Tears vs Smiles.

Capítulo 3

¿Sabes algo Luca?

Creo que deberías insistir más, no sólo eres quien lo escucha, si no que también eres su mejor amigo, o al menos, su único amigo de verdad.

— Cy .-llamó a su amigo-. He estado pensando y-

— Ahora no Lu, iré a tu casa mañana.

Y como el tonto niño enamorado de catorce años que era, eso le bastó.

— Esta bien -y volvió a callar sus verdaderas intenciones.

El año pasaba rápido, más si de clases se trataba, pronto los exámenes finales llegarían, en dos semanas exactamente.

— ¡Oye! Tonto .-gritó un niño al que Lu nunca había visto.

El de ojos azules decidió ignorarlo.

— ¡Presta atención cuando te hablo! .-chilló el recién llegado.

Y una mano se estampó en la mejilla de Luca. Fue tan fuerte, que una lágrima salió rodando con rapidez por su irritado rostro.

"¿Por qué? "

Se preguntó él, pero la fuerza que tenía era muy poca.

— ¿Quién te crees? .-bufó el niño-. ¡Alguien tan poca cosa como tú no debería tener amigos!

Y Lu sólo miraba a lo lejos la silueta de su amigo, Cy, y pensó por un momento que sería una escena de película, en la que este vendría y lo sacaría de su apuro.

Pero no era una película, ni la sería jamás.

— ¿No dirás nada? .-preguntaba mientras golpeaba a Lu.

— No.

— ¡Mira! Ni a nadie le importas.

Lu analizó como a su alrededor un pequeño grupo de niños los rodeaban, sólo observando.

— No.

— ¿Dejarás que te golpee? .-susurró sobre el oído del castaño.

Y el silencio se interrumpió con el sonido hueco de los puños estrellándose contra el estómago del más pequeño, y las bofetadas contra su cara.

El tipo fue inteligente y no dejó tantas marcas, al menos no en su cuerpo.

Lu volvió a mirar a lo lejos, y esta vez se topó con los ojos de su amigo, que observaban la escena, y creyó que vendría a ayudarle una vez más, pero sólo le propinó una mirada de pena, y luego caminó lejos.

No.

Pensó Luca.

Él no me está dejando...

Y consolarse a sí mismo no era suficiente, el matón ya se había ido. Dejándolo sólo, maltratado, tirado en el suelo bajo aquel árbol.

Pero el frío era insoportable, y el dolor lo era así mismo, por lo que se obligó a levantarse y con sus últimas fuerzas caminó hacia el salón de clases.

Una vez más, buscó con la mirada a Cy, encontrando sólo un patio vacío, y a muchos niños en sus salones.

Y comprendió que el mundo podía moverse sin él, y todos deben moverse en el mundo a su manera, eso era lo que hacía Cy, aunque sus métodos no eran los mejores.

— Lo siento profesor. Me caí del árbol.

— Está bien. Tome asiento.

Y no escuchó ese tan deseado:"Vaya a la enfermería."

Buscó uno de sus libros, y notó que le faltaba el que debían de usar.

Y quiso pedirle a Cy, que se unieran y trabajaran juntos. Pero Cy ya estaba con alguien más.

Y Sammy se unió con él y compartieron libros, y reírse forzadamente de las gracias de la niña traían dolor a sus entumecidos músculos.

— ¿Seguro de que estás bien Lu? .-preguntó Sam.

— Lo estoy .-respondió.

Y fingió una sonrisa.