Capítulo IV: Acuario.

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-¡Capricornio! ¿Donde estás? -caminaba por el segundo piso buscándola, ya había buscado en la planta baja por todos lados (incluyendo en la boca de Tauro, digo... nunca se sabe, se sorprenderían de las cosas que hemos encontrado, un día...)

-¡Acuario! ¿Eres tú? -

-Depende de quién hable -me acerqué a la puerta del baño que era el lugar de donde provenía esa irritante voz, había humo por todas partes y olor a quemado... alguien debe estar fumando cerca... sí eso

-Soy Piscis -respondió la voz, hice una pequeña mueca.

-Entonces no -me dispuse a darme la vuelta cuando otra voz me llamó:

-¡Acuario no estamos para juegos! ¡Sácanos de aquí! -Virgo parecía estar apunto de tener un colapso nervioso por como habló.

-Acuario no se encontrará disponible en los próximos 30 años, por favor deje su mensaje en el buzón de voz, peeeep -sonreí ante mi broma soltando una pequeña risita para luego sentarme frente a la puerta, de pronto todo comenzó a dar vueltas, orale, ¿alguna vez fuiste hipnotizado? yo tampoco, pero supongo que algo así se siente.

-¿Acuario? ¡Por favor! ¡Te daré mi almuerzo! -Piscis rogó mientras sollozaba, o eso creo.

-Pero si... esperen, ¿que hacen los dos allí dentro?, picarones, esperen a que Aries lo sepa, les hará un club de... -

-¡ACUARIO! -sip, tienen esa gran necesidad de recordarme constantemente mi nombre -¡ABRE LA MALDITA PUERTA! -Y sí, ese es mi querido y simpático y para nada histérico amigo Virgo.

-Ya voy papá, eres un aburrido ¿sabías? -me levanté dispuesta a abrir la puerta, giré el picaporte y... -Ups -

-¿Qué pasó? -preguntó Piscis, veía fijamente la bolita del picaporte en mi mano... era como una pelotita, ¿Qué pasaría si la tiraba por la ventana? -¡Acuario! ¿Estás ahí? -

-Si, yo... eh... uhm... el picaporte se... desmayó -me encogí de hombros buscando una ventana.

-¿¡Qué!? -

...

Después de la exhaustiva y trabajosa tarea de abrir la puerta, sumándole el encontrarme con Piscis abrazado a un rojo Piscis, bajé rápidamente las escaleras... tal vez Capricornio estuviera por aquí...

-¡Señorita! ¿Usted conoce a este chico? -me preguntó un lindo chico disfrazado de bombero... bueno habían varios, tal vez eran bailarines, los miré emocionada esperando a que bailaran, pero sin hacer nada el chico repitió la pregunta:

-¿Cuál chico? -ladeé la cabeza confundida mirando el lugar hasta que vi un cuerpo en el suelo.

-Ese chico -señaló el sexy bombero.

-Depende de quien sea... -

-Nos dijo que su nombre era Leo -

-¡Leo! Castaño claro, estatura promedio, piel blanca y un poquito idiota, ¿Ese Leo? -

-Ese mismo... -me miraba divertido, negué con la cabeza:

-No, no lo conozco -

...

Luego de la conversación con el sexy bombero que terminó siendo un bombero de verdad, me habían hecho subir a la ambulancia con Leo, ahora estaba en la sección de urgencias esperando a que trasladaran a Leo a alguna de las habitaciones, no sé como pasó pero me quedé dormida, debe de haber sido bastante tarde ya que la sala estaba casi desierta, cuando desperté ya era de día, la sala poco a poco estaba volviendo a llenarse, fruncí el ceño pasando una mano por mi cabello, en la camilla en la que habían dejado Leo había una enfermera cambiando las sábanas, ¿Dónde estaba Leo?, tal vez... ¿lo cambiaron de habitación? ¿O lo secuestraron los marcianos?

The Crazy History of the ZodiacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora