The Crazy History of the Zodiac

Capítulo I: Sagitario.

Era viernes y nos encontrábamos en clase de Deportes, faltaba poco para salir pero el entrenador no parecía dispuesto a dejarnos ni un minuto de tiempo libre. Los integrantes del equipo de basketball practicamos lanzamientos y los demás corrían alrededor de la cancha.

En lo personal el entrenador me agradaba, después de todo me encontraba en el equipo desde primer año y había aprendido a convivir con él, pero con cualquier estudiante que no estuviera en un equipo tenía la conducta más fascista del mundo.

Practicaba los pases con Leo, usualmente practicábamos con Aries, pero ella andaba con el período y el entrenador se negó a dejarla participar, mala idea la de hacer enfadar a Aries porque cuando se enfadaba no se medía, mientras hacia su salida de la cancha, derribó el contenedor de las pelotas de tenis y rompió la red de voleibol, pero el entrenador (junto con todos los profesores) ya estaba acostumbrado a su conducta, y como sus padres siempre pagaban sus destrozos, lo dejaban pasar.

Los que corrían pasaron cerca nuestro de nuevo, ya era su quinceava vuelta y la mayoría parecía muerto. Me fijé en Géminis que era la única con energía, corría dando saltitos y haciendo eso casi alcanzaba en estatura a los demás, pero cómo dije: casi.

Mientras miraba a Géminis se me olvidó que aún estábamos en entrenamiento, pero de todos modos no me sorprendió sentir el balón impactando contra toda la extensión de mi rostro.

-Eh, Romeo ¡Concéntrate! -gritó Leo mientras reía.

En ese momento Escorpio pasó corriendo como... como ella corre y Leo se le quedó mirando, aproveche la ocasión y le lancé el balón dándole en el estómago.

-¡SAGITARIO! -mierda, claro, se da cuenta cuando yo le lanzo el balón, no cuándo él me la lanza a mí. Lo miré esperando la reprimenda:

-¡Así no se lanza! ¡Vas a dislocarte el hombro lanzando de esa manera! -tomó un balón, se puso en posición y se lo lanzó a Leo: -¡Así se lanza! -es por eso que da igual que tan fascista sea el entrenador, de algún modo te llega a caer bien.

Antes de que Leo alcanzase a levantarse el timbre de salida sonó, huí lo más rápido que pude a los vestidores para no enfrentar la furia de Leo.

Cuando terminé de cambiarme fui al salón por mis cosas, caminé a la salida junto a los demás y me detuve al escuchar a Acuario gritar:

-¡Fiesta de Halloween hoy en casa de Piscis! ¡Todos están invitados! ¡Lleven disfraz! -

Aries que se encontraba al lado de ella agregó: -¡Todos menos Tauro! -

Géminis se me acercó y se colgó de mi brazo:

-¿Podemos ir? Andaaaaaa -me miró haciendo un puchero.

-Pero íbamos a ir al cine con Virgo y Capricornio, estaba el especial de películas de terror -le recordé.

-¡Ellos me dijeron que fuéramos otro día! ¡Ellos también van a ir! -dijo intentando convencerme, hice como que me lo pensaba.

-Mi mamá no me dejará ir si no voy contigo ¡Di que sí! -se colgó de mi espalda y me revolvió el cabello.

-Bien, bien, iremos. Pero no me haré cargo de ti si te emborrachas como esa vez en casa de Libra -ella se rió mientras me abrazaba:

-¡Gracias! ¡Gracias! ¡Eres el mejor amigo que puede existir! -

Auch, ¿soy yo o acaba de enviarme a lo más profundo de la friendzone?

-Camina que si quieres ir a esa fiesta primero tienes que comer -le dije sonriendo mientras revolvía su cabello rojo, ella se rió y caminamos tranquilamente hasta mi auto. Como siempre tuve que ayudar a Géminis a subir porque ella es tan condenadamente enana que no alcanza.