Capitulo 68

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fue entonces que me percaté de que una lágrima había

escapado de mis ojos y había llegado hasta mis labios.

Estaba llorando.

Allí estaba y no era un sueño, una ilusión o una cruel

jugarreta de mi mente. Entonces capté que colgando

del edificio, había un enorme cartel que decía “Nessuna

fuga di nuovo” con grandes letras azules. No sabía qué

decía, jamás había aprendido italiano, pero cual fuera

el mensaje, me impedía moverme, quería permanecer

allí, observándolo.

Hice una comparación, y mi exposición salió perdiendo.

Harry era hermoso, en todo sentido que pudiera verle;

su voz, su rostro, su cuerpo incluso, así usara el

atuendo más ridículo del planeta. De pronto, un

pensamiento me cruzó por la mente, ¿existía la

posibilidad de que él me quisiera a mí? ¿Tan sólo a mí?

Tenía que haber una razón por la que en este momento

estuviera allí, cantándome esas hermosas palabras que

me llenaban el alma, ese “por siempre” que agregó a

su melodía, pero, ¿todo ello era verdad? Y si lo era,

¿acaso no seguiría siendo malo? El recuerdo

desgarrador que aun no me abandonaba, era aquel en

el que veía los ojos hinchados y rojos de Sharon, la

tristeza en su rostro y la radiografía de su alma hecha

pedazos. ¿Es que yo podía ser tan cínica como para

terminar de arrebatarle lo que más amó?

Miré de nuevo a Harry y otra lágrima corrió por mi

mejilla. Ni siquiera yo misma me entendía; si él me

quería y yo lo amaba más que a mi vida misma, ¿cómo

podíamos estar juntos? ¿El dolor de Sharon era el

precio a pagar? Me lastimaba querer hacerlo para

estar con Harry, no podía ser tan egoísta, ¿o sí? Era

verdad que había pasado el tiempo, pero aunque para

mí fuera eterno, en realidad no había sido bastante. En

dos meses nadie sana una herida, y mucho menos si

es tan profunda como la que yo había hecho. ¿Es que

nunca podría llegar a estar con Harry? ¿Ser feliz con él?

¿Tenía que conocerlo? Pero tampoco podía ignorar

todo este amor que me quemaba por dentro, me hacía

hervir la sangre y que ya hasta dudaba me cupiera en

el corazón o en el cuerpo entero.

Sentí a Jesse a mi lado.

-Dile que no es demasiado tarde –me susurró y la

gente volvió a mí alrededor, volví a la realidad que me

asfixiaba.

Dí una rápida mirada a Jesse y luego la volví a Harry; el

Manual de Lo Prohibido [Harry & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora