Capitulo 2

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Alfred había sido despertado por Francis más temprano de lo que hacia normalmente, y cuando se daba el caso, era algo muy importante y Alfred estaría de mal humor. Francis se apresuró a prepararlo todo para que el príncipe heredero estuviera listo, Alfred con un gran desgano hizo lo que Francis le pedía y pudo hacerlo en un tiempo récord por lo menos para ellos pues la ultima vez habían tardado 3 horas y hoy solamente había sido una.

Alfred seguido de Francis bajaron las escaleras hasta llegar al primer piso del castillo, había estado perdido pensando en Arthur el mago que vive en el bosque, tenia pensado preguntarle a Francis si lo conocía pero suponía que no porque vivía en lo profundo de aquel lugar, sin embargo se atrevió a preguntar.

Francis, no conoces tu a un mago de ojos verdes que vive en el bosque?.- preguntó observando su desayuno que por primera vez en toda su vida no había querido comer.

Habla de mon Pettitte Arthur?- respondió a forma de pregunta.

Si.... Espera... Lo conoces?!.- dijo con incredulidad.

Si, él ayudo a que usted pudiera nacer y a que su madre sobreviviera al parto, a mi me enviaron a buscarlo, pero decían que solo lo podías encontrar en la noche en lo mas profundo del bosque, porque lo pregunta? Usted también lo conoce?.- dijo Francis sorprendido de que le preguntaba por aquel mago que se supone nadie conocía.

Ayer, cuando salí del castillo corrí hasta el bosque y me perdí, fue ahí donde lo conocí y me mostró el camino hacia el castillo, se me había hecho extraño que no me llevara al pueblo.- dijo Alfred relatándole lo que había sucedido la noche anterior .

Supongo que debía de saber que usted era el príncipe ya que el lo ayudo a nacer y también lo ayudó en parte de su niñez a volver del bosque.- le decía Francis. Alfred estaba confundido no recordaba nada de eso aunque se imagino que lo de su nacimiento seria imposible de recordar lo de su infancia se le hacia extraño.

Llegaron hasta donde se suponía se encontraba el rey, y entraron en aquella sala, era enorme comparada con el cuarto de Alfred y su cuarto ya era del tamaño de una casa , pues la sala de su padre ocupaba más espacio, recordaba como de niño se la pasaba todo el tiempo ahí jugando con sus miles de juguetes paseando por aquella sala que conocía tanto. En ese momento le vino un sentimiento de nostálgico, ya que aun encontrándose con miles de objetos nunca había tenido la amistad de nadie, por eso cuando llegó Francis a cuidarlo fue muy feliz porque podría jugar con alguien en aquel gran lugar solitario.

Llegaron al final de la sala y ahí se encontraron al rey que los había estado esperando a que llegaran, le pidió a Alfred que tomara asiento , obedeció aunque se encontraba algo tenso y el rey procedió a hablar.

Alfred te he citado aquí tan temprano y sin tu madre porque es algo que debemos tratar padre a hijo.- Alfred seguía nervioso no podía imaginar a que lo había citado, sin embargo debía de ser algo muy importante.

Como ya has de saber no voy a ser rey por siempre por lo tanto la única solución es que mi único hijo se case con una princesa para que pueda ocupar mi lugar.......-

Pero yo no-iba a reponer

A menos.- interrumpió su padre - que te dirijas con el mago que vive en el bosque y te de la poción de la inmortalidad.- terminó de decir.

El semblante de Alfred cambió de uno angustiado a uno de felicidad, pensaba que eso seria de lo más sencillo del mundo y le entusiasmaba la idea de poder cambiar su destino a uno donde no se tuviera que casar con una princesa, había pensado en todos los beneficios que eso le traería como que ya no tendría que estar preparándose para ser el rey sino estaría cazando y viajando, explorando el bosque y otros lugares, al final dijo con todo el entusiasmo.

Acepto!.- dijo felizmente. Mas su padre sabia que sacarle la información a ese mago no era nada fácil, lo había intentado hacer cuando era joven y el mago se ocultaba o se negaba a decirle.

Muy bien hijo, que tengas suerte.- le había dicho su padre, Alfred se sorprendió de que le llamara hijo pues hacia ya mucho tiempo que dejó de fu así mas le resto importancia y junto con Francis salio de aquella sala.

