Tijeras

Gritos Silenciosos

Ojalá, amor, cada vez que mires tus manos sientas que te faltan las mías.

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Olivia intentó volver a hablar con Camila, buscando una respuesta
¿Por qué dejaste de ser mi amiga tan rapido?

Me olvidaste rápido.

Me reemplazaste.

La única respuesta que Olivia recibió fue:

"La paso mucho mejor desde que vos no estás"

Olivia, al escuchar eso, tomó el filo del sacapuntas que guardaba en una pequeña cajita negra y fue al baño.
Fue cortando su alma.
Empezó a cortar su vida.
Esa era la única forma de desahogarse que tenía.
El dolor de su muñeca no se comparaba con el dolor de su alma.
En cada gota de sangre ella perdía la inocencia, la niña dentro de ella se moría.
Limpió todo y cubrió sus heridas.

Ella estaba sola, no había nadie en quien confiar. Todos la traicionaban.

¿Tan fácil de reemplazar soy?

Esa pregunta retumbaba en la cabeza de Olivia.

En el colegio ella estaba sola. Se escondía en los baños hasta que sonaba la campana.
En su casa estaba encerrada toda la tarde hasta que caía la noche.
Por las noches lloraba hasta quedarse dormida.

¿A eso le llaman vivir?

Hace casi un año que su vida se derrumbó y todos a su alrededor parecían no darse cuenta, vivían felices.
Los que creía que la amaban la habían reemplazado. Olivia era un estorbo para todos, o al menos eso creía.

Olivia tiene una última esperanza: está esperando enamorarse.
Quiere conocer a un chico que la salve de su infierno.

Pero cariño, si no te queres a vos misma ¿quién podrá hacerlo?

Los días se tornan oscuros y Olivia pierde la esperanza. Ella muere un poco más cada noche.
Sus ojos verdes se volvieron lluviosos.
Su mirada se perdía.

Ella se quiere suicidar.
¿Lo hará?
¿Será capaz de hacerlo?

Es una idea que viaja en su
cabeza.
La vida ya no tiene sentido para ella, perdió todo y a todos.
Quería escapar de esa realidad, parecía un sueño: una pesadilla.

Ella no sentía frío, ni calor. No era feliz, sentía esa presión en el pecho que no la dejaba respirar: se sentía vacía.

El final de la vida de Olivia se acerca... A menos que alguien la salve.

Si, Olivia quiere suicidarse.

Si, Olivia... soy yo.

Y este es el comienzo de mi historia.