Habían pasado unas semanas desde el incidente en el jardín botánico y desde la ultima vez que había visto a Elliot.
Continuó con su vida de manera normal, hundida en el trabajo como era su costumbre.
.....
Luego de un arduo día de trabajo su jefe decidió dar la tarde libre ya que algunas fallas en la electricidad en las oficinas se encontraba en reparación. Por lo que decidió ir de compras para relajarse un poco, cerca de su departamento había un pequeño conglomerado de tiendas por lo que sin más se dirigió a estas comenzando a introducirse de una en una y buscar entre las ropas algo que le agradase.
Las horas habían transcurrido lentamente pues cuando solía comprar; tras visitar unas tiendas y realizar varias compras, despidió ir a comer algo y tras estar caminando en el mall para por una de las sucursales de Victoria Secret en donde se encontraba exhibido un hermoso juego de ropa interior de encaje negro con detalles de seda en blanco junto con un liguero que había visto en algunos de los shows por la televisión y al estar embobada con aquel conjunto choco con alguien y terminó por soltar algunas de sus bolsas por lo que de inmediato intento disculparse para encontrarse con aquel chico de cabellos negros y se quedó sin habla hasta que esté solo dio una media sonrisa a la par que levantaba las bolsas del suelo y se las entregas a la chica, la cual solo las tomo para escucharle decir.-Hola Marianne- acto seguido espero la respuesta de la misma. Por su parte ella se encontraba aún en transe y tardo en responder con un pequeño tartamudeo.
-Ho....hola Elliot!- exclamo para morder su labio inferior mientras pensaba en que debía salir corriendo.
El chico por su parte solo sonreía al verle de tal manera y sin embargo esperaba poder reparar lo que él creía había hecho mal sin más volvió a musitar. -te vez hermosa, ha pasado tiempo sin vernos-
Ella solo pudo asentir a sus palabras pues no sabía qué hacer o qué decir por lo que solo le volvió a dirigir una rápida mirada y continuó -Debo irme, un gusto encontrarte- acto seguido comenzó su andar más fue detenida por una suave pero fuerte mano la cual la sostenía del brazo por lo que cerró sus ojos y suspiro para tan solo escuchar esa voz que no sabía por qué había extrañado esos días.
-Vamos pequeña, no seas tan fría mira que te he extrañado t quiero arreglar lo que sea que haya hecho para que me dejaras solo ese día-
Ella al escucharle se giró para ver aquellos ojos penetrante e hipnotizantes para ella para solo susurrar. -yo también te he extrañado. Pero no no quiero... Tú tienes una vida diferente a la que yo llevo y no creo que vallamos a funcionar así- no pudo seguir ha la di pues los brazos del mayor le rodearon y sin saber cómo ya estaba unidos en un beso el cual el mayor había hecho lento y pausado por lo que Marianne no pudo resistirse por mucho y cerrando de a pocos sus ojos correspondió y todo a su alrededor desapareció. Si bien era verdad que lo había extrañado cada día desde que le había conocido y aunque era poco el tiempo algo en el le había perder la razón; por un tiempo el beso siguió de la misma forma hasta que lentamente el mayor se separó de la joven y le miro sin soltarle de entre sus brazos y susurro sobre sus labios. -Anda pequeña, al menos déjame ser tu amigo.-Esas palabras hicieron sentir un pequeño incomodo por su parte y no sabía por qué. Ella aún mantenía sus ojos cerrados y sin saber en qué momento se aferró al mayor para solo suspirar y sin poder hacer más solo asintió, sabiendo que era un error pues algo le decía que ese chico acabaría por romperle el corazón.
......
