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Abril 2015, Madrid, España.

Por Amber:

Me puse un poco de pintalabios y planché mi vestido de nuevo, me puse de perfil y mordí mi labio, llevé mis manos a mi estómago y dejé salir el aire. ''Arreglate todo lo que puedas, no quiero que me avergüences'' las palabras del chico del que estaba enamorada vinieron a mi mente, -no me veo tan mal- susurré y me miré de nuevo. El timbre sonó y sonreí, cogí mi bolso y bajé las escaleras. Al abrir la puerta sonreí encontrando a mi novio. -Hola- dije sonriendo

-¿Qué es eso?- preguntó mirando mi vestido

-¿Te gusta?- pregunté y di un giro completo

-Claro, estaría mejor si estuvieras más delgada- soltó y mis ojos se abrieron, -ponte otra cosa- dijo cerrando la puerta. -Pantalones vaqueros, tapate esas piernas, ¿cuándo lo vas a entender? las piernas no se enseñan si no son bonitas- repitió y mordí mi labio conteniendo las lágrimas. -Date prisa Amber, soy el anfitrión de la fiesta y voy a llegar tarde por tu culpa- dijo molesto. Asentí y me apresuré a subir las escaleras. Me quité el vestido y me puse mis mejores vaqueros, zapatos lisos porque a el no le gustaban de tacón y una blusa pegada al pecho pero floja del estómago. Recogí mi pelo en una coleta y bajé con miedo a ser rechazada de nuevo.

-¿Mejor?- pregunté temerosa y me miró sin estar convencido

-Bueno, por lo menos no se te ve tan gorda- dijo y abrió la puerta. Salí molesta y caminé delante de él sin hablarle. -Vamos, sabes que estoy bromeando- dijo riendo. Entré al coche y mantuve la mirada al frente. -¿Estás enfadada?- preguntó.

-¿Tú qué crees?- respondí

-Era de broma- dijo

-Pero sigue doliendo- aseguré

-Lo siento, lo siento, ¿me perdonas?- preguntó girando mi cara haciéndome que le mirara. -¿por favor?- dijo y sonreí.

-Sabes que no puedo enfadarme contigo- dije y sonrío

-Porque me amas- dijo y asentí

-Con toda mi alma- aseguré y sonrió. Arrancó el coche y avanzó. Esperaba que dijera que me amaba, pero no lo hizo. ''Lo hace, sabes que es así'' me repetí en la cabeza y suspiré, -Entonces... ¿cuánto tiempo se quedará tu amigo?- pregunté

-Todo el mes- contestó muy seco y giró entrando a la calle de su casa

-Oh, genial- dije y solo respondió un 'ajá'. Mordí mi labio y me encogí de hombros dándome cuenta de que no se me ocurría nada para decir. ¿Desde cuando me quedaba sin tema de conversación con James?. Aparcó el coche en frente de su casa. Bajé del coche y sonreí esperando que caminara hacia la entrada y ni siquiera se detuvo a ver si yo estaba detrás de él. ''Está emocionado por su amigo, lo habría hecho en otra ocasión'' me obligué a creer y abrí la puerta bajando por mi propia cuenta. Acomodé mi blusa y respiré profundamente caminando hacia la casa de mi novio. La música estaba fuerte y había gente que jamás había visto antes. Busqué alrededor de la habitación y sonreí encontrando a James hablando con un par de chicos. Caminé con decisión en su dirección chocando con alguien apenas pasos adelante. Reí, porque es lo que tendía a hacer cuando me ponía nerviosa. -Lo siento- susurré

-Fue mi culpa- dijo él. Alcé la mirada encontrandome con un par de ojos azules que me miraban fijamente. -Lo siento- dijo y sonreí.

-Ya lo dije yo antes- murmuré y sonrió ampliamente.

-Alex Clayton- dijo estirando su brazo

-Claro que se quién eres- aseguré- Soy Amber Collins- dije estrechando su mano. Sus ojos se abrieron, -¿sucede algo?- pregunté y me miró más fijamente.

-Amber Collins... ¿La Amber de James?- preguntó y asntí sonriendo. ''¡James había hablado de mi a sus amigos!'' -¿Dónde está él?- preguntó y levanté mi mano señalando al lugar donde lo había visto antes, pero ya no estaba.

-No tengo ni idea- dije y frunció el ceño.

-¿Sabe que estás aquí?- preguntó y asentí, -¿y te dejó sola?- abrí la boca para habar pero la cerré. -¿Sabes dónde está la cocina? necesito un vaso de agua- dijo y asentí.

-Sigueme- susurré y asintió. Caminó detrás de mi hasta la cocina, allí cogí dos vasos de la estantería y le entregué uno

-¿Quieres agua?- asentí y le entregué mi vaso. -Aquí tienes- dijo entregándomelo de vuelta.

-Gracias- dije y tomé un gran sorbo. -Entonces... ¿te quedarás un mes aquí?- pregunté y asintió

-Espero que no te moleste- dijo y negué.

-Por supuesto que no, además, a James le hacía ilusión que vinieras, suele aburrirse demasiado- expliqué.

-¿Aburrirse demasiado?, ¿a tu lado?, oh vamos, no te creo.- señalo y reí.

-En realidad no soy nada divertida- admití. -Así que creo que el que estés aquí le hará bien, ha estado un poco gruñón últimamente- dije y sonrió.

-Espero poder ayudar- dijo y asentí. Tal vez la visita de él no era lo que faltaba, quizás James relajaría y todo volvería a ser como antes. -¿Aún esudias?- preguntó de repente

-Si, y el próximo año me gradúo- dije con orgullo

-Eso es estupendo- dijo y sonreí. -Yo era un asco en el colegio, realmente estoy feliz de estar en la banda, creo que de otra manera habría tenido que vender chicles-

-Bueno, si los vendieras aquí no te iría tan mal, yo te compraría siempre, soy adicta a ellos- dije y sonrió con diversión.

-Ahora se cual será tu regalo de cumpleaños- dijo y reí

-Mientras no esté masticado seré feliz- dije y reímos de nuevo

-¡Aquí estás!- dijo James entrando a la cocina. Sonreí, abrí la boca para hablar pero entonces me di cuenta que no hablaba de mi. -Alex, hay un par de chicas que están... las tienes que conocer- dijo y entonces me miró. -Oh, aquí estás- dijo y miró de nuevo a Alex

-No me habías dicho que tu novia era tan guapa- dijo Alex y mis ojos se abrieron

-No me habías dicho que necesitabas gafas- dijo James

-James...- contestó Alex

-Solo bromeo hombre, ella lo sabe- dijo y me miró. -¿Cierto gordita?- preguntó y asentí. -Entonces Alex, ¿vienes o no?- preguntó de nuevo a su amigo. El me miró y frunció el ceño. Le sonreí intentando parecer sincera y sonrió de nuevo. Estiró su mano y me sonrió.

-Encantada de conocerte Alex- dije y sonrió

-Igualmente, Amber Collins- respondió con elegancia



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