[ Surprise, surprise ]
Ambos sintieron como si horas hubiesen pasado juntos dentro de aquella cocina, lejanos de las voces y la música proveniente de la sala, sólo divididos –en su pequeño mundo– por aquella delgada puerta, pero a ellos poco les importó. Sólo fueron ellos, compartiendo un fuerte y sentimental abrazo, dejando que sus emociones se asomaran y que la memoria de Harry fuera tan sorprendente como fue desde que los caminos de ambos chicos se cruzaron.
Pero la realidad cayó sobre ambos cuando Anne y Trish cruzaron la puerta, llevando a cada uno de sus hijos hacia la sala. Era hora de los regalos, había dicho Anne. Sin embargo, apenas Harry perdió de vista al moreno su memoria retrocedió como un suspiro. Tan rápido y devastadoramente silencioso.
Él veía como una cuantas caras conocidas había allí, como la mujer de elevada edad que reconocía a duras penas como su abuela y no muy lejos de ella también su abuelo. Más allá de unos cuantos tíos que no habían cambiado mucho a lo largo de los años no recordó, sólo ellos que aparentemente se mantenían "como siempre."
Si no fuese por Anne que no dejó de repetirle feliz cumpleaños en su oído Harry había olvidado que día estaba viviendo justo en ese instante, pero a pesar de que sus esmeralda se movían por toda la sala en busca de algo u alguien no podía estar solo tranquilo, necesitaba su consuelo. Su hogar entre los brazos del moreno.
Una vez que su madre lo hubiese acomodado en el comienzo de la rectangular y larga mesa de centro que se encontraba repleta de algunos picadillos, dulces y por sus alrededores unas sillas perfectamente acomodadas. Cada invitado tomó sus respectivos asientos, pero en otro lugar no muy lejano de Harry un pequeño ojimiel estaba decepcionado. Él quería estar junto a Harry, él quería ser el primer en abrazarlo luego de cantarle, pero debía ser realista, ese no era su lugar.
Con sus padres acabaron acomodándose casi al final, por poco casi a la otra punta donde Harry se encontraba, pero a él no pareció fastidiarle demasiado, porque al menos desde allí podía ver su sonriente rostro. Sus sonrojadas mejillas y sus rizos revotando a sus lados cada que él se movía causando un lindo efecto con las flores entre ellos... como si estuviesen floreciendo de Harry.
Aunque después de todo, Harry era vida.—Harry es muy lindo —Susurró Safaa a un lado de él luego de haberse hincado sobre la silla e inclinado en dirección a su hermano, estando lo más cerca posible de su oído.
Zayn quien desvió la mirada del rizado ahora tenía sus mieles sobre el rostro de Safaa, evitando el contacto visual porque a pesar de no estar acostumbrado, el hecho de que su pequeña hermana también tuviese los ojos verdes –pero no tan verdes como los de Harry– le provocaba un extraño sentimiento.
Pero una vez hubo procesado las palabras una suave sonrisa se plasmó en sus labios, quería poder estar de acuerdo con ella con palabras, pero se contuvo. Era mucho mejor apreciar lo hermoso que hablar de ello. Por aquella misma razón él solo asintió, volviendo su atención al chico sonriente que parecía haber perdido algo. Zayn pudo notar como él buscaba con su mirada quien sabe qué y si pudiera estar junto a él le ayudaría a buscar aunque fuese incluso debajo de cada piedra.
— ¿Él es Harry? —Oyó claramente por parte de Waliyha, pero para él no fue suficiente como para observarle. Trish no demoró en responder positivamente a su hija. — Es muy lindo, me gustan las flores que se enrollan en sus rizos, luce muy inocente. —Y allí toda su familia pareció comenzar una conversación sobre Harry y su familia, él no muy lejos de lo que sucedía oyó absolutamente todo.

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Every Minute [Zarry Stalik]
Fanfiction«Sólo necesitaba diez minutos para volver a comenzar... »