1. Una nueva vida

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Me despierto con el sonido de la alarma a las 7:05 de la mañana -solo 5 minutos más- pienso pero me doy cuenta de que éste no es mi cuarto de costumbre -ahora tengo que adecuar este lugar a mi manera-me digo a mi misma.

Me levanto y voy directo a la ducha, algo bueno es que en mi cuarto tengo mi propio baño eso es un punto a favor, casi muerta del sueño espero a que el agua caliente salga de la ducha y como era de esperar tardo horas allí, realmente el agua me relaja. Salgo ya vestida, unos blue jeans con una camisa que tiene estampada: I'm not your princess, en fucsia y unas vans del mismo color.

-Charly se te hará tarde para ir a la escuela- grita mi mamá ya desesperada, eso no es raro en ella, siempre me está acosando para que vaya al colegio y la verdad es que soy muy lenta para salir de casa.

-Ya voy, solo un minuto más- Le respondo. Tras unos minutos de retraso bajo las escaleras y me despido de mi madre.

-¿No desayunarás?- Me pregunta con su tono de regaño.

-No, voy tarde bye- salgo corriendo para que no me diga nada. Mientras corro al paradero de auto bus me preparo psicológicamente -Todo saldrá muy bien, sólo es el colegio, he hecho esto muchas veces-.

Ya podía ver el paradero a lo lejos, y mis nervios empezaron a subir en el momento que vi a todos los chicos esperando el autobús -¿Realmente podré con esto? ¡Tengo que poder! apuesto a que nadie notará que hay una chica nueva en el instituto, es más, creo que nadie en la ciudad lo notará- Me trato de dar ánimos resignada...

Veo que el autobús se aproxima, y apresuro el paso, el primer día de clases espero no llegar tarde, por lo menos espero pasar desapercibida por todas las miradas.

Las personas se amontonan frente a la puerta del autobús como si fueran animales, empujaban y jalaban solo por entrar al autobús. Enseguida subo y todas las miradas se fijan en mí, mis ánimos se esfuman en el aire como humo, eran demasiadas personas las cuales no son de mi agrado, soy muy tímida lo acepto la verdad prefiero estar sola en mis cosas, pero esto era nuevo para mí - ¿por qué diablos el instituto queda tan lejos?- pensé inquieta y sentía que mis mejillas estaban tan rojas como dos tomates, era inevitable no estar así. Avancé para buscar algún lugar desocupado.

Por fin encontré un lugar solo y aunque no era el mejor sólo quise sentarme para pasar la vergüenza que sentía en ese momento.

-Creo que este día será bastante largo- me sentía como una lombriz en un prado lleno de mariposas, solo quería regresar a ese extraño cuarto y ya.

El autobús se detiene ¿puede haber algo más cruel que este día? Con tan solo pensar entrar por esa puerta me aterraba, pero era algo inevitable. Tomo un poco de valor y decido entrar por la puerta.

-Cálmate solo es entrar como si fuera tu casa será algo fácil y simple- me digo a mi misma, avanzo tres pasos con los ojos cerrados y de inmediato los abro y entro caminando, tratando de ser muy natural. Pero me doy cuenta de que nadie nota que hay una chica nueva en la escuela, todos están concentrados en lo suyo. La campana suena y todos se dirigen a sus aulas, eso fue un punto a favor -¡SI! Me salvó la campana-

Busco el casillero con el número 302, y alguien se acerca a mí:

-Hola ¿eres nueva? ¿Quieres que te ayude en algo?- Me sonríe amistosamente una chica de mi altura y me estrecha la mano-mi nombre es Michi-

-Ho...Hola-Trato de parecer amistosa y un poco menos tímida pero es imposible evitar sonrojarme-Busco el 302-.

-Ohh que bien una chica nueva en la escuela. Si yo te ayudaré- Buscamos alrededor de cinco minutos y enseguida lo encontramos.-Es aquél junto al baño de los chicos...Tendrás que aguantarte todos los días a los chicos pesados de la escuela- Su cara despectiva me hace mucha gracia, creo que ella y yo podríamos ser amigas.

-¡Oye muchas gracias! ¿Pero no tienes clase?-pregunto para parecer tener interés en ella.

-¡JAJAJA! Lo sé pero a veces es mejor llegar un poco tarde, ¿en qué clase estas?-

-Aún no lo sé- saco un papel con el cronograma de mi mochila- Tengo artes-

-Si quieres puedo guiarte hasta allá, y luego iré a mi salón de clase-

-¡Ohh muchas gracias!- la verdad es que esta chica me ha caído súper bien, las cosas hasta ahora no van tan mal por lo menos tengo alguien con quien puedo hablar o alguien que me puede decir dónde está mi casillero y me ayuda a encontrar mi salón de clase, la verdad es que hoy no esta tan mal como pensé.

Mientras llegábamos a mi salón de clase compartimos algunas frases, las suficientes como para acordar que nos veríamos en los recesos entre las clases.

-Mira es acá...la clase de artes, bueno creo que yo también iré a estudiar-guiña el ojo de forma irónica.

-Vale, muchas gracias- le sonrió amistosamente mientras ella se da la vuelta para ir a quien sabe dónde-oye por cierto...me puedes decir Charly-

-hasta pronto Charly- se aleja haciendo un gesto despidiéndose.

Ahora lo que estaba por suceder sería algo muy vergonzoso para mí, entrar a mi salón de clase y ser presentada a todos, es obvio que siempre te hacen presentar en frente de toda la clase. Esto será incómodo.

Respiro hondo y giro la perilla de la puerta, la abro suavemente y me encuentro con unos ojos miel en frente de mi...

Aún sigo enamorada de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora