que aprender a rechazarsus donativos. Al mismo tiempo, tenemos que aprender allevar las cargas de otros. No debemos cuidar solamentede nuestras propias necesidades y de las necesidades denuestros colaboradores, sino también de las necesidadesde todos los hermanos y hermanas. Si podemos manejarel asunto del dinero de una manera apropiada, habremoslogrado un gran avance. Aquellos que no han solucionadoel asunto básico relacionado con el dinero, nunca podránlaborar bien.23810OTROS ASUNTOS DEIMPORTANCIAn este capítulo abarcaremos otros asuntos deimportancia, los cuales son: (1) confirmar elgrado absoluto de la verdad; (2) cuidar denuestra salud física; (3) cuidar de nuestros hábitoscotidianos; y (4) también hablaremos en cuanto almatrimonio y la virginidad.UNOTodo obrero del Señor debe confirmar el hecho de que laverdad es absoluta. Esto es posible sólo cuando la personaes librada de su yo. Muchos hermanos y hermanas no sonabsolutos en cuanto a la verdad debido a que sonE239influenciados por otros, por cosas y por sentimientospersonales. Cuando una persona no es absoluta conrelación a la verdad, ella sacrificará la verdad de Dios porcausa de la gente, de sí misma o sus propios deseos. Unrequisito básico para ser un siervo del Señor es que nuncapodemos sacrificar la verdad. Podremos sacrificarnuestras preferencias y nuestros deseos propios, peronunca podemos sacrificar la verdad. El problema demuchos obreros radica en su relación natural conamistades, conocidos íntimos y familiares; y por agradar atales conocidos, amigos y familiares, ellos comprometenla verdad. Dios no puede usar a tales personas. Si laverdad es la verdad, esta no debe ser comprometida pornada, ni siquiera por nuestros hermanos, parientes oamigos íntimos. Supongamos que el hijo de un obrerocristiano expresa su deseo de ser bautizado. Si el padre deeste muchacho se da cuenta que el bautismo tiene que vercon la verdad, él debe llevar este asunto a los hermanosque guían en la iglesia para que ellos decidan si su hijoestá listo para el bautismo o no. Pero puede surgir unproblema si dicho colaborador asume que su hijo sí esapto para el bautismo, y al hacer esto, sacrifica el gradoabsoluto que tiene la verdad. Él se deja influenciar por larelación que tiene con su hijo y ya no es absoluto a laverdad. Si lo fuera, él sería dirigido por la verdad como espresentada en la iglesia y no mezclaría su relaciónpersonal en dicho asunto. Consideremos otro ejemplo:Supongamos que en cierta localidad se suscita unacontroversia. Ciertos santos simpatizan con un grupo 240particular de hermanos y se ponen de su lado, mientrasque otros tienen preferencia por otro grupo de hermanos.En vez de sentarse y calcular el precio de ser absolutospor la verdad y seguirla, ellos se dejan influenciar y sondirigidos por sus propios sentimientos. Esto no quieredecir que tales hermanos nunca hablen de la verdad, sinoque ellos no están entregados en forma absoluta a laverdad. Ellos no la desechan por completo, aún seinteresan en ella, pero no son absolutos a la verdad. Serabsolutos a la verdad significa que no permitimos queningún sentimiento personal ni ninguna relación familiarse interponga con la verdad. Tan pronto se tomen encuenta nuestras relaciones humanas en algún asuntoespiritual, estaremos comprometiendo la verdad. Tanpronto involucremos nuestras relaciones humanas enestos asuntos, la palabra de Dios y Sus mandamientosserán reducidos por factores humanos, ycomprometeremos la verdad.La Biblia contiene muchos mandamientos y ordenanzas,las cuales provienen de Dios, y Sus siervos necesitanpredicarlas y anunciarlas. Por un lado, ya es hastaaburrido considerar a los que sólo hablan pero nopractican lo que enseñan; por otro lado, no podemos sersiervos de Dios si no somos capaces de predicar más alláde lo que practicamos. Esto se debe a que la verdad esabsoluta. La norma de la Palabra divina no debe serreducida al nivel de nuestros logros personales. Nopodemos alterar la verdad de Dios buscando justificar241nuestras carencias. Esto es lo que significa ser absolutos ala verdad. Nuestro mensaje debe ir más allá de nosotrosmismos, más allá de nuestra propia capacidad natural, denuestros sentimientos y el interés personal que tengamosen hablar. Éste es un requisito elevado para todos lossiervos del Señor. Debemos tener cuidado de no haceralgo de cierta manera para que afecte a los hermanos yhermanas, pero cuando la aplicamos a nuestra esposa onuestros hijos lo hacemos de otra manera. La verdadsiempre es absoluta. Dios desea que confirmemos laverdad en su grado absoluto. Si la Palabra de Dios dicealgo, lo aceptamos tal y como es, no importa quien estéinvolucrado. No podemos hacer acepciones debido a quemantenemos relaciones personales con ellos. Si lohacemos, estaremos alterando el nivel de la verdad deDios. No estoy dando a entender que hablemos cosas queno sean verdad, sino que estoy hablando de sacrificar elgrado absoluto de la verdad. Tenemos que aprender aconfirmar lo absoluta que es la verdad, y aunque se tratede algún familiar nuestro no podemos transigir en esto.Nosotros estamos aquí para seguir a la verdad, no alhombre. Y estamos aquí para confirmar este hecho: laverdad es absoluta.Muchas dificultades surgen en la iglesia debido a que loshijos de Dios sacrifican la verdad. Cierta iglesia local sedividió porque un hermano dijo: "Yo no tenía la intenciónde separarme de ustedes, pero anoche sucedió algo en laiglesia y no me lo informaron a mí; por esa razón, no me 242seguiré reuniendo con ustedes". La verdad es absoluta. Sidicho hermano tenía alguna razón para separarse de losdemás, lo debía de haber hecho aunque se le hubierainformado de aquel incidente. Asimismo, ya que no existeninguna razón justificable para separarse de loshermanos, el hecho de no haber sido informado noconstituye un argumento aceptable para dividirse de losdemás. Si él fuese absoluto a la verdad, el hecho de recibiro no recibir información, no tiene ninguna relevancia. Sisu separación se debió a la falta de información, esosignifica que el hombre ha sido puesto encima de laverdad. En otra localidad surgió un problema sólo porqueun hermano se ofendió debido a que hizo una pregunta enuna reunión y no obtuvo respuesta; por esta razón queríatener la mesa del Señor y partir el pan apartado de losdemás. Si era correcto separarse, debía de habercomenzado otra mesa mucho antes. Si no era correcto elsepararse, entonces no debería tomar como excusa elhecho que no recibió una respuesta a su pregunta. Esto eslo que quiere decir ser absolutos a la verdad. Si tenermesas separadas concuerda con la verdad, entoncesdebemos tener mesas separadas aunque los hermanosestén muy ligados los unos con los otros. Pero si tenermesas separadas no está de acuerdo con la verdad, nodebemos tenerlas aunque estemos ofendidos. Hermanos yhermanas, ¿pueden ver esto? Para servir al Señor serequiere que neguemos todos los aspectos de nuestro yo.Pero si mantenemos nuestro orgullo, egoísmo o elpensamiento de que debemos ser respetados como una 243condición para confirmar lo absoluto de la verdad,entonces nos estaremos poniendo a nosotros por encimade la verdad de Dios y estaremos dando a entender quenosotros somos más importantes que Su verdad. Estaactitud nos descalifica para servir a Dios. En nuestroservicio al Señor, tenemos que negar nuestro yo porcompleto. Ya sea que nos guste algo o no, o que no nosagrade la manera en que se hace algo en la iglesia o quenos sintamos heridos por algo en particular, estas cosasno tienen nada que ver con el asunto. Si algo debe hacersede cierta manera debe de hacerse sin importar lo quesintamos; debemos hacerlo aun si sufrimos mucho porello. Incluso si otros nos tratan mal, nos menosprecian opiensen que no valemos nada, aun así tenemos quehacerlo. No podemos obligar a la verdad de Dios a quesiga cierto camino sólo porque nosotros queremosseguirlo. El hombre es muy osado; siempre trata deobligar a que la verdad de Dios lo siga a él.Tenemos que ver la gloria de la verdad de Dios. Nodebemos proyectar nuestros sentimientos e introducirlosen la verdad. Si nos comparamos con la verdad de Dios, nosólo debemos considerarnos insignificantes ante ella, sinoque debemos considerarnos como si no existiésemos. Simezclamos nuestro yo, aunque sea un poco,inmediatamente crearemos problemas. Un hermano, quehabía sido criticado en otros lugares, vino a la iglesia y sesintió muy contento de estar entre nosotros. Él pensabaque había sido criticado injustamente en los lugares 244donde había estado antes, pero nunca había tocadorealmente la verdad delante del Señor, sólo había sidoimpresionado agradablemente por algunos hermanos. Talhermano era muy indisciplinado en su conducta. Pocotiempo después, otro hermano le dijo: "Hermano, tú hassido muy suelto en tu manera de ser", y procedió amencionarle algunas faltas en su conducta. Ésta fue unapalabra de verdad dicha en amor. Pero cuando estehermano oyó eso, se alejó muy ofendido, y dijo señalandoen su enojo: "Con razón tanta gente está en contra de estaiglesia. Merece ser criticada". Hermanos y hermanas, estehermano no era absoluto en relación con la verdad. Si lohubiera sido, no habría dicho esto cuando se le exhortó.Debido a que no era absoluto a la verdad, cambió de tonoapenas fue reprendido.¿Qué significa ser absolutos en relación con la verdad?Significa hacer a un lado nuestros sentimientos, no hacercaso de nuestras relaciones naturales y no tomar encuenta a nuestro yo. La verdad es absoluta. Nuestrossentimientos, relaciones, experiencias y tropiezospersonales no deben interferir con la verdad. Ya que laverdad es absoluta, lo correcto es correcto y lo incorrectoes incorrecto. Cierto hermano que es líder en muchoslugares, ha tomado nuestro camino y decidió tomar lamisma posición con respecto al testimonio de la iglesia. Siel camino que nosotros seguimos es el correcto, nocambiará por el hecho de que este hermano esté connosotros o no. Si el camino que tomamos está equivocado, 245no puede corregirse solamente porque este hermano lohaya tomado. El hecho que este camino sea el correcto notiene nada que ver con que este hermano lo siga o no. Aunsi él cae, el camino sigue siendo el correcto porque laverdad es absoluta. Sin embargo, muchos siguen a estehermano y piensan que si este hermano está en locorrecto, el camino que él elija también debe ser elcorrecto y que si el hermano está equivocado, el caminoque él siga también está equivocado. ¿Sus ojos estánpuestos en la verdad o en cierta persona? Esto no quieredecir que debamos ser descuidados en cuanto a esteasunto; nunca debemos ser descuidados. Debemosmantener el testimonio de Dios. Este es un hecho. Almismo tiempo debemos saber que si este camino es elcorrecto o no, no depende del hombre, sino de la verdad.¿Esto quiere decir que si algunos cristianos pecan,dejaremos nosotros de ser cristianos? ¿Significa acaso quecuando muchos hijos de Dios caen, dejaremos nosotros deser creyentes? ¿Quiere decir esto que cuando muchoshijos de Dios pierden su testimonio, Nosotros ya noseremos creyentes? No, hermanos y hermanas, la verdades absoluta. Incluso si muchos cristianos fallan, el Señorsigue siendo digno de nuestra confianza, y nosotrosdebemos seguir confiando en Él. Aun si muchos hijos deDios pecaran, nosotros seguimos siendo hijos de Dios; nodebe haber ningún cambio. Esto no significa que ahora loshijos de Dios tengan libertad para pecar o que loscristianos tengan libertad para fallar. Lo que quiere decires que la verdad es absoluta. Si creer en el Señor es lo 246correcto, debemos creer en Él aun cuando otros no crean.Si es correcto ser cristianos, debemos ser cristianos auncuando todos los demás hayan caído. El asunto nodepende de lo que otros hagan, sino de si ésta es la verdado no. Muchas divisiones en la iglesia, muchos problemasen la obra y muchas disputas entre los obreros seacabarán cuando pongamos a un lado las relaciones,sentimientos y problemas personales.Ser absolutos a la verdad no es un asunto pequeño. Nopodemos ser indiferentes a esto. Si somos descuidados encuanto a este asunto, lo seremos en todo. A fin deconfirmar la verdad, tenemos que renunciar a nosotrosmismos. Si no tenemos tal corazón y hábito por la verdad,tarde o temprano tendremos problemas. Algunoshermanos dicen: "Le doy gracias a Dios por traerme a estareunión. He recibido mucha ayuda". Esto no significa quetal hermano sea absoluto por la verdad. Tal vez sólo sesienta emocionalmente ligado a este lugar, pero cuandoalgo desagradable le sucede, puede cambiar de actitud ypensar que está en el lugar equivocado. No obstante, laverdad siempre es absoluta. Si este es el lugar correcto, loes; y si no lo es, no lo es. No puede ser el lugar correctosolamente cuando le parezca bueno a tal hermano, y dejede ser el lugar correcto cuando no le parezca bueno a él. Siél opina que es correcto o incorrecto dependiendo de lamanera en que los demás lo tratan, entonces ¡él debe serlo más importante que existe en el mundo! ¡Para él laverdad no es importante; él es importante! Él no es 247absoluto por la verdad. Muchos de los problemas surgende esto. Dios demanda que seamos disciplinados a talgrado que en todo podamos ponernos a un lado anosotros mismos y a nuestros sentimientos. Poco importasi nos sentimos contentos u ofendidos; nuestra direcciónno debe ser afectada