La Propuesta

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Miró el plato de comida, no tengo hambre... a quien miento si la tengo, pero no quiero comer ya que ellos estarían ganando, ese día en el que los vampiros casi nos matan, ellos llegaron, los humanos que pelean contra los vampiros, la resistencia.

Al despertar, ya estaba en esta habitación, de color gris, con una cama en uno de los lados de la habitación, un espejo con un tocador muy pequeño, en el otro extremo de la habitación está el baño, y en medio una pequeña mesa en donde me ponen la comida; estoy sentada en la silla agarrando mis rodillas, hace tres días que nos trajeron aquí, al principio no me trajeron comida, y esto era malo, pues si no comía nada mis instintos de vampiro salían a flote y lo que menos quería era perder el control y morderlos a todos.

-¿No vas a comer?- la voz que sale de esa bocina me pregunta, sé que ellos me miran, pero no eh encontrado la ubicación de la cámara, volteo la cabeza ignorando la voz del chico, que al parecer se llama Gajeel, después de que nos trajeron aquí, no me han dado información de nada, tengo miedo de que le hayan hecho algo a Gray, él estaba herido y es un vampiro, quizás y hasta ya... no, agitó mi cabeza alejando ese pensamiento, no podían matarlo... y luego estaba Happy, al menos sé que a él no le han hecho nada, pues fue lo único que me dijo ese chico cuando me trajo mi primer bocado, quedo impresionado cuando lo empecé a comer, quizás aún no se responden la pregunta del porque yo siendo un vampiro puedo comer comida de humanos.

Los vampiros no pueden comer nada más pues lo vomitan, solo pueden alimentarse de sangre, pero yo soy la excepción, creí que me utilizarían como conejillo de indias pero al parecer aún me quieren observar, una tarde una chica habló por la bocina haciéndome unas preguntas pero no las conteste, sé que estaba furiosa, pero poco me importaba ayudar a los humanos, no es que quiera unirme a los vampiros, es simplemente que no pertenezco a ninguno de esos dos mundos, lo único que quería era vivir aunque fuera huyendo junto a Happy y Gray, todo iba perfecto entonces ¿Qué fue lo que falló?

Suspiro derrotada, quizás el estarme lamentando aquí no ayude en nada, me paró de la silla y tomó la comida, es asqueroso, parece engrudo, pero mi apetito vuelve entonces me lo como, poco a poco, tomo el agua terminándomelo todo, me acuesto en la cama, esta cosa parece una cárcel a excepción de que tiene una pequeña ventana, la tarde está cayendo, me asomo por la pequeña ventana y veo pero todo lo de afuera está destrozado y alrededor de los edificios que aún siguen en pie hay un cableado, supongo que contiene electricidad, el alambre de púa está un poco más abajo, supuse que su resistencia tendría no sé más, seguridad, más tecnología o un mejor escondite pero me equivoque.

El ruido de la puerta me hace regresar a la realidad, veo a la mujer de larga cabellera roja sus ojos son como dos filosas espadas que me atraviesan, trago ante su mirada, esta me mira con duda, queriendo saber algo y ya que es lo que quiere, se acerca a mí, yo me siento en mi cama.

-Veo que ha comido...- su voz es neutra, por un momento el miedo se quería apoderar de mí, esa chica fue la que me sostuvo esa vez, la vez en que en verdad quería morder, a ese chico... el chico, por estar tan concentrada en Happy y Gray se me olvido eso, ¿Por qué ese chico hizo nacer esa sensación? Es decir, empecé a saborear su piel, su sangre en mi boca, ese pensamiento me hizo sonrojar y negué con la cabeza, la chica alzo una ceja a mi acción, yo me calme y la miré seria.

-¿Qué han hecho con mi amigo?-pregunte, la mujer se acerca más a mí y se pone encima, yo soltó un chillido-¿Qué estás haciendo?- grito ella me sostiene de las manos, pero yo soy más fuerte y logro quitármela de encima, ella se impresiona, estoy agitada, use mi fuerza para separarme de ella, Gray me mataría si se enterará, él me había prohibido mostrar mis habilidades de vampira a alguien más, siendo humanos o vampiros.

-¿Qué carajos eres tú?- susurro la chica, yo la miré, ella vio mi plato vació, metió su mano en la falda que traía y saco un dulce, lo destapa y me lo ofrece yo la miró confundida pero lo acepto, su mirada a cambiado está más relajada como queriendo buscar algo dentro un torbellino de preguntas, me como el dulce es de fresa, sonrió hace mucho que no probaba algo dulce, ella se acerca de nuevo me pongo en guardia, alza sus manos.

Entre la Guerra y el Amor  (Lucy  y Natsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora