...una niña
era una niña muy hermosa, una niña como de cuento de hadas, porque el soldado recordaba los cuentos de hadas que le habían contado sus abuelas y su madre, mucho tiempo atrás. en los cuentos de hadas las niñas eran hermosas como aquella, con su cabello negro oscuro, sus ojos grises, sus labios rosa. cabellos de ángel, ojos vivos, labios abiertos en la mas dulce de las sonrisas.
luego estaba su cuerpo, menudo, ágil, flexible, delicado. un cuerpo que invitaba a la vida y la esperanza.
la niña llevaba unas flores en las manos.
-¿quien...eres?-pregunto el soldado.
-soy la muerte-dijo ella.
de no haber sido por el silencio, no habría creído oírla bien.
-¿que?
-tu muerte-agrego la pequeña.
el soldado parpadeó. a continuación, abrió y cerro los ojos mas despacio. miro el campo de batalla, la guerra detenida, la bala quieta frente a su rostro.
y supo que no soñaba.
-tu no puedes ser la muerte-susurro despacio el soldado.
-¿por que?
-es imposible. lo se.
-nunca nos habíamos visto antes.
-pero se como es la muerte. es oscura, negra, una calavera cubierta por un manto opaco. un esqueleto de grandes ojos vacíos y sonrisa hueca. y ademas no lleva flores, sino una guardaña con la recoge su macabra cosecha.
la niña sonrió un poco mas.
con ternura.
-ya vez soldado-musito-también en eso te han engañado.
las palabras penetraron despacio en la mente del soldado.
-¿quien me ha engañado?
-ellos.todos.-la niña señalo con la cabeza mas allá de la trinchera.
-a mi nadie me ha engañado-
-lo han hecho.
-vamos niña vete de aquí.-el soldado suspiro con amargura-pueden herirte. esto es una guerra.
-mira esa bala- dijo la niña.
no quería hacerlo.
pero lo hizo.
tan inmóvil, a unos centímetros de su vida.
-soy la muerte, soldado y he venido para llevarte con migo.-la pequeña deposito las flores en su regazo y le mostró sus manos desnudas, limpias- te dijeron que luchabas por algo y sabes que vas a morir por nada. te dijeron que era tu deber y ahora te han arrebatado cuanto tienes. te contaron que yo era horrible y soy dulce-dio un paso hacia el-te han mentido, soldado.
<<también en eso te han engañado>>
extrañas palabras
¿por que empezaba a creerlas?
¿era por su suave voz? ¿por sus ojos sinceros? ¿por aquella bala detenida frente a su cabeza? ¿o por que estaba cansado de la guerra?
-no quiero morir-bajo la cabeza, avergonzado.
-dame la mano.
-no.
retrocedió asustado, aplastando sus espalda contra la tierra rota.
-todavía no iba a llevarte conmigo. quería enseñarte algo.
-¿que es?
-dame la mano.
era la mano mas blanca que jamas había visto.
extendió la suya.
rozo aquellos dedos suaves como plumas con los suyos, sucios y agrietados.fue una extraña sensación.
luego las dos manos se unieron.
-ven-dijo ella.
el soldado se levanto, y y juntos echaron a andar.
