WonWoo no sabe como terminó metido en eso. Pero está allí y no puede huir. Sobretodo porque a pesar de que MinGyu es un muchacho delgado, es más pesado de lo que parece y tiene absolutamente todo su peso muerto sobre él. ¿Qué clase de chico asiático es el muchacho alto? ¡No sabe acaso que no está bien visto andar tan meloso en público? ¿Qué clase de chico heterosexual hace eso? El muchacho tenía miles de preguntas en su mente, aunque en el fondo, no le disgustaba tanto que MinGyu lo hubiera elegido como cama o almohada.
Habían ido a la dichosa presentación de Mansae, «Qué nombre más ridículo», y para esas alturas habían estado más de una hora esperando al grupito de baile, en algún momento luego de los veinte minutos MinGyu había comenzado apoyando su cabeza en su hombro (Aunque le había visto poco conversador durante el camino, lo que era señal de cansancio), para luego recostarse decididamente. Ellos estaban sentados en una mesa en un rincón del lugar que tenía una buena visibilidad del escenario, pero no muchos podían verlos, algo que alivió a WonWoo, además no eran asientos individuales sino que utilizaban los sofás mullidos y alargados. Aunque pudo sentir la risita conmovida de la camarera cuando vino a tomarles el pedido. Mientras el mayor pidió un café expresso, MinGyu estaba lo suficientemente ido, así que le pidió a la amable mujer que prepara un milkshake con mucho helado de chocolate para cuando MinGyu se despabilara. Ya sabía que ebrio, dormido, inconsciente o hecho zombie, el menor pediría eso siempre.
WonWoo sabía que MinGyu estaba incómodo, aunque no había mucha diferencia entre ambos, sus alturas eran notoriamente distintas, así que sabía que el meno estaba doblado de forma rara para poder apoyarse en él. Cuando el chico alto se despertara, lamentaría haberse dormido de esa forma. Aunque un escalofrío le recorrió cuando la cabeza de MinGyu comenzó a resbalarse de su hombro; el chillido entredientes que soltó ante las millones de posibilidades que recorrieron su mente en un instante logró despertar por un instante a su dongsaeng. WonWoo se lamentó, porque estaba seguro de que había parecido un gato al que le pisaron la cola. MinGyu se incorporó y sin siquiera pensarlo dos veces, volvió a desparramarse sobre WonWoo, esta vez, sobre su regazo.
WonWoo miró a su alrededor con nervios. Su mirada se posó sobre la barra dónde las camareras estaban cuchicheando entre ellas. «¡Maldita sea, maldita sea! Oh, Dios. Están pensando que MinGyu-ah, que él me está haciendo un...» No se animó a terminar ese pensamiento, su rostro ardía y enterró la nariz dentro de su taza caliente de café.
Aunque en otra ocasión no le hubiera gustado ver el estúpido rostro estúpidamente perfecto de MingHao, en esa ocasión lo agradeció. El chico estaba cubierto por una capucha negra, WonWoo supuso que eso ocultaba su maravilloso peinado del público, pero aún así podía reconocerlo, tenía una forma particular de caminar.
— ¿Y MinGyu-ssi? — Preguntó mirando por sobre sus hombros.
— Esta aquí. — WonWoo, naturalmente utilizaba su voz grave y seca con el pobre chico extranjero.
Vio la confusión marcada en el rostro (Que si ya era lindo el chico, maquillado lo era el doblo o quizás el triple), que ladeo la cabeza, como un cachorro. El chico dio un pasos rodeando la mesa, para ver a MinGyu quien aún seguía tranquilamente dormido. El muchacho soltó una risa.
— Sólo venía a disculparme por haberles hecho esperar y para saber si estaban cómodos; pero él parece estar en el nirvana. —
— ¿Ya comenzarán su número? Porque debería despertarlo. —
— Sí, en cinco minutos. Así que debo irme o SoonYoung-ge me matará. —
WonWoo realmente no entendió las últimas palabras que fueron dichas en mandarín, pero asintió como si lo hubiera entendido. Tomó el hombro de MinGyu y con todo el pesar del mundo lo sacudió levemente, encorvándose para hablarle en susurros.
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About wristbands and beanies.
Hayran KurguKim MInGyu quiere ser actor, ser mejor todos los días y ver felices a los que ama Jeon WonWoo solo quiere pasar el resto de sus días al lado de Kim MinGyu.