por nuestros sentimientospersonales. Si Dios afirma que esto es lo correcto,ciertamente lo es. Si Dios afirma que no es, no lo es. SiDios afirma que este es el camino correcto, tenemos queseguir este camino aun si todos los demás rehúsanseguirlo; no lo tomamos porque sea muy agradable oporque cierto hermano lo toma. Si este es el caminocorrecto, debemos tomarlo, incluso si ninguno de loshermanos lo tome. La verdad es absoluta, y ningún serhumano debe influenciarnos de ninguna forma. Siintroducimos el elemento de consideración humana,estaremos afirmando que el hombre es más importanteque la verdad.Todo juicio que hagamos debe basarse en la verdad y noen los individuos. Cada vez que la base del juicio secambia de la verdad al individuo estaremoscomprometiendo el camino de Dios y Su verdad. La basede todo juicio es la Palabra de Dios y su fundamento es laverdad. Además, debemos actuar siempre de la mismamanera sin importar si los demás nos tratan bien o mal.Siempre que nos enfrentemos a una situación debemosindagar cuál es la verdad de Dios; no debemos dejarnosguiar por nuestros propios sentimientos. Nunca debemos 248introducir nuestros conceptos ni nuestros sentimientospersonales en la obra de Dios. Si la verdad de Dios nosindica que debemos separarnos por completo, debemoscortar los lazos aun con nuestros mejores amigos, pese aque tal vez hayamos tenido mucha amistad con talespersonas o incluso hayamos convivido con ellos pormuchos años. Cuando lo absoluto de la verdad nos llama asepararnos, debemos obedecer. Los afectos humanos notienen cabida aquí. En cambio, si la verdad nos indica queno debemos separarnos, no debemos hacerlo, aun cuandodiariamente estemos discutiendo e irritándonos unos aotros. Si solamente estamos juntos por razonespersonales, no conoceremos cuál es la verdad y nopodremos avanzar.Hermanos y hermanas, este es un asunto muy básico. Elcamino que tenemos ante nosotros está estrechamenterelacionado con las lecciones que recibamos de parte delSeñor. Si nos centramos en lo grande e importantes quesomos, sacrificaremos la verdad. A fin de confirmar laverdad de Dios, debemos mantener a raya a nuestro yo.Todos poseemos nuestro propio temperamento ysentimientos, pero no podemos alterar la verdad de Diospor causa de nuestros sentimientos y temperamento.Ningún ministro de Dios debe sacrificar, ni comprometer,la verdad divina por causa de su propio bienestar. Siconsideramos la verdad de Dios de una forma muy baja,no tendremos futuro espiritual con Dios. Cuando un juezpreside en un tribunal, debe ser absoluto para con la ley. 249Un crimen debe ser declarado crimen y un hombreinocente debe ser declarado inocente. Ningún juez debedeclarar inocente a un culpable sólo porque sea amigo ofamiliar suyo; si hiciera esto, se crearía desorden. La leyes absoluta; no debe tomar en consideración lossentimientos personales. Sería terrible si un acusadofuera declarado culpable sólo porque el juez lo considereenemigo suyo. Todo juez debe confirmar la ley. Del mismomodo, nosotros debemos creer en Dios, servirle yconfirmar Su verdad. No debemos mezclar nuestrossentimientos personales en esto. Espero que recuerdenque todos nuestros sentimientos personales deben sernegados. Todos debemos experimentar el trato del Señor.Debemos decirle: "Señor, yo no soy nada; Tu verdad esabsoluta". Si hacemos esto, no habrá más disputas niproblemas en la obra. Una gran ventaja que tendrían loscolaboradores al confirmar la verdad de Dios, es la granlibertad que tendrían entre ellos cuando compartan lapalabra o laboren. Todo se haría como debe de hacersesin preocuparse de las reacciones de otros. Si todosviéramos el carácter absoluto de la verdad, sólo nospreocuparíamos por una cosa, y ésta es, saber si algo fuehecho según la voluntad y decisión de Dios o no. Si lohacemos así no temeremos. Pero si no somos absolutospor la verdad, nos será difícil avanzar, pues siempre quese suscite algo nos detendremos a considerar cuál será lareacción del hermano Wang, la opinión del hermanoChow y las acciones del hermano Liu. Ya que los trestienen distintos temperamentos, tendremos que hacer un 250poco de compromisos por aquí y otro poco por allá. Esosería terrible. La verdad sería sacrificada. Si esta es lamanera en que hacemos las cosas, no seremos capaces dehablar con franqueza ni de tomar decisiones por temor aofender a los hombres. Y si éste es el caso, se suscitaránproblemas entre nosotros. Pero si un grupo de hombressólo se interesa por la verdad de Dios y rechaza porcompleto los métodos humanos, ciertamente esa será unabendita compañía de hombres. Si ellos rechazanfirmemente toda manipulación y diplomacia de loshombres, y no hacen compromisos ni tratan de mitigarnada por manos humanas, sino que hacen todoestrictamente según la voluntad de Dios, podemosasegurar que ese grupo estará bajo la plena bendición deDios. Si entre los colaboradores podemos tomar el caminode la verdad en forma absoluta, podremos decir lo quehay que decir y hacer lo que debemos hacer. De locontrario, habrá muchas consideraciones, diplomacia yreformas, y la iglesia dejará de ser la iglesia.Tenemos que resolver este asunto sobriamente delantedel Señor. Este es un asunto muy serio y crucial. Debemostener presente que en la obra del Señor no hay cabida enabsoluto para las emociones o sentimientos personales.Aun si nuestros sentimientos personales pudieseninfluenciar positivamente a otros para que reciban laverdad, aún así, en la obra, no debemos darle cabida aningún sentimiento humano. Podemos influenciar a unapersona a recibir la verdad al invitarla a comer, pero eso 251no está bien. La verdad es absoluta. Podemos hacer algocon una buena intención, a fin de mantener la verdad,pero la verdad no necesita de la ayuda humana paramantenerse. La verdad tiene su propia posición, su propiaautoridad y su propio poder, y no requiere de laintervención humana para permanecer firme. Nonecesitamos ayudar a la verdad ni brindarle la mano, nidebemos temer que alguien la pueda rechazar. Lo únicoque tenemos que hacer es aprender a honrar la verdad deDios, seguir el camino de Su verdad y nuncacomprometerla en ninguna manera.TRESEl obrero del Señor tiene que prestar atención a otroasunto más; a saber, ser flexibles en su vivir cotidiano. Lossiervos de Dios no pueden establecer una norma de vidafija, ni pueden insistir en sus puntos de vista o en su estilode vida. Si deseamos servir al Señor apropiadamente,tenemos que mantener un principio: Hacemos todas lascosas conforme a las Escrituras sin hacer tropezar anadie. En 1 Corintios 9:19-22, Pablo dice: "Por lo cual,aunque soy libre de todos, me he hecho esclavo de todospara ganar a mayor número. Me he hecho a los judíoscomo judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetosa la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a laley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los queestán sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yosin ley con respecto a Dios, sino dentro de la ley con 252respecto a Cristo), para ganar a los que están sin ley. Mehe hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; atodos me he hecho todo, para que de todos modos salve aalgunos". Por causa del evangelio Pablo se hizo todo atodos los hombres. Este es un rasgo de carácter necesarioque debe tener todo aquel que sirve al Señor.Filipenses 4:12 dice: "Sé estar humillado, y sé tenerabundancia; en todas las cosas y en todo he aprendido elsecreto, así a estar saciado como a tener hambre, así atener abundancia como a padecer necesidad". Por logeneral, el hombre tiene la tendencia a ir de un extremo alotro, es propenso a irse a los extremos. Algunos cristianospiensan que la única condición correcta del creyente estener abundancia y estar saciados. Otros piensan todo locontrario, que debemos sufrir humillaciones, carencias, yhambres. Sin embargo, Pablo dijo que él había aprendidoa estar humillado y a tener abundancia. Sabía lo que esestar saciado y lo que es padecer necesidad. Habíaaprendido el secreto para toda situación. Él pudodeclarar: "Todo lo puedo en Aquel que me reviste depoder" (v. 13). Pablo era flexible en cuanto a las cosasmateriales y externas de la vida diaria. Sin importar cuálfuera la situación, él podía aceptarla.Desafortunadamente muchos hermanos y hermanas sonmuy tercos; tienen unos hábitos cotidianos inflexibles yno están dispuestos a cambiarlos ni a modificarlos.Algunos tienen que bañarse con agua muy caliente todos 253los días. Otros no pueden pasar un día sin rasurarse. Sialguna vez se hallan en una situación donde no puedenmantener sus hábitos, no pueden ejercer su función. Auncuando se trate de algún asunto pequeño, es un obstáculopara la obra del Señor. Aquellos que son inflexibles encuanto a sus hábitos no pueden ser siervos de Dios. Losobreros del Señor no deben ser desequilibrados. Debenser capaces de continuar laborando varios díasbañándose con agua caliente o sin bañarse, afeitándosediariamente o sin poder afeitarse, cambiándose de camisadiariamente o sin poder hacerlo por varios días. Debenser capaces de dormir en una cama dura o en una suave.Deben tener la capacidad de adaptarse a cualquierambiente en el que sea puesto.Para un obrero no solamente sus hábitos diarios no debenser un problema, sino que la personalidad y la edadtampoco deben ser un impedimento. Supongamos que encierto lugar la gente es muy afectuosa, mientras que enotro lugar acostumbran a ser muy fríos. Los siervos deDios deben ser capaces de conducirse bien en amboslugares. Si el siervo es de temperamento flemático y sólopuede trabajar entre personas como él, y no se sientecómodo entre los que son afectuosos por naturaleza,entonces está descalificado para la obra. Algunos sólopueden servir entre los que son temperamentalmentecálidos, y no pueden trabajar entre los que son mas fríos.Otros solamente pueden trabajar entre las personas másserias y no están dispuestos a servir entre personas 254despreocupadas. Todas estas restricciones limitan la obrade Dios. Otros obreros sólo pueden ministrarles a losadultos y no tienen nada que decir cuando se encuentranentre los niños y los jóvenes. Tales actitudes son propiasde una personalidad desequilibrada y constituyen unestorbo en la obra de Dios. Nuestro Señor recibió a losancianos y bendijo a los niños. Dios quiere que seamoscomo nuestro Señor, que recibía a los mayores y bendecíaa los niños. La señora Guyón dijo en una ocasión que lapersona que está en una unión completa con Dios puededar consejos a una persona adulta y ser amigo de losniños. Esta es una lección que tenemos que aprender.Hermanos y hermanas, estos asuntos también serelacionan con la negación de nuestro yo. Nuestro yotiene que ser eliminado hasta el grado en que podamosservir apropiadamente en cualquier situación en la queDios nos ponga. Sólo así dejaremos de ser inflexibles ypodremos ser imparciales. Pablo podía hacerse todo atodos debido a que era una persona cabalmenteentrenada por el Señor. Aprendamos todos a serdisciplinados por el Señor a fin de que nuestros hábitosdiarios y nuestra personalidad no lleguen a ser rígidos einflexibles. No vayamos a los extremos, a fin de evitar quede ninguna manera seamos un obstáculo o unafrustración a la obra del Señor.CUATRO255El obrero del Señor también debe tener un punto de vistaapropiado y una posición bien definida concerniente alasunto de la virginidad y el matrimonio. Muchos evitanhablar de este tema; sin embargo, este es un temaimportante para el obrero del Señor y tenemos que deciralgo sobre esto basados en la enseñanza de la Biblia.Pablo presenta una palabra clara sobre el asunto de lavirginidad en 1 Corintios 7:25-35: "En cuanto a lasvírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy miparecer, como uno a quien el Señor ha concedidomisericordia para ser fiel. Tengo, pues, esto por bueno acausa de la necesidad presente; que hará bien el hombreen quedarse como está. ¿Estás ligado a mujer? Noprocures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procurescasarte. Mas también si te casas, no pecas; y si la doncellase casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de lacarne, y yo os la quisiera evitar. Pero esto digo, hermanos:que el tiempo se ha acortado; en adelante, los que tienenesposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, comosi no llorasen; y los que se alegran, como si no sealegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y losque usan este mundo, como si no abusaran; porque laapariencia de este mundo pasa. Ahora bien, quisiera queestuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de lascosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casadotiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar asu mujer, y está dividido. La mujer no casada, igual que ladoncella, tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser 256santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tienecuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a sumarido. Esto lo digo para vuestro provecho; no paratenderos lazo, sino para lo decoroso, y para que sindistracción atendáis al Señor". Esta palabra nos muestrala ventaja de permanecer solteros. Así uno puede servir alSeñor con más diligencia, con menos distracción y conmayor dedicación a la obra. Una persona casada no puedecompararse a una persona soltera en este respecto.No obstante, no todos son capaces de recibir esta palabra.Así que, debemos también prestar atención a lo que dicenlos versículos 36 al 40: "Pero si alguno piensa que secomporta indebidamente para con su hija virgen que paseya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera,no peca; que se case. Pero el que está firme en su corazón,sin presión alguna, sino que es dueño de su propiavoluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hijavirgen, bien hace. De manera que el que la da encasamiento, hace bien, y el que no la da en casamientohace mejor. La mujer casada está ligada mientras sumarido vive; pero si su marido durmiera, libre es paracasarse con quien quiera, con tal que sea con alguien queesté en el Señor. Pero a mi juicio, más dichosa será si sequeda así; y pienso que también yo tengo el Espíritu deDios". Esta palabra es bastante clara. Si alguien piensa queno está bien permanecer soltero, y que la flor de sujuventud está pasando, y que así es necesario, puedeactuar como bien le parezca. Es una decisión personal 257permanecer soltero o no hacerlo; nadie puede tomar ladecisión por él. Por supuesto, a fin de permanecer soltero,además de haberlo resuelto en su corazón, uno debehallarse "sin presión alguna, sino que es dueño de supropia voluntad". Pero lo principal aquí es que uno mismolo decida en su propio corazón.Leamos de nuevo Mateo 19:10-12: "Le dijeron Susdiscípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer,no conviene casarse. Entonces Él les dijo: No todos soncapaces de aceptar esta palabra, sino aquellos a quieneses dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre desu madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos porlos hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieroneunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capazde aceptar esto, que lo acepte". Si leemos juntos la últimaparte del versículo 11 con la última parte del versículo 12,donde dice: "aquellos a quien es dado ... el que sea capazde aceptar esto, que lo acepte", queda claro que lavirginidad es dada sólo a aquellos que pueden aceptarla.A fin de evitar distracciones y tener el tiempo adecuadopara servir al Señor diligentemente, sería mejorpermanecer solteros. Entre los discípulos del Señor, Juanpermaneció soltero. Pablo también permaneció soltero.Pero si alguien siente la necesidad de casarse, puedehacerlo. No es pecado casarse. La diferencia entrepermanecer soltero o casarse no tiene nada que ver con el 258pecado; más bien, tiene que ver con el tiempo, con ladiligencia y con evitar distracciones.El matrimonio es santo, porque el cuerpo fue creado porDios, juntamente con todas sus necesidades. Es por esoque afirmamos que el matrimonio es santo. Perocualquier exigencia que el hombre tenga fuera delmatrimonio, es pecado. ¿Por qué el hombre necesitacasarse? Para evitar las relaciones fuera del matrimonio.Por tanto, el matrimonio no es pecado. Por el contrario,previene el pecado. Casarse no equivale a caer; todo locontrario, uno se casa para prevenir una caída.Pablo dejó muy en claro este asunto en 1 Corintios 7:1-9,donde dijo: "En cuanto a las cosas de que me escribisteis,bueno le es al hombre no tocar mujer; pero a causa de lasfornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada unatenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer eldeber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. Lamujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino elmarido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre supropio cuerpo, sino la mujer. No os privéis el uno al otro, ano ser por algún tiempo de común acuerdo, paradedicaros a la oración; y volved a juntaros en uno, paraque no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento.Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo;pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno de unmodo, y otro de otro modo. Digo, pues, a los solteros y a 259las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero sino tienen don de continencia, cásense, pues mejor escasarse que estarse quemando". Este pasaje nos muestraque una de las razones para el matrimonio es prevenir lafornicación. Al mismo tiempo, nos indica que Dios puededarle a alguien un don especial para permanecer soltero,pero es mejor que aquellos que no posean este don, secasen, a fin de no caer en fornicación.No es necesario ahondar demasiado en el tema de lavirginidad. De hecho, sabemos que Pablo era virgen. Sinembargo, él le advirtió a Timoteo que en los postrerosdías vendrían enseñanzas de espíritus engañadores queprohibirían el matrimonio, y él afirmó que éstas eranenseñanzas de demonios (1 Ti. 4:1, 3). Por un lado,creemos que es bueno permanecer soltero; pero por otrolado, tenemos que mantener el equilibrio de la Palabra deDios; no podemos decir que el matrimonio sea algoimpuro. Debemos estar claros que el matrimonio es santo;que es algo ordenado por Dios en su creación y queprohibir el matrimonio es una enseñanza de demonios.Si un obrero del Señor es casado, debe hacer todo loposible por organizar sus asuntos familiares de talmanera que no le causen demasiada distracción. Así éltendrá la oportunidad de entregarse lo más que seaposible a la obra del Señor. Debe trazar claramente unalínea divisoria entre la obra y su familia, nunca debepermitir que los miembros de su familia intervengan en la 260obra. Por supuesto, si algunos de ellos también soncolaboradores, es un caso distinto. Sin embargo, nuncadebe traer a su casa los asuntos de la obra. Ningún obrerodel Señor debe ser influenciado por sus familiares enningún asunto relacionado con la obra que él realiza. Enuna ocasión, un hermano dijo que fue a cierto lugar alaborar porque su esposa le había prometido ir allí. ¡Estoes inconcebible! ¿Cómo puede una esposa prometer algopor su esposo y cómo puede el esposo ir porque su esposalo prometió? No podemos actuar en la obra basados en loque nuestros familiares prometen y, de hecho, tampocopodemos actuar basados en las promesas de nuestroscolaboradores. Nuestra familia debe estar claramente almargen de nuestra obra. Ningún obrero del Señor debecomunicar a la ligera los problemas espirituales de otroshermanos y hermanas a su familia. Si los miembros de sufamilia desean enterarse de algo, ellos deben saberlo almismo tiempo que los demás hermanos y hermanas de laiglesia. Muchos problemas en la obra son causadosporque los obreros hablan descuidadamente los asuntosde la obra a su familia.Otra cuestión importante a la cual debemos prestarespecial atención es la necesidad de mantener unarelación y contacto apropiados entre los hermanos y lashermanas. Si un hermano muestra que tiene unapreferencia a trabajar entre las hermanas, no debemospermitirle que participe en la obra. De igual modo, si unahermana joven tiene la preferencia de trabajar entre los 261varones, a ella tampoco se le debe permitir que participede la obra. Tenemos que ser estrictos al aplicar esteprincipio. En circunstancias normales los hermanosdeben trabajar mayormente con hermanos, y lashermanas con hermanas. El Hijo de Dios nos dejó talmodelo cuando laboró en la tierra. En el Evangelio de Juancapítulos 3 y 4, vemos claramente una línea clara deseparación con respecto a esto. En el capítulo 3, el Señorse entrevistó con Nicodemo de noche, mientras que en elcapítulo 4, se encontró con la mujer samaritana a la luzdel día. En el capítulo 3, el Señor Jesús habló conNicodemo en una casa y en el capítulo 4 se reunió con lamujer en una fuente, en un lugar público. Si el escenariodel capítulo 3 y 4 fueran intercambiados, tendríamos unescenario impropio. Es claro que el Señor habló conNicodemo bajo circunstancias muy diferentes a las quevemos cuando habló con la mujer samaritana. Estoshechos nos presentan un buen modelo a seguir.No estamos diciendo que los hermanos y las hermanas nodeben tener contacto ni comunión unos con otros. Lo queestamos dando a entender es que cuando un hermano ouna hermana muestran una marcada preferencia o deseode estar con miembros del sexo opuesto, debemosdesanimarlos e impedirles que tengan contacto entreellos. Por supuesto, en Cristo no hay diferencia entrehombre y mujer, y entre los hijos de Dios no existe unmuro divisorio entre los hermanos y las hermanas. Por elcontrario, debe existir una buena comunión entre ambos. 262Pero cuando un hermano tiene el hábito o la preferenciade hablar sólo con las hermanas, o viceversa, debemosintervenir inmediatamente en dicha situación. Espero quelos hermanos y hermanas ejerciten espontáneamente estarestricción y limitación cuando tengan contacto entre sí.Si alguno de ellos va más allá del límite apropiado y seinvolucra en una comunión anormal, debemos tratar contal situación de una manera estricta. Que el Señor nosconceda Su gracia para que podamos mantener un buentestimonio en este respecto.
<3 <3 <3 FINNNNNNNNNNNNN! <3 <3 <3