Luego de aquel encuentro en el centro comercial los días siguientes fueron de lo más normales a una excepción; Elliot estaba de nuevo en su vida, por lo que su rutina ya no era monótona pues las fiestas, reuniones o simplemente las tardes a su lado se habían vuelto algo que le había sonreír cada día. Una tarde Elliot le había llamado para decir que pasaría por ella para ir a cenar a un nuevo restaurante en la ciudad a lo que primero se negó pues debía presentar un informe a su jefe la mañana siguiente y sabía que una cena con él era no llegar a su casa hasta altas horas de la madrugada pero aquel joven sabía cómo convencerla por lo que no tardó mucho en aceptar y sin más comenzar a buscar algo lindo para ponerse. Optado por un vestido color marfil entallado a su cintura con unos tacones dorados y un bolso que hacía juego con los mismos. Elliot al llegar por su acompañante no hizo más que mirarle de arriba a abajo y sonreír ladinamente y tras saludarla como de costumbre con un pequeño beso en su cuello susurro sobre este. -Eres una diosa- a lo que ella solo sonrió estremeciéndose ante el susurro para echar y solo exclamar. -Debo llegar a casa temprano que debo trabajar. Entendido?- este por su parte el le escucho y giro sus ojos para luego asentir mientras le tomaba de la cintura para comenzar a guiarle hasta el coche que los esperaba.
Ella se mantuvo cerca de él en todo momento hasta llegar al coche en donde el joven se separó un poco de la chica abriendo la puerta para que esta pudiese entrar al coche; por lo que ella sonrío y sin más se adentró en el mismo. Acto seguido el cerro con delicadeza la puerta y rodeó el coche subiendo a este para dar indicación al conductor que podía avanzar mientras tomaba de nueva cuenta a su acompañante por los hombros apegándola a este, a lo que ella más que feliz no se resistió y por el contrario se apegó al mismo disfrutando del paseo más cual fue su sorpresa al ver que se dirigirán a la casa del mayor por lo que le miro cuestionando. -Que hacemos aquí? Olvidaste algo?- el chico solo sonrió y negó dejando un beso en su mejilla y susurro. -He preparado una linda velada solo para dps preciosa. Tú disfruta ok?- La chica un tanto sorprendida ante sus palabras no hizo más que asentir y mirar aquella gran casa frente al coche comenzando a pensar en que realmente quería ser más para el mayor.
La velada luego de bajar del coche fue más que estupenda. Velas, una deliciosa cena a lo cual luego se enteró había mandado pedirla de uno de sus restaurantes favoritos y una vez terminada la cena sin más y luego de una charla un tanto trivial y monótona el chico se pudo de pie y le invito a seguirme hasta la sala de estar en donde con un botón hizo sonar una hermosa melodía girándose hacia la chica y apegarla a su cuerpo una vez que le tomó de la mano para con su brazo libre rodear su cintura y comenzar a bailar lentamente mientras el joven colocaba su barbilla en el hombro de la chica y comenzaba a oler aquel aroma del perfume ajeno que tanto encantaba desde que le conoció en aquel club; y así siguieron hasta que terminó la canción y Marianne ladeando un poco su rostro se encontró con el del mayor y tal vez por la atmósfera del momento y sin pensarle dejó un beso en sus labios a lo cual el joven claro siguió apegando aún más a la chica llevando lentamente la mano que mantenía en la cintura de su chica hasta la nuca de la misma para evitar que aquel beso terminase y sin más comenzaron a profundizar el mismo por unos minutos hasta que por falta de aire tuvieron que separarse y al mirar a los ojos de Elliot sonrío y sin más susurro. -Quiero estar contigo..- El chico que se había mantenido solo escuchando y observando a la joven para sonreír una vez que escucho aquella frase y asintiendo volvió a tomarle de las mejillas y comenzó a besarle de nueva cuenta; esta vez de manera un tanto posesiva.
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Se mía
RomanceMarianne una chica de 23 años cansada de sus desamores, decide comenzar de cero, buscando relaciones sin sentimiento alguno, nada mas que sexo y deseo. Elliot un ex-integrante de la mafia al encontrarse con la imagen de su prometida asesinada en man...