Capítulo 8

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La semana se pasó lenta. Cada clase en la escuela sentía que duraba una eternidad. Pero ya que, es la última semana y luego vacaciones.

Hoy es el último día, para ser más exactos es el último periodo y estoy que bailo de la emoción aunque no lo demuestro.

No sé porqué pero hoy tengo una buena suerte. Desperté feliz, digo,  siempre que la alarma me despierta me levanto con un humor tan pesado o al menos eso dicen todos. En fin, hoy amanecí felíz y no tuve que esperar mucho para que el bus pasara frente a mi casa. Esto es raro, pero las clases se me pasaron voladas, lo juro. Aunque bien, siendo sincera no he parado de pensar en Thomas. Hemos estado hablando pero no mucho, en su escuela le dejan mucho deber y apenas le queda tiempo libre. Dice que está emocionado porque ya saldrá,  al igual que yo. Pero no tocamos el tema de que se vendrá a mi casa, lo estamos evadiendo.

- Arya - dice Sam bailando en medio del salón de matemáticas - Hoy no vino el profesor -

Dice aún bailando.  Esto es demasiado bueno como para ser cierto. Me levantaría a bailar con ella pero mejor no. Sonrío ante el recuerdo de Sam y yo bailando en una fiesta de alguien de la escuela,  no recuerdo,  en fin estábamos un poco tomadas y yo veía a Sam moverse como alguien con epilepsia o algo por el estilo. Supongo que me movía igual a ella. Aparte soy muy mala bailando, mi madre una vez me dijo que me metería a clases de baile. Gracias a los dioses no lo hizo.

Volteo a ver a Sam bailar soltando una risotada

- Sam calmate - digo jalandola por el brazo

- Es que estoy muy felíz - dice saltando como un hada, cuando levanta los brazos y sube una pierna

Por cierto, Sam es pelirroja, tal vez eso aclare tus dudas.

El período se pasó rápido mientras hablaba y molestaba con Sam y unos amigos.

Por fin hora de salida. Salimos y justo antes de subir al bus para ir a casa y salir de este infierno, mi amiga pelirroja me jala del brazo y me hace prometer que hablaremos todos los días y todas esas cosas.

Su mamá la fue a traer y por fin subí al autobús y me senté en mi asiento.

Pegue la cabeza a la ventana y cerré los ojos. Un pequeño descanso no me haría mal. El bus arrancó y nadie se sentó a mi lado.

No sé cómo, abrí los ojos y noté que ya casi llegábamos a mi casa. Me acomodé y agarre mis cosas para pararme y comenzar a caminar hacia la salida.

Baje del bus y caminé hacia el portón de mi casa. Toque y abrieron. Ahora cruzaba el gran patio para llegar a mi casa. Mis padres son malditamente adinerados entonces compraron esta casa en la cual pareciera que debo cruzar obstáculos para entrar.

Mis padres dicen que debo aprender a manejar para transportarme por mí misma, pero no quiero. Mi hermana mayor tiene licencia y obviamente su carro propio.

Noto que el carro gris de mi hermana ya está estacionado afuera. Ella ya salió anteayer de estudiar, creo. Pero tiene que ir a traer a Annie a su colegio. Por lo tanto parece que ya lo hizo.

El carro de mamá está afuera lo cuál es raro, ella casi nunca está en casa, siempre anda trabajando como papá. También hay una camioneta azul, que extraño. Tal vez sea de un amigo de mi hermana. ¿Quién sabe? Como sea, no le doy importancia y sigo caminando hacia la entrada.

Toco el timbre y mi madre me abre.

- Arya - dice con una sonrisa que permite ver su dentadura - Hija, te estaba esperando porque hoy es el día es que me voy - dice aún sonriendo

¿Hoy se va? ¿Irse a dónde?

Aguarda.

¿¡Hoy!?  Pero si dijo que ... bueno, jamás dijo cuando se irían pero ¿hoy? En serio madre.

Me encuentro en la sala, sentados en el sillón a la amiga de mi mamá, el hermano de Thomas y a Thomas.

Gracias madre por no avisar. Apuesto a que estoy despeinada por venir durmiendo.

- Hola - digo aún parada cerca de la puerta

- Hola Arya - saluda la amiga de mi madre

Thomas sólo me ve y sonríe.

- Con permiso - digo caminando lo más rápido que puedo para subir las gradas y entrar a mi habitación.

Entro y tiro mis cosas sobre la cama y me veo en el espejo.

Es un maldito milagro que no se haya depeinado demasiado que digamos. Me acomodo unos cabellos y listo. Bien.

No soy de las que le importa mucho su físico pero Thomas está aquí.

- Te ves bien, no te molestes - dice esa voz desde el marco de la puerta, recostado mientras sonríe arrogante

Idiota. ¿Qué hace aquí?  Estaba en la sala.

Le regalo una sonrisa falsa.

- Porque diva se nace - digo bromeando

Él se carcajea.

- Oye ¿No sabes dónde están los cuartos de invitados? - pregunta aún recostado en el marco

- Si - digo sentándome en mi cama

Él me vé esperando a que le diga. Yo sólo le veo sonriendo.

- Me dices, por favor - dice sonriendo y algo tímido

- Quedan en este pasillo - digo levantándome

Salgo de mi cuarto caminando hacia la habitación de al lado.

- Ésta es una - digo señalando - aquí hay otra - digo señalando la de enfrente - y el resto creo que también - digo señalando el pasillo, unas tres más.

Sigo sin comprender por qué mis padres compraron esta casa absurdamente grande.

- Gracias Arya - dice regalandome una gran sonrisa mientras entra a la habitación de al lado.

No había visto que llevaba sus maletas en manos. Las cargó hasta la habitación y se sentó en la cama sonriendome.

- De nada Thomas - digo dándome una vuelta aunque desearía quedarme con él.


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¡ Holaa ! Bien, posiblemente se questionen el por qué de mi desaparición. Perdón pero he tenido unos problemas y tenía de esos bloqueos que no te dejan pensar. Estuve pensando si seguir con esta historia o no. De momento decidí que sí. Me ha estado faltando inspiración y haré todo lo posible pero no prometo nada. Entonces gracias por leer y no olviden presionar la estrellita y díganme ¿Qué les parece la historia?

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2015 ⏰

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