∆3

79 13 0
                                    

—¿Qué haces?—

—Callate y solo mira.—

Kyung miro las delicadas manos de ella deslizarse sobre las de él, de la manga de su abrido aparecio una flor de loto pequeña conformada por cristales transparentes y una piedreria pulcra.

—Esto es un recuerdo para que cuando me vaya me recuerdes y este presente contigo.—

—Gracias Yeri.—

Sonrió mirando aquella flor, Yeri lo miro satisfecha este obsequio le había cambiado el semblante por completo Kyung parecía sonreír de forma sincera, ahora el sabía que la salida había sido una idea buena y no recordar lo pasado encerrado en su habitación, mientras las demás personas se marchaban una a una creyeron que era él momento de partir también.

.....

—¿mañana?—

—Si es mañana, ¿acazo lo olvidaste.—

—Claro...que sí—

—Ash, Ni se te ocurra faltar, mi padre cuenta con tu presencia. Ahora me tengo que ir aún me falta mucho por hacer.—

—Jun~—

|Llamada finalizada.|

—¿sabías qué es de mala educación escuchar detrás de las puertas.— menciono Kyung que ya se había percatado de la presencia ajena.

—Tu eres el que habla demasiado fuerte.—
contesto asomando apenas su cabeza por la puerta semiabierta.

Kyung sonrió poniéndose de pie y estirándose un poco después de un descanso largo, restregó con sus manos ambos ojos y volvió a sentarse mientras Yeri entraba sentándose a su lado vestida con una pijama a cuadros azul prestada por Kyung la cual estaba enorme comparada con la silueta de Yeri.

—¿discutias con alguien?—

—No.—

—¿entonces qué pasa?, ¿porqué tu seño sigue fruncido?—

Ella delineó con su dedo la entreceja de Kyung.

—Supongo que ya es costumbre estar así.—
miro con desgane la cama descompuesta y Yeri bajo su mano observando por la ventana lo nublado que esta allá afuera.

—Ahora debo ir a mi habitación a ducharme y cambiarme.—

—Haré lo mismo.—

—¿saldremos a algún lugar después?—

—Tengo un compromiso hoy por la tarde, te invitaría pero sera muy aburrido.—

La menor negó, insistiendo que prosiguiera.

—Por favor, no me obligues a arrepentirme. —

Contesto desganado.

—¿entonces eso es un sí?—

—Sí, el evento consta de un homenaje al padre de mi amigo.—

—Entiendo.— miro hacía la nada pensando si entre sus atuendos existía algo decente para la ocasión. —¿a qué hora nos iremos?—

—Uhm— miro el celular sobre la mesita de noche de a lado apretó una tecla para observar la hora. —En 4 horas aproximadamente, vaya es muy tarde.—

Yeri asintió abandonando la habitación.

Camina Conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora