Capitulo VIII

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Aquel amplio cielo comenzaba a cambiar bajo la luz del ocaso, el sol comenzó a descender en el ocaso pintando el cielo en tonos violetas y rojizos. Un día más estaba a solo minutos de terminar y abrirle paso a la noche, la luna ya se comenzaba hacer visible en el cielo mientras el sol continuaba con su lento descenso en el horizonte.

-¡Aaahg!- un alarido se escuchó de aquel soldado mientras oscilaba aquella espada de madera horizontalmente.

Con un ágil movimiento Hisui salto hacia atrás evitando el golpe.

-¡Ya te tengo!- se escuchó la voz de un segundo atacante a su izquierda.

En el momento en el que los dos pies de Hisui tocaron el suelo, este giro con violencia su cuerpo a la izquierda repeliendo la espada que se aproximaba a su cuerpo, se escuchó el golpe seco de ambas espadas de madera chocar y en ese instante.

-¡Toma!- una tercera voz se escuchó justo de tras de él y el osciló la espada horizontalmente.

Sucedió en el instante que Hisui repelió el segundo ataque, bajo su centro de gravedad hasta dejar una rodilla en el suelo y aplicando fuerza en sus piernas se arrojó a la derecha rodando por el suelo. El dio tres vueltas en el suelo hasta detenerse y asumir posición nuevamente antes sus adversarios.

-¡¿Qué demonios?!-

-¡¿Cómo puede ser tan fuerte?!-

-¡¿De verdad es humano?!-

Los tres soldados estrecharon sus ojos mientras expulsaban esas palabras, sus respiraciones eran violentas debido al tiempo que tienen luchando. Hisui se había logrado librar de cada combinación evitando sus golpes con una precisión excepcional.

-¿De verdad tiene solo dos meses entrenando?- pregunto uno de ellos mientras sujetaba firmemente su espada.

-Eso fue lo que el general Marcel nos dijo, pero en solo dos meses no se consigue esa habilidad.-

-¡A pesar de que somos tres contra uno! Aún no hemos logrado acertar ni un solo golpe.-

-Si ya no me van a atacar... eso quiere decir ¿Qué es mi turno de hacerlo?- Hisui pregunto interrumpiendo la plática de los tres soldados.

-¡¡No te la des de la gran cosa!!- uno de ellos grito y pateo el suelo con fuerza aproximándose a Hisui.

Hisui se acercó también, el soldado levanto su espada en alto mientras que Hisui ataco desde abajo con la suya, ambas espadas chocaron colosalmente, en ese instante se escuchó un sonido de quiebre. La espada que el soldado sostenía se quebró tras el impacto con la de Hisui.

-¡Imposible!- la débil voz se escapó del.

Hisui hizo girar su cuerpo y golpeo con fuerza el protector en el pecho del soldado enviándolo atrás sobre su espalda.

-Uno menos.-

Sin perder tiempo Hisui pateo el suelo y se aproximó a los otros dos, los seis metros que los separaban fueron cortados rápidamente. Hisui intercambio golpes tres, cuatro golpes con el soldado que estaba frente a él, levanto su espada y golpeo con fuerza apuntando a su hombro derecho.

Apresuradamente el soldado coloco su espada para protegerse del golpe, en ese instante los ojos de Hisui despidieron un brillo y su espada cambio ligeramente de dirección. Se escuchó el impacto seguido del sonido de la madrera quebrarse y la espada de Hisui hizo contacto con el hombro de su oponente golpeando con fuerza haciéndolo caer sobre sus rodillas.

-¡Gh!- un quejido ahogado se escapó de su garganta mientras estaba en suelo.

-Ahora solo queda uno.-

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