Me encuentro abandonada, pensando en las cosas que pasan día a día, sintiendo como la sangre bombea en mis venas, sabiendo que lo que viene después es besar tus labios. Lo que pasa que no soy una chica de principios y tampoco me cuestiono mis razones, aveces intento entender a los justos y trató de no juzgar los pecados, yo soy parte de ellos, estoy irrevocablemente destinada a el fuego y no me asusta, conozco lo suficiente el odio como para decir que para la destrucción solo basta un segundo y pensar un momento para mirar atrás, me encuentro entre margaritas y me asusta poder mirar el infierno desde cerca sin tener el menor atisbo de miedo, al contrario corro hacia la destrucción por tus caricias y corro un poco más por tus labios.
Recaigo en la idea, no soy una chica de principios.
