Catorce. Hablamos con Spiderwoman y le gano al Sr. D al poker.

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Elena's POV

− Hola mami...− dice Itzi.

− Hola hija.− dice la diosa en su forma humana. Mira con cariño y ternura a su hija.

− Levantate de una vez, Itzi.− le digo. Aun sigo de cara al suelo y digamos que no son unas bonitas vistas.

La niña se levanta y abraza a su madre. Me levanto y me sacudo la ropa.

− Gracias.− me dice la diosa.

− No hay de que.− le digo. Mirando a madre e hijas son tal para cual. El mimos pelo castaño y los mismos ojos.

− Me alegra veros sanas y salvas.− nos dice la diosa. Observo su cueva. Esta llena de telarañas y las arañas corretean de aquí para alla. No le vendría mal una limpieza y un buen decorador.

− Elena, me ha ayudado mucho.− le dice a su madre.

− Os he estado viguilando, desde que salisteis del campamento.− dice.

− Le vendría bien una lampara.− le digo mirando la cantidad de oscuridad que tiene su cueva.

Sonríen.

− Hija, le pedi a Hefesto que te fabricara en tu cabaña una puerta para que no tengais que venir a Italia en persona.− dice.− Creo que la esta construyendo.

− Si es un tobogan, lo inauguraré yo.− dice la niña con una sonrisa. Que monada.

Se vuelven a abrazar.

− Tengo un regalo por ahí.− dice Aracne.− Buscalo mientras hablo con Elena.

− Vale.− dice.

Se me acerca y me abraza.

− Te debo mucho.− me dice. Le correspondo al abrazo. Normalmente no suelo tener ese tipo de amor de otros dioses.

− Yo tambien le debo mucho a su hija.− le digo.− Me ha ayudado mucho. A mi y a muchos campistas.

− Si, vi el juego.− dice la diosa con una sonrisa.− Elena, estos ultimos años he recibido varias visitas, entre ellas tu padre el que más. Me traía noticias y discutiamos sobre las discusiones entre los demás dioses.

Sonrío.

− Me habló muy bien de ti en su última visita....

− Lo sabía soy su favorita.− digo haciendo un baile de la victoria. La diosa se ríe.− ¿Qué dijo de mi?

− Muchas cosas buenas. Lo que más me gustó sobre ti, es que seguramente la aceptarias como una hermana.− dice. Me sonrojo.

− Tenemos cosas en común.− le digo encojiendome de hombros.

Itzi se nos acerca con una daga enfundada.

− Me encanta, mami.− dice abrazandola.

La funda es de color verde oscuro con diseños de telarañas. El mango de la espada es verde con una araña en relieve.

− Me alegro cariño.− le dice. Disimuladamente me da un papelito.

Lo miro. Son nombres de nueve chicos y chicas y su ubicación. Se lo que quiere decir. Lo guardo.

− Deberíais volver.− dice.− Deben de estar preocupados.

− Yo los cuidaré como una hermana mayor.− le digo a la diosa que se limita a asentir. Toco a Itzi y aparecemos a las afuera del campamento. Esta amaneciendo.

− ¿Tanto tiempo ha pasado?− me pregunta.

− El tiempo en su cueva es diferente.− le digo. Me siento muy agotada. Dos viajes y apenas he dormido. No es muy buena conbinacion. Entramos en el campamento. Todos deben estar durmiendo, menos el Sr. D y Quirón.

− ¿Que tal os fue?− dice el Sr. D invintandonos a jugar al poquer.

Le contamos lo ocurrido.

− Siempre le dije al papa que mejorase la seguridad. Alli entra cualquier monstruo.− dice el Sr. D.

− ¿Puedo ver tu daga?− le pregunta el centauro. Itzi le da la daga y Quiron la desenfunda. El metal es verde oscuro como la funda.− Bonita y sencilla para tí.

− Poker, ¿como es posible?− me dice el Sr. D.

− Suerte.− le digo encojiendome de hombros.

− Haces trampa.− me dice levantando la voz.

− No hago trampas. Eres tu que no sabes jugar.− le digo de broma.

Alguien me abraza por la espalda y me da un beso en la mejilla.

− Te he echado de menos.− me dice Pablo.

− Y yo a ti, tonto.− le digo de broma.

Se ríe.

− ¿Hace cuanto habeis llegado?− me pregunta sentandome a mi lado.

− Una hora.− le dice el Sr. D. Le sonrío.

− ¿Y no has venido a saludarme?− me pregunta finguiendo enfado.

− Estabas dormido.− le digo. Me sonríe.

Itzi se sienta a mi lado y bosteza.

− Vamos a descansar.− le digo a la niña. Asiente y se levanta.− ANDA, UN ZOMBI.

Se ríe. La acompaño a su cabaña. La arropo y se duerme.

− Serias muy buena madre.− me dice Pablo. Me sonrojo.

− Bah. Callate.− le digo pegandole un codazo.

Ya en mi cabaña me tumbo en la cama sin cambiarme.    

Nota de la autora:

¿Que tal? ¿Os esta gustando la historia?

Si quieren que ponga algo en especifico en esta nove, pueden mandarme un mensaje y decirla.

Quiero dedicar esta historia a  que me comenta y me anima a seguir. Eres la mejor.

Os amo a todos y a cada uno de vosotros.

Con cariño de vuestra escritora Clara.

*lanza unos polvos al suelo y sale por la puerta*

Editada el 19/11/17

La hija de mi enemiga. (CCM #2)[EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora