About wristbands and beanies.

About fridays and sugar legs.

Realmente MinGyu estaba demasiado confundido, solían decir que el era tonto; pero muchas veces el sostenía que estaban equivocados, aunque comenzaría darles la razón. Era viernes. No era cualquier otro día, eran los viernes de WonWoo y MinGyu. Así que fue raro cuando dieron las diez de la noche y el mayor aún no estaba en su casa. Incluso YooBi se había preocupado y le había enviado un par mensajes a Jeon. WonWoo había dicho en la escuela que no se irían juntos porque tenía cosas que hacer, pero que más tarde pasaría por su casa, como siempre.

MinGyu casi había hecho un pozo en medio de su sala de tanto que había caminado por el mismo lugar, yendo y viniendo mientras jugueteaba con su teléfono, esperando que el mayor le contestara algún mensaje o llamada que el le hacía. Su hermana mayor le pedía que se calmara, después de todo, tal vez WonWoo se había quedado dormido o algo parecido. MinGyu no quería creer eso, WonWoo jamás se olvidaría que ese era su día especial. El día en el que estaban los dos solos.

MinGyu se puso a repasar su semana mientras tomaba un abrigo y se dirigía a la cama del mayor. Era cierto que desde el lunes estaba raro, más precisamente, luego de lo que ocurrió con JiHoon. Su celular vibró y el miró esperanzado el identificador, pero era solo "Woozi".

- ¿Le has encontrado? - Preguntó al otro lado de la línea.

- No, estoy yendo hacia su casa. Espero que este allí sano y salvo. -

- Es lo más probable. Si no lo encuentras allí, avísame. -

JiHoon siempre era escueto con sus conversaciones telefónicas, pero MinGyu sintió que al menos alguien aparte de él estaba preocupado por WonWoo y eso le alivió. Aunque su mente volvió a divagar en las posibles razones por las que el mayor podría estar molesto y distante con él. Aunque, claro, ya le había gritado el viernes anterior por una tontería y ya llevaban más de dos semanas distanciados. No era normal eso, aunque MinGyu se había disculpado en varias ocasiones por algo que no sabía que había hecho mal, sólo quería tener de regreso a su WonWoo.

Aunque si alguien debía estar molesto era él. WonWoo jamás le había dicho que había estado saliendo por casi un año con SeokMin, siempre dijo, "Él es un gran amigo" y MinGyu, como estúpido, le había creído cada cosa que había dicho. Se suponía que eran mejores amigos desde siempre y que se confiaban todo, así que no entendía el porque su supuesto hermano del alma le había escondido algo así. Él no se iba a molestar por eso, SeokMin era un tipo agradable aunque su risa daba miedo.

Llegó a la casa y ni si quiera se molestó en tocar, solo agarró la llave que estaba en la maceta y entró como si nada. Después de todo, aquella casa era como su segundo hogar. Al estar todas las luces apagadas, se dio cuenta que ni la hermana de WonWoo ni su madre debían estar. Prendió las luces a medida que iba encontrando los interruptores, cuando llegó a la sala, no pudo evitar sorprenderse.

WonWoo estaba ebrio.

Se hubiera reído a carcajadas de no ser que estaba demasiado cabreado por haber sido preocupado en vano y por un montón de tonterías más que no podía reclamarle a un tipo borracho. Solo rodó los ojos y tomó el cuerpo de su mejor amigo, levantándolo del suelo y tirándole sobre el sofá. Se sentó a su lado mientras sentía como los brazos cálidos de WonWoo le rodeaban.

Tomó su teléfono y marcó un número rápidamente.

- Hyung~ -

- ¿Le has encontrado? -

- Ah~ MinGyu, ¿Por qué usas una voz tan sensual para llamar a ese enano maldito? - Chilló WonWoo, removiéndose bruscamente. Su voz, generalmente, estaba entrecortada y arrastraba las palabras.