Cuando habían salido, Alfred se dirigió rápidamente hacia el bosque con su caballo y su amada espada sin esperar a Francis que salio corriendo detrás de el. Francis había alcanzado al príncipe cuando este llegó a donde había encontrado antes al mago, sin embargo este no se encontraba. Siguieron buscando por toda la tarde, mas no encontraron ninguna pista de su paradero. Alfred estaba a punto de rendirse cuando se le hizo verlo cerca de un árbol, inmediatamente dirigió a su caballo a ese lugar y en efecto ahí estaba Arthur, este se había asustado por el encuentro inesperado con aquel chico que había visto anteriormente, sin embargo mostró un rostro tranquilo ante la situación.

Que te trae por aquí príncipe?.- había preguntado sin volverse a verlo.

Vengo a cambiar mi destino!.- dijo Alfred con emoción.

En ese momento el joven mago volteo a verlo, se le había hecho extraña esa contestación por su parte, así que le preguntó:

A que te refieres con eso?.-Alfred se había quedado pensando un rato en lo que había dicho y porque lo había dicho, pero en ese momento Arthur puso una cara de desagrado que le hizo voltear la vista y ver como Francis caminaba tranquilamente hasta él.

Bonjour Arthur.- había dicho a forma de saludo. Arthur seguía con su cara de desagrado y se fue corriendo por el denso bosque, Alfred sin entender nada lo siguió hasta que Arthur entró a una pequeña cabaña cubierta de plantas trepadoras tanto que la ocultaba muy bien.

Espera Arthur porque corres?.- le preguntó Alfred un poco cansado por perseguirlo.

Arthur no contestó a la pregunta de Alfred y cerró la puerta en su cara propinándole un golpe en la nariz que no se preocupó en prestarle atención.

Tocó la puerta varias veces pero no había respuesta por parte de Arthur por lo cual se decidió por derribar la puerta. Cuando estaba a punto de tirarla Arthur abrió la puerta y Alfred entró y se estampó en la pared de la cabaña. Por su parte Arthur solo se hizo a un lado y evitó el golpe, pero no evito el de su pared y ahora tenia un gran agujero en medio. Francis fue a ayudar al príncipe mientras que Arthur arreglo con magia la pared y ahora se encontraba como nueva. Arthur se dirigió a ellos dispuesto a correrlos de su casa sin embargo antes de que pudiera decir algo Alfred le dijo el motivo de su inesperada visita.

Necesito que me des la poción para la inmortalidad.-

Lo siento no puedo dártela, si eso era todo se pueden ir.- dijo Arthur de manera fría.

Porque?.- preguntó Alfred.

No es de su incumbencia.- dijo sacando una varita, recitando un hechizo y haciéndolos levitar sacándolos así de la cabaña y diciendo- no vuelvan!- Francis se había acercado a Alfred para ayudarle y enseguida le trajo su caballo, Alfred se subió y regresaron al castillo sin pronunciar palabra alguna, sin embargo cuando llegaron al castillo el rey se encontraba afuera de este como esperándoles, venia acompañado de algunos soldados con una gran bolsa negra acompañándolos.

Como te ha ido Alfred?.- le pregunto su padre en cuanto llegó a él. No muy bien, hoy no lo he conseguido.- dijo desilusionado.

Bien, era de esperarse, la verdad es que de joven también intente sacarle esa información al mago y en cambió el me dió un hijo.- esa información había confundido a Alfred.

Ahora- hablaba su padre - vivirás en el bosque hasta que lo hayas conseguido y espero que cuando vuelvas la traigas- Alfred iba a decir algo cuando Francis que se encontraba detrás lo detuvo moviendo la cabeza negativamente.

Será mejor irnos príncipe.- dijo Francis, Alfred se iba a dar la vuelta cuando un soldado se les acerco y les dio una enorme bolsa negra y les dijo que ahí encontrarían los materiales necesarios para vivir una semana en el bosque.

Alfred tomo la bolsa y la monto sobre su caballo, después se subió a el y se fue junto con Francis cabalgando hacia el bosque.

Alfred se sentía traicionado, no podía creer que su padre prácticamente le haya desterrado del castillo, pero el había hecho una promesa y se esforzaría en cumplirla.


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