Lobotomía.

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(Lo que leerás a continuación fue el intento de un puberto de imitar discretamente el estilo de Stephen King)

Billy y Bob eran dos vagabundos.

Billy siempre había sacado malas notas, no por ser idiota, sino por ser flojo. Aunque supongo que hay que ser idiota para ser flojo; pero en fin, fue ese el motivo por lo cual la fatalidad lo condenó. Bob, por otro lado, era un idiota que siempre se había creído superior a todos, y aún así terminó en la miseria.

 Caminaban lúgubremente por un camino de tierra a través del bosque Kristan. 

Era una noche fría. Las nubes obstruían la luz de la luna, y las primeras gotas de la fuerte lluvia que se avecinaba empezaban a caer. Necesitaban refugio.

Billy llevaba un carrito que contenía mantas viejas y rotas, latas y botellas vacías. Bob, por supuesto, llevaba una botella de alcohol barato en la mano.

Hablaban de lo rara que era la gente en Kristanville -pueblo del que acababan de partir- y de ese amable chico de ojos azules que les dio unas cuantas monedas. De no ser por eso, estarían tristes debido a la falta de bebida.

Las gotas empezaban a hacerse más frecuentes. De un momento a otro, la lluvia y la brisa fría los azotaban. Sus pies resbalaban ante la tierra mojada, y algunas latas salieron volando. 

Muy pronto, los dos divisaron a lo lejos una gran estructura. Se veía vieja y en mal estado, pero aún así...

-Venga -dijo Bob- que aunque luzca mal, podrían haber lugares más malos que ese, ¿a que sí, Billy? Vamos corriendo, antes de que alguien nos quite el lugar -Y dio la típica risa que cualquier alcohólico que se salva de neumonía hubiera dado, algo así como...- jejeje.

Los dos corrieron hasta la estructura, que cada vez parecía más grande y gótica. 

Rápidamente llegaron a la entrada, ninguno de los dos leyó el letrero que señalaba "psiquiátrico general de Kristanville", posiblemente hubieran preferido morir de frío bajo la lluvia a pasar una noche ahí. O a pasar menos de una noche ahí.

Los dos fueron hasta la puerta principal, luego de empujar un poco y chocar el carrito con la puerta, esta cedió. 

Todo estaba completamente oscuro, pero poco a poco sus ojos se acostumbraron.

Había un fétido aroma a mierda. Bob ya estaba acostumbrado, Billy tenía cara de que iba a desechar lo poco que había digerido en el desayuno. Al final no lo hizo, recordó que no había comido nada esa mañana.

Caminaron largo rato en las tinieblas, hasta llegar a una parte llamada "pabellón c", en el cuál había un montón de puertas abiertas. Las  ruedas del carrito hacían un molesto sonido, y al entrar al pabellón, se sentían los vidrios rotos debajo de la goma. 

El lugar estaba completamente deteriorado. En el piso habían fragmentos de vidrio y porcelana blanca y las paredes parecían a punto de ceder al arcaísmo de su existencia. El polvo hizo que Bob estornudara varias veces, sus estornudos resonaron por todo el psiquiátrico. 

Bob -por supuesto- se quedo con la primera habitación. La habitación 313 era la que se veía más cómoda, y era la que contaba con la cama que parecía menos sucia. Billy se quedó en la habitación contigua.

Cuando Bob despertó, sintió un agradable calor en todo su cuerpo. Al parecer la lluvia ya había dado paso a un despejado cielo azul.

Ahora la habitación era completamente diferente. Los fragmentos de vidrio ahora eran una clara ventana, las paredes desvaídas ahora estaban impecables y blancas, en la mesita de la derecha, la botella había sido cambiada por varios instrumentos médicos.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2020 ⏰

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