Capítulo 02.- "Peter Parker."

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-¡Maldito Alec!-dije mientras bajaba las escaleras de prisa. El adorable ser humano que tengo como hermano mayor se había ido sin mí, había escuchado el motor de su auto acelerar hace unos segundos. ¡No se pudo esperar ni cinco minutos! En mi defensa me había tardado más de la cuenta ya que por alguna extraña razón mi maldita alarma no sonó, y yo me desperté 20 minutos después de la hora exacta.

Corrí a la nevera y saque una barrita milky way mientras tomaba mi mochila de la mesada y me la colgaba en el hombro. Tenía que apurarme si no quería que el bus también me dejara. Abrí la barra de chocolate mientras cerraba la puerta, y cuando di el primer mordisco observe el hermoso convertible negro que estaba estacionado enfrente de la casa de Audrey. Un chico de cabello castaño claro se encontraba en el asiento del conductor y al parecer bastante desesperado ya que tocaba la bocina como un loco.

Un chico de cabello oscuro y nariz respingada salió de la casa.

-¡Ya voy, ya voy!-grito el chico de cabello oscuro. Suponía que el chico era el gemelo de Audrey, ya que aunque a pesar de que no se parecían en nada, ambos tenían ese cabello oscuro y esas cejas gruesas que los caracterizaban a la perfección. -¡Audrey, apúrate!- grito este mientras se sentaba en el asiento de adelante junto al chico de cabello castaño, al cual aun no podía verle la cara ya que me estaba dando la espalda.

-¡Dios, estaba guardando mis libros!-dijo en tono fastidioso Audrey mientras la miraba salir de la casa y cerrar la puerta tras de ella.- Son unos desesperados.-les grito a los dos chicos dentro del auto. Al parecer Audrey sintió mi mirada porque volteo a verme, una sonrisa alegre apareció en su rostro.-¡Anna!-dijo con emoción.

-Hola.-la salude con la mano y una pequeña sonrisa. Los dos chicos dentro del auto se giraron a verme, el de cabello oscuro me recorrió de pies a cabeza y el otro tenía una expresión ilegible ya que tenía unos lentes de sol puestos.

-¿Quieres que te llevemos?-dijo Audrey poniendo sus cosas en el auto y haciendo ademan de acercarse a mí. Fue entonces que me di cuenta que había estaba observando la escena como estúpida, y de que si no me iba en este mismo momento entonces iba a perder el bus.

-No, gracias. Tengo que irme, adiós.-dije y comencé a correr en dirección a la parada de bus. Si no llegaba en 5 minutos, estaba muerta.

Cuando encontré la parada de bus, el vehículo estaba a solo una calle. Le di gracias al señor y me subí exhausta, pague y luego busque un asiento vacío donde pude regular mi respiración. Solo en ese momento me di cuenta de lo patética que me he de haber visto cuando comencé a correr como si alguien me persiguiera. Sonrojada por mi vergonzoso acto baje del bus cuando este se estaciono enfrente de South High.

El edificio me dejo impactada, este tenía más o menos cuatro pisos y era inmenso. No me extrañaba que lo llamaran el mejor instituto de Denver. A pasos nerviosos entre en el edificio, sentía como todas las miradas se posaban en mi y como me recorrían de pie a cabeza, de pronto sentí que el short de mezclilla que me había puesto en la mañana era demasiado corto.

Al encontrar la dirección un alivio recorrió mi cuerpo y me adentre en la habitación rápidamente. Hable con la secretaria para que me asignara mi horario y mi número de casillero. Cuando esta me dio todos los datos, salí de la dirección y comencé a buscar mi número de casillero correspondiente. Cuando lo encontré, puse la clave y comencé a meter todos mis libros y cuadernos, menos los de las tres primeras clases.

-¡Anna!-un grito me sobresalto haciendo que cerrara la puerta del casillero de golpe.- Lo siento.-dijo Audrey con una pequeña risita.

-Dios, casi me matas de un susto.-dije mientras ponía mi mano en mi pecho tratando de controlar mis latidos.

Mi gran apuesta ➳ Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora