Los Hermanastros

LOS HERMANASTROS... Capítulo 15 -una pequeña verdad-

Mi tratamiento llegó a su fin con éxito, esta enfermedad había sido como una luz en mi camino, suena extraño decir algo así pero de verdad me devolvió una parte que había perdido y nos ayudó a encontrarnos a mí y a Kris, estaba tan feliz de tener un mes ahora sin problemas para estar juntos, nuestra decisión fue disfrutar al máximo el uno del otro, sin miedos, vivirnos con intensidad, esa tarde Kris salió y yo me quedé en casa, arreglé todo para él y preparé una cena hermosa, por supuesto que yo también me arreglé me perfumé y utilice ropa interior sexy, me puse ropa cómoda pero linda quería tener una noche especial, cuando él llego yo ya tenía las velas encendidas y las luces apagadas, su cara de felicidad era hermosa, comimos muy cómodos conversamos, ya después pasamos a la acción por así decir, yo miraba sus labios sus ojos, su piel y sentía que eran parte de mi, cada vez que teníamos sexo era especial, sentía que podía tocar las nubes con las puntas de mi pies era tan feliz de tenerlo conmigo, el placer era tan enorme, acabábamos juntos en una sincronía que no sé si existirá en todas las parejas, lo que teníamos parecía irrompible, indestructible, como si el mundo no pudiese contra nosotros y nuestro amor, el se dormía y yo me quedaba mirándolo, haciéndole cariño, Kris despertó en mi una parte suave que no conocía.

Nuestro mes de libertad se hizo nada y la fecha de volver a casa estaba ya próxima, era claro que no podíamos entrar de la mano a casa, debíamos tomar un tiempo para poder explicarlo a la familia y para no herir a nadie, decidimos que Kris volvería dos días antes que yo para evitar suspicacias sobre que volvíamos juntos, ya en casa todos verían que nos llevábamos mejor y seriamos más cercanos y cuando fuera el momento correcto contaríamos lo nuestro, así lo hicimos nadie sospecho nada, mientras estábamos todos solo cruzábamos una que otra palabra y en las noches Kris se iba a mi cuarto dormíamos juntos y al día siguiente se iba temprano, pasaron varios días así, un día Kris estaba un poco extraño y me dijo que quería hablar.

Kris: Mi amor, quiero hablar algo importante.

Yo: dime!

Kris: es que quiero que te lleves mejor con mi madre, yo tampoco comparto mucho con ella pero es importante, quizás cuando nos casemos, ya sabes...

Yo: casarnos?? Jajaj estas loco

Kris: no quieres casarte conmigo?

Yo: osea... sí pero no ahora!

Kris: jajajaj obvio que no ahora es solo que no se, creo que debes llevarte mejor con ella hazlo por mí, si?

Yo: mmm ok aunque no sé cómo hacerlo.

Aishhh Kris me puso en un aprieto, era difícil para mí y por razones obvias, pero antes Henry también me había dicho que Sofía era una buena mujer, que la conociera más, así que comencé a ser más amable con ella, ella reaccionaba muy bien a mi nueva actitud, me invitó a ir de compras tomábamos un café a veces en general éramos corteses la una con la otra, un día no había nadie en casa pero de pronto escuché sollozos comencé a ver de dónde venían y era del escritorio de mi padre, me acerqué a ver y era Sofía quien lloraba sosteniendo una foto, no pude evitar entrar porque sentí pena al verla de esa forma, cuando me acerqué me di cuenta que el retrato era de mi Madre, Sofía se sorprendió al verme, yo no hablé, ella tomo mis manos y me sentó en un sillón que había cerca, se arrodillo y me dijo: por favor perdóname, perdóname por todo, ya no puedo pedir el perdón de tu madre así que necesito el tuyo. Veo tus ojos y me sorprendo de lo iguales que son a los de tu madre desde niña eras así (desde niña? Como podía saber ella como era yo de niña?) entonces le pregunté, desde niña? Eso creo me dijo desviando mi atención, no ahonde en el tema porque la situación no daba para ello y mi curiosidad sobre su comentario no fue tanta, Yo no sabía qué hacer, me sentía confundida y conmovida por la situación, le pedí que se levantara y que se sentara a mi lado, nos quedamos mirando largo rato sin decir nada, hasta que ella comenzó a hablar sin siquiera respirar: Hija, debo decirte tantas cosas que no sé si las diré todas ahora o todas bien, pero por favor escúchame, escucha hasta el final solo eso te pido...Hace muchos años yo vivía con el padre de los chicos, ellos piensan que él era el mejor hombre de la tierra, pero estaba más que lejos de serlo, en vez de mejorar nuestra vida empeoraba con los años, el enfermó y murió dejándonos en la pobreza, yo no tuve más opción que salir a la calle a vender cosas y fue ahí que conocí a un hombre muy extraño, el era extranjero, usaba ropa elegante y me compró un dulce de los que vendía, pero me dejo el dinero del cambio, así todos los días durante una semana, a veces me hablaba pero a penas entendía, comenzamos a salir y aunque apenas nos entendíamos me sentía más que enamorada y no hacía caso a los rumores que habían de él, muchos decían que él estaba saliendo con una mujer llamada So Hyorin y que la había dejado embarazada, pero yo no quería escuchar, a los pocos días el vino a decirme que debía volver a su país, me quedé con el alma partida en dos, a los años después el vino nuevamente a verme solo unos días y cuando se marcho me dijo que debía volver con su esposa a su país y me dejo una carta, dentro del sobre había un cheque por mucho dinero más del que podrías contar, el me dio casi todo lo que tenía y ese dinero fue el que yo invertí para tener lo que ahora tengo, ese hombre es el que permitió que yo fuera feliz y que triunfara, hace un par de años y con mi vida ya resuelta yo lo busqué, el estaba casado aún, pero yo sabía que me amaba, siempre nos amamos, el permanecía junto a su esposa por su hija pero su relación estaba desgastada, entonces un día se decidió y volvió a mi dejando a su familia atrás, supongo que ya sospechas quien es ese hombre verdad? Ese hombre es tu padre, lo nuestro es desde hace muchos años, no me arrepiento de nada porque estaba enamorada y aun lo estoy, pero a veces me siento culpable con tu madre porque ella tampoco merecía terminar así, también me siento culpable contigo que te quedaste sola y triste, teniendo que cuidar a tu madre enferma, yo solo la vi por fotos pero ella era tan hermosa, tanto como lo eres tu ahora, yo de verdad te quiero y me siento mal al verte cada día a mi lado y no decirte esto, hay tantas cosas más que decir, pero es que aún no es el momento, no puedo seguir viviendo sin tu perdón necesito escuchar esas palabras de tu boca...

Se hizo un silencio terrible, de ese que hasta te hace doler los oídos, me sentía mareada de información, le pedí a Sofía tiempo para digerir todo lo que me había contado, le pedí que no me apresurara y me permitiera pensar bien las cosas, llamé a Kris y el me dijo que estaba en el centro de Seúl con un amigo, le dije: no te muevas de ahí, voy para allá. Salí corriendo como una loca, tomé un taxi y llegue hasta donde estaba...

ahí estaba sentado en un café, en tanto lo vi corrí hacia él y me le colgué del cuello, lo besé y besé sin respirar, la gente nos miraba y mal porque en corea no es bien visto este tipo de cosas, lo abracé fuerte y comencé a llorar, que pasa me preguntaba él, y yo solo no quería soltarlo, Kris era lo más importante en mi vida ahora, necesitaba verlo para recobrar la cordura, para estar en paz, lo necesitaba no solo ahora si no siempre, si yo un día lo perdiera preferiría morir, Él despacho a su amigo y se fue conmigo a un hotel allá conversamos de lo ocurrido y me pido que tuviera calma, que perdonara a su mamá, que eso había ocurrido hace muchos años y que si seguía así no podría ser feliz, ni podríamos ser felices juntos, el me ayudo a entender todo, me quedé ahí apegada a su pecho, sin dejar de abrazarlo como queriendo retenerlo para siempre conmigo, como si en lo más profundo de mi ser habitara un miedo horrible a perderlo, como si presintiera que algo no estaba bien, me dormí así escuchando los latidos de su corazón mientras él acariciaba mi cabello, con la certeza de que desde el día siguiente tendría la fuerza para perdonar y avanzar, con la certeza de que en este mundo yo solo sería para él, solo él podía calmar mi corazón y hacerme sentir siempre en casa. Con la certeza de que estaba enamorada.