Atrapada

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Itziar se levantó.
-No es lógico...
-¡Que saltes! -gritó Teresa.
-¡No! ¿Qué te hace pensar que porque la Luna me atrape a mí dejará libre a María? ¿Eh?
-No perdemos nada por intentarlo -respondió Teresa.
-¡Sí! ¡Me perdeis a mí! -dijo Itziar.
-Eso es como no perder nada -contestó Teresa - Ahora salta o te empujo yo.
Itziar no se movió de donde estaba. Teresa le agarró del brazo y la arrastró hasta la cornisa. Itziar y ella empezaron a forcejear. Teresa intentó empujar a Itziar, pero resbaló y cayó al borde de la azotea. Itziar, aprovechando que tardaría lo suyo en levantarse, la empujó y la tiró de la azotea. La Luna lo vio y sostuvo a Teresa con el rayo de Luna, lo que hizo que liberase a María. Cuando María tocó el suelo de la azotea, dio un cambio enorme y se convirtió en una mujer de 30 años, como debería ser.
- Por fin... -murmuró María.
Ahora Teresa estaba atrapada en el rayo de Luna. Ni Itziar ni María iban a saltar para ayudarla. Itziar por venganza, y María por no volver a estar encerrada.
Teresa se pasó las noches enteras llorando. El mundo estuvo sin Luna varios meses, los meses en los que Teresa lloraba y no quería mostrarse al mundo. Sus padres pensaron que se había caído por la azotea y que había muerto. Los padres de María pensaron lo mismo. Pero era lo incorrecto. Porque Teresa estaba ahí, arriba, en un rayo de Luna.

El hechizo de la Luna #CsEditionsNovela2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora