CAPÍTULO 9

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Narra Adriana

Oía... La oía como me llamaba desde la celda, mientras que yo gritaba su nombre e intentaba soltarme de los dos hombres que me agarraban de ambos brazos y subíamos por las escaleras.
-¡soltarme!
El hombre que estaba a mi derecha vi como me soltaba el brazo para poder abrir la puerta, en ese mismo momento, no lo dude ni un instante, al otro hombre le di un puñetazo y soltó mi brazo consiguiendo así escapar del agarra al otro hombre le hice un placaje llevandomelo por delante.
Subi las escaleras de dos en dos, cerrando la puerta tras de mi para ganar un poco más de tiempo.
Me quede parada un segundo y mi mirada siguió un camino que llevaba a las escaleras de arriba comencé a correr todo lo que pude.
Llegue al segundo piso cuando oí como abrían la puerta de golpe
-¡tenemos que buscarla!
Vi como salían al pasillo en mi busca mientras que yo entre a un cuarto y cerré con cuidado la puerta.
Comencé a andar hacia atrás dándome de lleno contra el escritorio, no pude detener un pequeño grito que salió de mi boca y me la tape con mis manos, me di la vuelta y encontré un par de libros abiertos encima del escritorios.
Mire hacia atrás para asegurarme de que no oía ningun ruido cerca de la puerta y volví a mirar aquellos libros.
Recorrí la mesa con cuidado y me sente en la silla cogiendo uno de los libros. Habia uno que tenía un marca páginas con una pluma azul alfinal y me llamo un poco la atencion ya que parecia un libro bastante viejo, vi que estaba abierto en el capítulo 36...
-Originales... Valla. Es lo que le dijeron a Alessia en la celda - y comencé a leer...
"En el año 1548, en una pequeña ciudad vivía una familia de nobles. Estos nobles siempre ayudaban a huir de los corruptos a los más necesitados o dándoles trabajos en sus tierras, para así poder dejarles vivir en paz. Ese mismo año nació la segunda heredera.
Diecinueve años después, Elise adoptó a cuatro jóvenes dándoles así el apellido de su marido.
Elise estaba desesperada, pues su marido murió hace dos días en un tiroteo por el ejercito y su hija menor estaba enferma, quedando a si a cargo de los hijos la madre y su ama de llaves esta de nombre Casandra Anderson
-¿esta no es la tatara abuela de Laura? - sigo leyendo
"viendo la desesperación que tenía la mujer la izó un regalo.
Elise sabía que Casandra era una bruja original
-valla... Una bruja original
"una de las primeras y una tía para sus hijos.
Esa misma mañana Casandra conjuro en un vaso una pócima y le dio de beber a Elise y después le clavo un cuchillo de plata en el corazón volvió a decir unas palabras y en pocos segundos Elise volvió a la vida. Casandra la explicó lo que sucedió.
-dios... ¿La mató y la convierto en inmortal? ¿Porque?
"Esa misma tarde Elise izó beber a su hija mayor y pocos días después con su hija menor..."
-hizo lo mismo con las dos herederas... ¿Eso quiere decir que siguen vivas? - Fui a cambiar de hoja pero faltaba una, han arrancado una hoja sólo pone esto...
"En el año 1679 desaparecieron los originales..."
-veo que as encontrado el libro - me habló una voz femenina alce la vista y me encontre con una mujer rubia en medio de dos hombres que se estaban acercado a mi
-no, dejarla - alzó una mano y yo me encontraba flotando en el aire, comenzó a andar hacia a mi -no se toca lo que no te pertenece
-¿Casandra?
-no mocosa. Soy Rebeca Smith, una bruja al igual que la gran Casandra Anderson. Yo fui su aprendiz - empezó a centrar su mirada en mi cuello -pero, no todo sale bien. Como era de esperar y ya me lo advirtió, la oscuridad me invadió - notaba como algo me apretaba ¡me estaba ahogando! Comencé a moverme y lágrimas resbalaban de mis mejillas, -y tu... Debes de ser la humana de Alessia ¿me equivocó? - chasqueo los dedos y caí al suelo, jadeando, intentado recuperar el aire que me faltaba...
-¿la llevamos a la sala?
Vi que me daba la espalda y abría la puerta, mientras que uno de los hombre me cogía
-de la que te as librado muchacha...
-esto acaba de empezar - dijo la rubia saliendo de la habitación
Me dieron con algo en la cabeza y perdí el conocimiento...
-Rebeca, recuerda que Alessia a matado a dos de nuestros hombres y sigue estando aqui y creó que su familia al igual que Cassiel están por los alrededores
-lo se - comencé a abrir los ojos -iros de aquí - gritó - ¡Yo me quedaré con ella! - dijo mirandome fijamente.
la miraba con terror, con miedo de que no pudiera volver a ver a Alessia, Claire, Matt... Alzó su mano y con un movimiento ligero, me encontraba flotando como antes, pero esta vez notaba como si un puñal me perforará la pierna.
-¡AHHH! ¡NOO! ¡Basta, por favor! -gritaba desesperadamente, comencé a llorar, era insoportable, lloraba de rabia por no poder estar con Alessia, de dolor, de humillación... y no podía moverme ya que Rebeca seguia aguantandome con el hechizo que me mantenía en el aire
-¿sabes lo que vamos ha hacer contigo? nos servirás para realizar el conjuro. Pero primero...¡hextursia! - Comencé a retorcerme y caí al suelo, notaba como la maldición me recorría de los pies a la cabeza, no creía poder soportarlo por mucho más tiempo...
-¡No, por favor! !AAHH! ¡ALESSIA! ¡AYUDAME POR FAVOR! - grite, grite desesperada, con poquísimas fuerzas...
-no creó que la mocosa de la O'Connors te ayude - Veo como Rebeca se va, manteniendo su mano extendida en mi dirección alzandome otra vez en el aire -Rospe - salieron dos cuerdas que me sujetaban de ambos brazos al techo y comenzó a mover los dedos, notaba como las cuerdas tiraban de mi hasta que oí un clak grite de dolor, vi como el hombro se me desencajó y me volvió a lanzar otro puñal a la misma pierna donde antes me había clavado otro - flallum - vi como salía un látigo en su mano
-no... Por favor...
-veamos... - comenzó a andar hacia a mi, me rodeo y se puso detrás de mi -¡te empezaré a azotar la espalda hasta que se te vean los huesos!
-¡¿QUE?! No por favor...
-veamos a ver lo protectora que es Alessia si te ve en estas condiciones
Me sentía horrible, no creo que pueda soportar más el dolor, solo intentaba pensar en Alessia...
-ayuda... Ven por favor...
Y de repente lo senti, un látigazo proveniente del látigo que tenía Rebeca en la mano, me quemó toda la espalda, no creo que pueda existir un dolor tan brutal... ¡Zas!,¡Zas!, ¡Zas!, ¡Zas!.. ¡Y otro más!, notaba como mi camiseta estaba desgarrada, como los hilos de sangre recorrían las curvas de mi espalda, vi como gotas de sangre caían al suelo... poco a poco estaba rozando la inconsciencia...
-Creo que no as podido aguantar bien el látigo, demasiado para ti...
y no tenemos tiempo, tenemos que encontrar todavía a la pequeña Anderson, un hombre lobo y un vampiro... - la cabeza se me callo hacia adelante, no aguantaba mas... -¡William! ¡Lleva a la mocosa al sótano con la otra! ¡Ya me entre tendre más adelante! Y no le hagas nada... de momento - dijo Rebeca
-una lástima... - dijo William, cogiendome del suelo y cargandome en sus hombros, pero note algo raro en su respiración, como me olío el cabello y el cuello, como saboreando a su presa antes de cazarla... pero no tengo fuerzas para forcejear, solo pensaba en que al menos, en el sótano podría estar con Alessia -Vamos a llevarte abajo preciosa... - abrio la puerta del sótano y me lanzo de una forma brusca contra el suelo -¡Esto es solo un descanso! - dijo William, cerrando la puerta.
Abri los ojos, no podía moverme, intente buscarla...
-Al....Alessia...
Pero nadie respondía, comencé a llorar, no notaba su presencia, pero recuerdo que uno de los secuaces de Rebeca dijo que Alessia estaba aquí ¿la estarán haciendo lo mismo que me han echó a mi?
El ambiente en aquella celda era húmedo, mohoso, putrefacto... solo con estar allí unas horas ya tenía ganas de vomitar... pero lo que de verdad me causaba una horrorosa angustia, era en el estado en el que me había dejado esa desquiciada...
Me encontraba ahora descansando tumbada en el suelo, en el frío suelo, con la mirada perdida en algún punto perdido del sótano, parpadee un momento y desvíe mi mirada a mis brazos estaban casi totalmente cubiertas por heridas, mire mi pierna izquierda donde me había clavado el puñal... Dos veces. Mi brazo derecho estaba dislocado... No me quiero ni imaginar como tendre la espalda y lo peor de todo, es que esta pesadilla no había terminado...

Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora